Semana del 21 al 27 de agosto
del 2016
Esta semana es la semana de la
transición. La época vacacional, sobre todo en zonas turísticas como ésta, se
va difuminando. Cesan las aglomeraciones de visitantes en Puerto Banús, en la
parte antigua de Marbella y hasta en la calle de En medio de San Pedro de
Alcántara. Hasta los comercios familiares ‘amortiguan’ sus precios, pues los
billetes de 100, 200 y 500 euros empiezan a desaparecer a favor de los de 10,
20 y, como mucho, de 50 euros que son los habituales el resto del año.
Y hasta
la circulación mejora, limitándose los atascos y retenciones a las horas de
entrada y salida de trabajadores, y no superponiéndose a las de los traslados
de los veraneantes a las zonas de ocio y de restaurantes. Incluso los tipos y
marcas de coches que circulan, cambian. Se invierten los porcentajes. Durante
dos meses, los vehículos de alta gama y matrícula reciente eran los
preponderantes, y ahora ceden terreno a los que se compraron en la época
anterior a la crisis que, en su mayoría e incluso algunos de ellos provistos de
las pegatinas de la ITV, van ocupados por honrados trabajadores que, ante la
ausencia de contratos decentes, han preferido la inestabilidad de las chapuzas
a la engañosa seguridad de los contratos basura. Y ya se sabe. Chapuza por
aquí, trabajillo por allá, jornadas de diez horas con sueldo de ocho y un par
de brochazos los fines de semana en cualquier recinto cerrado, permiten
sobrevivir un par de meses, pues está demostrado que la vida enseña más que un
Máster en Financiación y Planificación de Empresas.
Y también es semana de transición
para un buen porcentaje de gente joven. De esa que con menos de 16/17 años está
bregando con estudios obligatorios que ni saben para qué sirven, ni les importa.
Lo que sí saben es que el pasar o repetir no está en sus manos ni, a veces, en
las del profesorado, pues tal como está organizada la enseñanza para esas
edades, depende más de los años que tengas que del esfuerzo que realices. Que
has repetido un curso en Primaria y acaba de pasarte lo mismo en la ESO, pues
…¡tranquilo! Hagas lo que hagas en este septiembre te colocarán en un aula con
otros en situación semejante, en el mejor de los casos, y a dejar
tranquilamente que transcurra el curso que empieza con los menores agobios
posibles.
Dentro de unos días todo dará un
vuelco. En aquellos negocios que se vieron obligados a aumentar su plantilla,
ahora la reducirán. El Corte Inglés ofertará de todo para que los vástagos de
las familias más o menos pudientes acudan bien pertrechados el primer día de
clase. Los padres de esos mismos vástagos andarán locos de la ceca a la meca,
rellenando papeles que les aseguren el cheque de los libros de texto, y luego
les quedará la ardua labor de convencer a los infantes y no tan infantes, de
que los lápices, bolígrafos y mochilas del curso anterior están en estado de
buen uso. Y lo hacen a gusto o, por lo menos animados y expectantes porque
faltan pocos días para que se abran los centros escolares y, en consecuencia, podrán
depositarlos en ellos con todo ‘cariño’ durante 6 o 7 magníficas horas.
Lo que no va a variar y va a
seguir como al principio de verano es el ‘’NO’’ de unos, el ‘’ABSTENTE POR FAVOR’’
de muchos, y ‘’EL QUE LES DEN….’’ de los más hartos y aburridos
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