Semana del 1 al 7 de mayo del 2016
A veces ocurren cosas impensables: este fin de semana no ha
aparecido el Pirulo. Todos los que estaban presentes han preguntado a la
Tatiqui por la causa de esta incomparecencia, que es la primera vez que ocurría
en años. Y la Tatiqui se ha limitado a aducir excusas que a todos les
parecieron, cuando menos, infantiles. Que los últimos días le había visto muy
alicaído; que si tal vez era por agotamiento, pues le había impuesto una serie
de tareas del todo obligadas por el cambio de estación que, a su vez, se había
acelerado después del paso de las últimas borrascas,…
¡En fin! Lo normal, a
saber: desenganchar las cortinas, lavarlas, volverlas a enganchar y asegurarse,
liado en lo alto de la escalera, que funcionan bien, con la ventaja de que no
tiene que lavarlas a mano; cambiar los muebles de la terraza para poder pasar
la mañana cómodamente sentados y, si se tercia, también la tarde; repintar lo
que va a exponerse a la furia de los elementos a partir de mediados de mayo;
quitar los plumíferos y toda la parafernalia de ropajes de invierno y
sustituirlos por los de verano, ordenados adecuadamente para su correcta
utilización.
A FINALES DE ABRIL
ANTES
DESPUÉS
HOJA CAÍDA, PLANTA RENACIDA
Y cuando todos estaban inmersos en una competición para ver
quien ponía al Pirulo ‘a bajar de un burro, ‘como hoja de perejil’, ‘a caldo’,
‘de vuelta y media’,…, héte aquí que aparece el calificado como comodón,
acomodaticio, vago cual funcionario prejubilado, …, les mira con desprecio, y
les suelta lo siguiente sin cortarse un pelo:
- ¿Qué pasa? ¿No os
basta con los políticos que tenéis que meteros conmigo? ¿A alguien le molesta
que prefiera tumbarme al sol y que me traigan la manduca? Pues vosotros, si no
lo hacéis, no será por falta de ganas sino porque no podéis. Sois una panda de
‘desgraciaos’ que no tenéis un ERE que llevaros a la boca.
Menos mal que la Tatiqui, que conocía al Pirulo como si le
hubiera parido, le tranquilizó, convenciéndole de que lo que había escuchado no
era una cruel crítica a su persona, aunque lo pareciese, sino una clara
manifestación de lo importante que consideraban su presencia y sus cualidades.
Lo que pasa es que el grupo, concluyó la Tatiqui, para no caer en la depresión,
y ni siquiera en una melancolía con efectos secundarios negativos, se había
dedicado a tomar a broma su ausencia, invirtiendo las cualidades que le
reconocían en inocuos defectos. Que no lo consideraban vago sino tan trabajador
que a los 60 años ya había cotizado 35 en la Seguridad Social y podía
prejubilarse. Que no era un comodón sino que se tumbaba en cuanto tenía ocasión
obligado por las recomendaciones de los traumatólogos. Que no era acomodaticio
sino que tenía en consideración todo lo que opinaban los demás y así podía
adaptarse a la tendencia mayoritaria…. Bueno, que le doró la píldora y, gracias
a la ascendencia que tenía sobre él, logró sosegarle y la charla del grupo
empezó como si nada hubiese pasado aunque, por si acaso, todo el mundo anduvo
con pies de plomo en los primeros compases de la conversación.
- Pirulo, el otro día
con eso del sistema educativo estuviste fenomenal, ‘peloteó’ con suavidad
la Surfi. Y después de 1970, según nos
hemos enterado, te metiste en la docencia y hasta fuiste, con la Tatiqui y
otros, un precursor de la Ley del 90, ¿no?
- No lo sabes bien,
dijo la Txuri-Txori. A mediados de los
80, allá por el 84 o el 85, implantaron lo que iba a ser la ESO en unos cuantos
centros de Euskadi.
- ¡No me digas que
aprendiste a dar eusko-graznidos! ¿El Pirulo, un políglota? Y nosotros sin
enterarnos, apostilló el Pisha.
Ante el peligro de que el Pisha empezara a poner en marcha
su gracejo gaditano, que al Pirulo le alegraba los ojillos si no se metía con
él pero que se enfurruñaba en caso contrario, la Txuri-Txori, que sabía que el
aludido tenía en esos momentos la piel muy sensible, intervino rápidamente sin
dejar opción al Pisha de seguir con su discurso.
-Pues para que os
enteréis, era una de las parejas más conocidas en todo el golfo de Bizkaia. Con
un solo defecto que les impidió ser los invitados de honor de cualquier evento
no deportivo, a saber,…¡¡no eran de Bilbao ni siquiera de sus
alrededores!! O peor aún, en muchos
sitios les tomaron por guipuches infiltrados. Y eso pesa mucho.
- Entonces, Pirulo,
¿vosotros erais partidarios de eso que tanto defendían los que redactaron la
ley del 90?, preguntó inocentemente la Surfi. De eso que denominaban comprensividad, o principios de la enseñanza
comprensiva, o, ¡algo así, vamos!
Aquella preguntita tuvo el mismo efecto que el encendido de
la mecha de la ‘’mascletá’’ más ruidosa de la Fallas. Fue como abrir la caja de
Pandora, pues hasta el tranquilo del Filloas levantó la voz y se unió a las
diatribas y descalificaciones que surgieron de todos los picos que estaban
presentes. De todos no, pues la Surfi cerró el suyo y se refugió en el rincón
más alejado, asustada del pandemónium que había originado con su ingenua
afirmación. Tabuló en su pequeño cerebro las frases y afirmaciones que más le
llamaron la atención entre las que había algunas que hasta parecían alabanzas
de la dichosa ley del 90.
Y por si fuera poco, al Guindilla no se le ocurrió otra cosa
que un par de afirmaciones que actuaron como el fulminante de un proyectil
- Pero, ¿la escuela
comprensiva no era lo mejor de aquellos tiempos? Por lo menos aseguraban los gurús
de la educación que era lo que mejor para atender a la diversidad.
-¡Pero si en los
90 ya habían eliminado la enseñanza comprensiva en los países más progresistas!,
vociferó el
Filloas
- ¡Tranquilo, Filloas!
Que gritando no vas a convencer ni a la Surfi ni al Guindilla, terció la
Tatiqui. Lo mejor es trasladarles lo que
decía el profesorado de la nueva ley. Primero dijeron:
‘’Y
eso, ¿qué es? ¿Que vamos a tener más alumnos por aula? ¿Cómo?
¿Comprimiéndolos?’’.
Al cabo de un par
de años si a alguno le preguntaban sobre cómo le iba, contestaban:
‘’¿Diversidad?
¿Heterogeneidad? Lo que tengo en clase es un zoo. A cada uno hay que darle de
comer aparte.’’
Cuando pasaron un
par de lustros la mayoría se conformó con la situación, diciendo:
’O sea, café con leche para todos. Y muy
aguado que si no, se le indigesta a la mayoría’’
Y ahora se
consuelan afirmando que el nivel parecerá que ha bajado, pero como hay más masa
estudiantil, la ciencia, lo que se dice ciencia, hay igual o más que antes
La Txuri-Txori que, hasta el momento, no había abierto el
pico, no pudo ni quiso que la asamblea quedase privada de su opinión
- Pues lo que más se
escucha entre los irakasleak de nuestra zona es que entre que no puedes
suspender a los alumnos porque los traumatizas, no puedes dar una colleja en el
momento oportuno porque es violencia y abuso de autoridad, no puedes mandarles
a freír espárragos porque es bullying o lenguaje sexista,…, no saben qué hacer.
Además, todos dicen que no merece la pena explicar nada porque la mitad no te
escuchan y la otra mitad no te entiende.
- Pues diréis lo que
queráis, pero los padres parecen contentos y la reforma les parece muy bien. Dicen que sus vástagos pasan
de curso hagan lo que hagan y que ni se tienen que preocupar de los boletines de
calificaciones, informó el Borni. Incluso
aseguran que a los chicos les ha crecido la autoestima, porque, según parece, sacan
casi las mismas notas que los que antes eran los primeros de la clase.
-Pues que cuiden
con sus hijos, le
dijo con sorna el Pirulo, que muchos, al
final de la ESO, creían que eran unos ‘’máquinas’’ y cuando empezaron a fallar
se pensaron que no funcionaban por falta de energía y andaban metiendo los
dedos en los enchufes que encontraban por si tenía que cargarse como el
móvil.
- Yo conozco a uno
que aprobó todo haciendo más pellas que un liberado sindical, complementó el Pisha. Y en cuanto empezó a trabajar creía que las
cosas funcionaban igual, y solo iba al taller el viernes para cobrar. No duró
ni quince días.
Antes de que nadie pudiese intervenir de nuevo, la Tatiqui
soltó unas palabras y una aseveración a las que nadie ni pudo ni se atrevió a
darles una réplica
-AUTORITAS,
CALAMITAS, PAIDEIA, ¡que bellas palabras! Pero, ¿quién las entiende? La única
solución que tiene todo esto es aplicar los principios cholistas: RÉVALIDA,
REVÁLIDA y REVÁLIDA, y que todos, en equipo, se empeñen en PASAR, PASAR y PASAR
Las referencias al Cholo Simeone y al Atlético de Madrid fueron
como un bálsamo. Todos vitorearon a la Tatiqui y se pasaron aplaudiendo más
tiempo que los forofos del Atlético después de la eliminación del Bayern.
Lo que no pudieron evitar es que el Pisha volviese a
intervenir en cuanto se acalló el batir de alas y los vivas a la Tatiqui, al
Atlético y a la Real. Aunque los vivas a esta última que lanzó la Txuri-Txori
nadie las entendió
- Yo lo siento, pero
no puedo dejar de daros una noticia que tengo en el buche. No se refiere a nada
de lo que hemos hablado, pero por lo menos está relacionada con cursos de
formación.
La Tatiqui, más para que el personal se olvidase del
‘chuleo’ que habían supuesto sus palabras que por darle ‘cancha’ al Pisha, logró
(se supone que con su AUTORITAS) que todos prestasen atención a lo que iba a
decir el Pisha, que no desaprovechó la ocasión y les comunicó una serie de datos
que había obtenido de lo que había sido un curso de formación, tal vez
subvencionado por la Junta, y que los había obtenido de una fuente fidedigna:
de un alumno que había asistido fielmente a todas las sesiones.
En resumen, la información
fue la siguiente:
TÍTULO:
Carnet de Manipulador de Productos Fitosanitarios
ASISTENTES:
Jardineros no titulados pero con puesto de trabajo
MATRÍCULA:
250 euros, con una aportación suplementaria de 100 euros para obtener el carnet
sin asistir a las clases.
FINANCIACIÓN
SUPLEMENTARIA: Las empresas en las que están
contratados los asistentes aportan 400 euros que les serán descontados de los
pagos que tienen que hacer por el matriculado a la Seguridad Social.
NUMERO
DE MATRICULADOS: 38
NUMERO
DE ASISTENTES (media): 12
SISTEMAS
DE CONTROL:
Durante
el curso, la del profesor (cuando asiste). Los presentes firman y los ausentes
son ‘’firmados’’
Al
fin de curso, se conocen los 38 en la prueba final. Muchos de los que no han
asistido entregan su prueba en blanco. El carnet se entrega por asistencia real
o imaginaria. Por fin, asiste alguien que aparece como inspector del curso y es el que entrega el carnet a cada uno de los presentes.
Para cuando el Pisha
acabó la enumeración de esos datos, salpicados como es natural con sus
ocurrencias respectivas, no quedaban junto a él más que el Pirulo y la Tatiqui,
quienes le compensaron la fuga de ‘’cerebros’’ que se había producido
llevándole a cenar las sobras de unos cuantos bares que participaban en el
Concurso de Tapas y que, por culpa de la falta de clientes, tenían sobras en abundancia.
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