domingo, 8 de mayo de 2016

Semana del 1 al 7 de mayo del 2016

A veces ocurren cosas impensables: este fin de semana no ha aparecido el Pirulo. Todos los que estaban presentes han preguntado a la Tatiqui por la causa de esta incomparecencia, que es la primera vez que ocurría en años. Y la Tatiqui se ha limitado a aducir excusas que a todos les parecieron, cuando menos, infantiles. Que los últimos días le había visto muy alicaído; que si tal vez era por agotamiento, pues le había impuesto una serie de tareas del todo obligadas por el cambio de estación que, a su vez, se había acelerado después del paso de las últimas borrascas,… 

¡En fin! Lo normal, a saber: desenganchar las cortinas, lavarlas, volverlas a enganchar y asegurarse, liado en lo alto de la escalera, que funcionan bien, con la ventaja de que no tiene que lavarlas a mano; cambiar los muebles de la terraza para poder pasar la mañana cómodamente sentados y, si se tercia, también la tarde; repintar lo que va a exponerse a la furia de los elementos a partir de mediados de mayo; quitar los plumíferos y toda la parafernalia de ropajes de invierno y sustituirlos por los de verano, ordenados adecuadamente para su correcta utilización.




A FINALES DE ABRIL



ANTES




DESPUÉS



HOJA CAÍDA, PLANTA RENACIDA


Y cuando todos estaban inmersos en una competición para ver quien ponía al Pirulo ‘a bajar de un burro, ‘como hoja de perejil’, ‘a caldo’, ‘de vuelta y media’,…, héte aquí que aparece el calificado como comodón, acomodaticio, vago cual funcionario prejubilado, …, les mira con desprecio, y les suelta lo siguiente sin cortarse un pelo:

- ¿Qué pasa? ¿No os basta con los políticos que tenéis que meteros conmigo? ¿A alguien le molesta que prefiera tumbarme al sol y que me traigan la manduca? Pues vosotros, si no lo hacéis, no será por falta de ganas sino porque no podéis. Sois una panda de ‘desgraciaos’ que no tenéis un ERE que llevaros a la boca.

Menos mal que la Tatiqui, que conocía al Pirulo como si le hubiera parido, le tranquilizó, convenciéndole de que lo que había escuchado no era una cruel crítica a su persona, aunque lo pareciese, sino una clara manifestación de lo importante que consideraban su presencia y sus cualidades. Lo que pasa es que el grupo, concluyó la Tatiqui, para no caer en la depresión, y ni siquiera en una melancolía con efectos secundarios negativos, se había dedicado a tomar a broma su ausencia, invirtiendo las cualidades que le reconocían en inocuos defectos. Que no lo consideraban vago sino tan trabajador que a los 60 años ya había cotizado 35 en la Seguridad Social y podía prejubilarse. Que no era un comodón sino que se tumbaba en cuanto tenía ocasión obligado por las recomendaciones de los traumatólogos. Que no era acomodaticio sino que tenía en consideración todo lo que opinaban los demás y así podía adaptarse a la tendencia mayoritaria…. Bueno, que le doró la píldora y, gracias a la ascendencia que tenía sobre él, logró sosegarle y la charla del grupo empezó como si nada hubiese pasado aunque, por si acaso, todo el mundo anduvo con pies de plomo en los primeros compases de la conversación.

- Pirulo, el otro día con eso del sistema educativo estuviste fenomenal, ‘peloteó’ con suavidad la Surfi. Y después de 1970, según nos hemos enterado, te metiste en la docencia y hasta fuiste, con la Tatiqui y otros, un precursor de la Ley del 90, ¿no?

- No lo sabes bien, dijo la Txuri-Txori. A mediados de los 80, allá por el 84 o el 85, implantaron lo que iba a ser la ESO en unos cuantos centros de Euskadi.

- ¡No me digas que aprendiste a dar eusko-graznidos! ¿El Pirulo, un políglota? Y nosotros sin enterarnos, apostilló el Pisha.

Ante el peligro de que el Pisha empezara a poner en marcha su gracejo gaditano, que al Pirulo le alegraba los ojillos si no se metía con él pero que se enfurruñaba en caso contrario, la Txuri-Txori, que sabía que el aludido tenía en esos momentos la piel muy sensible, intervino rápidamente sin dejar opción al Pisha de seguir con su discurso.

-Pues para que os enteréis, era una de las parejas más conocidas en todo el golfo de Bizkaia. Con un solo defecto que les impidió ser los invitados de honor de cualquier evento no deportivo, a saber,…¡¡no eran de Bilbao ni siquiera de sus alrededores!!  O peor aún, en muchos sitios les tomaron por guipuches infiltrados. Y eso pesa mucho.

- Entonces, Pirulo, ¿vosotros erais partidarios de eso que tanto defendían los que redactaron la ley del 90?, preguntó inocentemente la Surfi. De eso que denominaban comprensividad, o principios de la enseñanza comprensiva, o, ¡algo así, vamos!

Aquella preguntita tuvo el mismo efecto que el encendido de la mecha de la ‘’mascletá’’ más ruidosa de la Fallas. Fue como abrir la caja de Pandora, pues hasta el tranquilo del Filloas levantó la voz y se unió a las diatribas y descalificaciones que surgieron de todos los picos que estaban presentes. De todos no, pues la Surfi cerró el suyo y se refugió en el rincón más alejado, asustada del pandemónium que había originado con su ingenua afirmación. Tabuló en su pequeño cerebro las frases y afirmaciones que más le llamaron la atención entre las que había algunas que hasta parecían alabanzas de la dichosa ley del 90.

Y por si fuera poco, al Guindilla no se le ocurrió otra cosa que un par de afirmaciones que actuaron como el fulminante de un proyectil

- Pero, ¿la escuela comprensiva no era lo mejor de aquellos tiempos? Por lo menos aseguraban los gurús de la educación que era lo que mejor para atender a la diversidad.

-¡Pero si en los 90 ya habían eliminado la enseñanza comprensiva en los países más progresistas!, vociferó el Filloas

- ¡Tranquilo, Filloas! Que gritando no vas a convencer ni a la Surfi ni al Guindilla, terció la Tatiqui. Lo mejor es trasladarles lo que decía el profesorado de la nueva ley. Primero dijeron:

‘’Y eso, ¿qué es? ¿Que vamos a tener más alumnos por aula? ¿Cómo? ¿Comprimiéndolos?’’.

Al cabo de un par de años si a alguno le preguntaban sobre cómo le iba, contestaban:

‘’¿Diversidad? ¿Heterogeneidad? Lo que tengo en clase es un zoo. A cada uno hay que darle de comer aparte.’’

Cuando pasaron un par de lustros la mayoría se conformó con la situación, diciendo:

 ’O sea, café con leche para todos. Y muy aguado que si no, se le indigesta a la mayoría’’

Y ahora se consuelan afirmando que el nivel parecerá que ha bajado, pero como hay más masa estudiantil, la ciencia, lo que se dice ciencia, hay igual o más que antes

La Txuri-Txori que, hasta el momento, no había abierto el pico, no pudo ni quiso que la asamblea quedase privada de su opinión

- Pues lo que más se escucha entre los irakasleak de nuestra zona es que entre que no puedes suspender a los alumnos porque los traumatizas, no puedes dar una colleja en el momento oportuno porque es violencia y abuso de autoridad, no puedes mandarles a freír espárragos porque es bullying o lenguaje sexista,…, no saben qué hacer. Además, todos dicen que no merece la pena explicar nada porque la mitad no te escuchan y la otra mitad no te entiende.

- Pues diréis lo que queráis, pero los padres parecen contentos y la reforma les parece muy bien. Dicen que sus vástagos pasan de curso hagan lo que hagan y que ni se tienen que preocupar de los boletines de calificaciones, informó el Borni. Incluso aseguran que a los chicos les ha crecido la autoestima, porque, según parece, sacan casi las mismas notas que los que antes eran los primeros de la clase.

-Pues que cuiden con sus hijos, le dijo con sorna el Pirulo, que muchos, al final de la ESO, creían que eran unos ‘’máquinas’’ y cuando empezaron a fallar se pensaron que no funcionaban por falta de energía y andaban metiendo los dedos en los enchufes que encontraban por si tenía que cargarse como el móvil.

- Yo conozco a uno que aprobó todo haciendo más pellas que un liberado sindical, complementó el Pisha. Y en cuanto empezó a trabajar creía que las cosas funcionaban igual, y solo iba al taller el viernes para cobrar. No duró ni quince días.

Antes de que nadie pudiese intervenir de nuevo, la Tatiqui soltó unas palabras y una aseveración a las que nadie ni pudo ni se atrevió a darles una réplica

-AUTORITAS, CALAMITAS, PAIDEIA, ¡que bellas palabras! Pero, ¿quién las entiende? La única solución que tiene todo esto es aplicar los principios cholistas: RÉVALIDA, REVÁLIDA y REVÁLIDA, y que todos, en equipo, se empeñen en PASAR, PASAR y PASAR

Las referencias al Cholo Simeone y al Atlético de Madrid fueron como un bálsamo. Todos vitorearon a la Tatiqui y se pasaron aplaudiendo más tiempo que los forofos del Atlético después de la eliminación del Bayern.

Lo que no pudieron evitar es que el Pisha volviese a intervenir en cuanto se acalló el batir de alas y los vivas a la Tatiqui, al Atlético y a la Real. Aunque los vivas a esta última que lanzó la Txuri-Txori nadie las entendió

- Yo lo siento, pero no puedo dejar de daros una noticia que tengo en el buche. No se refiere a nada de lo que hemos hablado, pero por lo menos está relacionada con cursos de formación.

La Tatiqui, más para que el personal se olvidase del ‘chuleo’ que habían supuesto sus palabras que por darle ‘cancha’ al Pisha, logró (se supone que con su AUTORITAS) que todos prestasen atención a lo que iba a decir el Pisha, que no desaprovechó la ocasión y les comunicó una serie de datos que había obtenido de lo que había sido un curso de formación, tal vez subvencionado por la Junta, y que los había obtenido de una fuente fidedigna: de un alumno que había asistido fielmente a todas las sesiones.

 En resumen, la información fue la siguiente:

TÍTULO: Carnet de Manipulador de Productos Fitosanitarios

ASISTENTES: Jardineros no titulados pero con puesto de trabajo

MATRÍCULA: 250 euros, con una aportación suplementaria de 100 euros para obtener el carnet sin asistir a las clases.

FINANCIACIÓN SUPLEMENTARIA: Las empresas en las que están contratados los asistentes aportan 400 euros que les serán descontados de los pagos que tienen que hacer por el matriculado a la Seguridad Social.

NUMERO DE MATRICULADOS: 38

NUMERO DE ASISTENTES (media): 12

SISTEMAS DE CONTROL:

Durante el curso, la del profesor (cuando asiste). Los presentes firman y los ausentes son ‘’firmados’’

Al fin de curso, se conocen los 38 en la prueba final. Muchos de los que no han asistido entregan su prueba en blanco. El carnet se entrega por asistencia real o imaginaria. Por fin, asiste alguien que aparece como inspector del curso y es el que entrega el carnet a cada uno de los presentes.


 Para cuando el Pisha acabó la enumeración de esos datos, salpicados como es natural con sus ocurrencias respectivas, no quedaban junto a él más que el Pirulo y la Tatiqui, quienes le compensaron la fuga de ‘’cerebros’’ que se había producido llevándole a cenar las sobras de unos cuantos bares que participaban en el Concurso de Tapas y que, por culpa de la falta de clientes,  tenían sobras en abundancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario