Semana del 11 al 17 de enero del 2015
Esta semana me han tenido
entretenido. Resulta que a la mayoría de los polluelos de las gaviotas de la
zona les habían mandado a un curso de esos de formación que organiza el
Servicio de Protección de
Especies en Peligro de Extinción, los PEPEs como
vulgarmente se les llama, para que aprendiesen a volar. Y el resultado no ha
sido el más adecuado que digamos, tal vez por no considerarlas de una especie
en peligro de extinción. El caso es que el profesor-gaviota debía de haber
aprendido su oficio al amparo de esos políticos que solo vuelan con el viento a
favor y aprovechándose de las circunstancias para lograr sus objetivos, sin
pensar en nada ni en nadie más. Resultado: que los polluelos sólo saben volar
hacia poniente cuando hay levante, y a la inversa. Y como aquí no hay casi
nunca viento del norte, pues eso de adentrarse volando hacia el sur, es decir,
hacia el mar abierto en busca de condumio, …¡nada de nada!
Lo descubrí cuando les anuncié
que íbamos a hacer una incursión en la zona donde abundan los cardúmenes de
boquerones, que está a unas cinco millas de la costa, y me lancé a volar mar
adentro.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaTJMEfona1yzeZvFgB-GCu0aIplvfCnrEFnH4frnl-R5sbkcSexWfHu_w4pS5OX8RynCehj45YTw9-T9KtTea2wzIDBHQTTGSx767jjf5DaMHRnCqmOvUO6biC8vohEBb3yNZaClgm_E6/s400/bancos+de+peces+(3).jpg)
Como no oía aletear a nadie detrás de mí, me volví y me encontré con
una escena que, si no hubiese sido por la responsabilidad de mi recién
estrenado magisterio, me habría dado un ataque de risa de los que hacen época,
aunque no pude evitar un par de carcajadas espontáneas. Aleteaban en la orilla,
despegaban de la superficie del mar durante un par de metros, y…¡volvían a caer
al agua! Y algunos de los polluelos…¡ni eso! Se limitaban a permanecer en la
superficie del agua, movían convulsivamente sus patitas, y pretendían así
avanzar en la dirección que yo había indicado previamente. El problema era
claro. Como siempre habían volado a favor del viento, los músculos de sus alas,
los pectorales, no se habían desarrollado más que lo suficiente para
mantenerlas extendidas y así aprovechar las ráfagas de viento (de poniente o de
levante, pero nada más). Pero de aletear con fuerza, nada de nada. Y hasta
algunos plantearon, con gestos de enfado, que para qué servía eso de aletear si
dejándose llevar por el viento se volaba ‘’guay’’, y que lo único que tenían
que desarrollar eran los músculos de la cola para emplearla como timón, y así
dirigir su vuelo. ¡Eso sí, sólo p’alante!
Ante tal situación solo se me
ocurrió un ejercicio. Reuní a todos los polluelos en una zona cercana al único
chiringuito que permanecía abierto en estas fechas, con el fin de estar próximo
a los contenedores de sobras de comida que disponía. Porque en estos días, las
sobras de crustáceos y pescado eran más abundantes pues no las podían
aprovechar en la elaboración de las paellas que utilizaban para ofrecer tapas a
los abundantes clientes que lo frecuentaban en verano. Una vez allí los puse en
filas de a tres, de tal manera que el segundo de la fila se sujetaba con el
pico a la cola del primero, y el tercero a la del segundo. A una orden mía, el
primero de cada fila debía de aletear con fuerza y arrastrar a los otros dos de
la manera que pudiese, o salto-andando de esa manera tan graciosa que tenemos
las gaviotas, o volando a ras de suelo. Daba igual, el caso era que arrastrasen
a los dos que tenían ‘colgados’ detrás. Cada cinco o diez minutos el que iba primero
pasaba a la última posición, al estilo de los ciclistas en una contrarreloj por
equipos. Cada cierto tiempo reponíamos fuerzas en los contenedores, y…¡vuelta a
empezar! ¡En un par de semanas los tuve listos!.
BENAHAVIS: ZONA REFUGIO PARA DESCANSAR
Cuando conté esto en la reunión
del grupo, y después de escuchar las chuflas que se le ocurría a cada quién,
acabamos centrando nuestro diálogo en los problemas de la enseñanza, las leyes
educativas, el profesorado, el alumnado,…
- Yo no sé lo que pasa en este país, pero por lo que se ve en los periódicos,
cada vez que sale una ley educativa, todas las autonomías están en contra,
dijo la Tatiqui, iniciando el diálogo. Antes
con la LOGSE y ahora con la LOMCE.
- ¿Y qué es eso de la LOMCE?, preguntó la Surfi
- ¡Pues una ley!, le aclaró el Pisha. Pero en abreviatura. Y por lo que he oído, LOMCE significa Ley Orgásmica para Meter
en Cintura a los Estudiantes
-¡Pisha, no enredes!, intervino el Pirulo. Que bastante liada está ya la cosa. LOMCE quiere decir Ley Orgánica para la Mejora
de la Calidad de la Enseñanza
- Pues por lo que me han dicho, es una ley sectaria pues dice que la
Religión tiene validez académica, insistió el Pisha. ¡Hasta ahí íbamos a llegar!
- ¡Eso, eso!, apoyó el Borni. Y
encima inducen a pensar que Judas no era judío sino catalán, por eso de las
famosas treinta monedas. ¡Y además, discriminatoria! Ponen pruebas externas
para poder decir que los alumnos más listos son los nuestros, y nos miren con
malos ojos.
- ¡Calma, calma!, intervino el Filloas con su habitual flema gallega.
¡Que no es para tanto! Para empezar, si
la Religión tiene validez académica, servirá lo mismo para católicos,
protestantes o musulmanes. Y además, la asignatura alternativa (que no sé ni
cuál va a ser) también tendría validez académica. Y así, los alumnos, en función
de los ‘’profes’’, podrán elegir aquella en que sea más fácil sacar buenas
notas.
- Tú dirás lo que quieras, Filloas, dijo la Txuri-Txori, pero no me negarás que lo de exigir aprobar
todas las asignaturas (o casi) para conservar una beca universitaria no va a
dejar fuera a un montón de alumnos, y como serán los de menos recursos
económicos, pues…¡discriminatoria!
Ante esa afirmación, el Pisha,
que había tenido que hacer en cinco ocasiones el curso ‘’Captura de boquerones
con vuelo rasante’’, porque en las cuatro primeras se las había pasado de picos
pardos sin acudir a clase, no pudo aguantarse.
-Esta vez te doy la razón aunque seas del norte. Como la apliquen, se
quedan sin beca todos los que hayan decidido hacer la carrera asignatura a
asignatura en vez de curso a curso. Y sus familias, a los cinco o seis años de
empezar los estudios, los tienen apoltronados en el sofá del salón sin pegar
palo al agua. ¡Y eso no hay quien lo aguante!
Cuando ya parecía que el tema no
daba para más, intervino el Guindilla:
- Lo que no entiendo es por qué califican la ley de retrógrada por
permitir aulas con separación de sexos. Por lo que me han explicado amigos
ingleses de Gibraltar, en su país ya lo están permitiendo porque han comprobado
que, a ciertas edades, la separación mejora los resultados de unas y de otros.
A ver si nos va a pasar como en la LOGSE y a la inversa. Entonces implantamos
aquí algo que se llamaba ‘’escuela comprensiva’’, cuando en esos mismos años
los que la habían inventado estaban ya eliminándola en su país por no tener la
eficacia prevista. Y además con efectos secundarios no previstos, como el que
algunos alumnos, como dice el Pisha, no daban palo al agua y pasaban tan
felices de curso.
ALGUNOS VETERANOS DAN LA ESPALDA A LA LOMCE
Y A LOS MÁS JÓVENES LES IMPORTA UN PITO
Ante tal intervención nos
quedamos sin posibilidad de réplica por falta de argumentos sólidos y fiables,
por lo que todos pedimos, casi al unísono, tiempo muerto para repensarnos los
temas expuestos, aunque algunos teníamos claro que el poner punto final a la
reunión era, a decir verdad, para olvidarnos totalmente del tema.
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