domingo, 3 de noviembre de 2013

Semana del 27 de octubre al2 de noviembre del 2013 (de Amigos)

Lo del accidente con mi pico y su posterior arreglo dio mucho que hablar, y lo que me ocurrió con el globito se extendió de costa a costa, desde el Cantábrico hasta el Ampurdán. Aunque a decir verdad, la historia que se contaba  muchas de las veces no tenía ningún parecido con la realidad. Que si había confundido una patera con un atún; que me lo había destrozado en una pelea por una gaviota que me hacía tilín; que me lo había provocado un disparo de la guardia civil al acercarme en vuelo rasante a un pesquero que faenaba cerca de Gibraltar;…En fin, el caso es que cuando se enteraron mis amigos de que me había puesto una prótesis metálica y un poco ganchuda para ampliarme el abanico de presas a capturar, y así facilitarme una alimentación más variada, vinieron a verme. Y no solo acudieron los de la costa andaluza, sino que también se presentaron la Txuri-Txori y el Borni. Como sabían que todavía estaba en la fase de rehabilitación muscular y de aprendizaje en el uso de mi nueva prótesis, casi todos llegaron con alimentos ‘ad hoc’.

El Pisha me proporcionó un batido de tortilla de camarones con Barbadillo blanco que estaba de cine, y que duró menos que la paga de un jubilado con hijos/as en paro, pues en su desaparición se empeñaron en participar todos los asistentes a la reunión.

La Surfi se excusó diciendo que en su zona solo encontraba bocatas de arena, pues lo de dentro se lo comían los surfistas centroeuropeos que llegaban con mucho pelo y pocos euros. No obstante me sacó con mucho misterio un envoltorio de debajo de las alas y me dijo:

- Al pasar por Estepona he podido agenciarme estos higos ‘culito de miel’ que son tan tiernos que podrás sorberlos hasta con el pico cerrado

Se me abrieron los ojos como platos, y antes de intentar decir nada ya estaba la Txuri-Txori preguntando:

-¿Qué dishes, puesh?¿’Culito de miel’?

- ¡¡Sí!! ¡¡’Culito de miel’!! ¡Que esto no lo tenéis por allí, en el norte! -y continuó explicando- Son unos higos a los que les ponen una gota de aceite cuando se empiezan a abrir y, no sé por qué, producen más azúcar y son mucho más dulces. O no les ponen nada, y se cierra el agujerito con una gota que parece miel. Pero el caso es que son especiales, muy dulces.

Todos levantamos las cejas extrañados, pero cuando los probamos le dimos la razón. Eran muy tiernos, muy dulces y se podía comer hasta la piel.

- Pues para frutas con nombres raros podíais haber traído ‘’huevos de fraile’’ y el Pirulo podría hacer un licuado con ellos, intervino el Guindilla.

- ¡Aizu! ¿Qué es eso?, dijo con un tono casi imperceptible la Txuri-Txori.

-¡Pues qué va a ser! ¡Esas ciruelas moradas y ovaladas que se dan en esta época!, aclaró despectivamente el Guindilla.

Al mismo tiempo desenvolvía una copa de champán con caviar y me la entregaba con una sonrisa de ‘’¡Aquí estoy yo!’’ e hinchando los pectorales.

- ¡Con estas proteínas hasta tu pico va a brillar como el oro!

A la Txuri-Txori se le veía cabizbaja, con el entrecejo fruncido y dolida de su propia ignorancia en relación con el lenguaje y las denominaciones de esta zona y, mirándonos desafiante, nos mostró un envase transparente que a todos nos pareció chocolate. Los presentes empezaron a animarla

- ¡Así me gusta Txuri-Txori! ¡Chocolate y en cantidad!

- ¡Eso! ¿Y los tejeringos?

- ¿También has traído un infiernillo para calentarlo?

A medida que nos oía, la Txuri-Txori se iba animando y, ni corta ni perezosa, extrajo de no sé dónde unos vasitos de plástico, los fue llenando sin decir ‘esta boca es mía’, y no los repartió advirtiéndonos que esperásemos pues lo que nos daba era para brindar. Levantó el vaso y, haciendo un esfuerzo de pronunciación, dijo:

- ¡Por la grasia andalusa y olé!

E inició el gesto de bebérselo, pero sin completarlo, mientras que todos los demás nos echábamos el brebaje al coleto. ¡Y brebaje que era! Lo escupimos todos como pudimos, pues nos supo al típico puchero andaluz.

- Pero, ¿qué es esto?

-  ¿Intentas eliminarnos y pedir la independencia?

- ¿Esto es lo que ha hundido vuestras cooperativas?

Mientras que las carcajadas de la Txuri-Txori se oían hasta en el vertedero de Beasain, y entre lágrimas e hipidos nos aclaró:

- ¡¡Son alubias de Tolosa en puré!! ¡Lo mejor de Euskadi!

Aceptamos su pequeña venganza con gallardía y montamos un buffet con lo que quedaba de lo que habían traído, incluyendo la butifarra con monchetas del Borni y los boquerones robados por la Tatiqui en el caladero de Gibraltar.

Fue una noche mágica en la que acabamos cantando hasta el ‘Boga boga’ en honor a la Txuri-Txori, pero con acento andaluz, antes de irnos a dormir a la zona más tranquila de los alrededores: Guadalmina.


Nota.-Lo del engaño del chocolate responde a un hecho real que perpetraron unos nietos a su abuela en una tarde lluviosa del norte, hace muchos, muchos años. ¡Y dio resultado!

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