sábado, 5 de octubre de 2013

Semana del 29 de septiembre al  5 de octubre del 2013 (Otoño)

Ante la amenaza de las borrascas otoñales del Atlántico, se presentaron por estos lares el Guindilla  y el Pisha, ya que en cuanto entran los frentes nubosos por el golfo de Cádiz, no tienen nada que llevarse al pico por lo menos en un par de semanas.
Estábamos descansando junto a un chiringuito, que es donde habíamos cenado a base de tapas, es decir, atrapando todo lo que caía de las mesas como vulgares palomas o gorriones, cuando nos dimos cuenta que todos estaban mirando el televisor. En verdad, nunca hemos sabido el por qué, en algunos restaurantes, tienen encendido el televisor durante las comidas o cenas. Debe ser para que los comensales se sientan como en casa, y conserven esa costumbre de engullir sin decir palabra a los que les rodean, sean familiares o amigos. En ese momento estaban informando sobre unos estudios en relación con el cambio climático, la contaminación o algo así, que había realizado un rimbombante instituto internacional. Pero como daba la casualidad de que ya habíamos cenado, nos pusimos a darle al pico sobre el tema, e improvisamos una tertulia de esas que aparecen a todas horas en cualquier canal de TV.

- Anda que estos catastrofistas se lo ponen crudo a nuestros descendientes, pues por lo menos a mí poco me va a afectar lo que pase a finales de este siglo, comencé yo.
-¡Piensa un poco en los demás, Pirulo! ¿Qué va a hacer esta pobre gente de Sotogrande cuando suba el mar y les inunde sus bien surtidas bodegas?, me replicó el Guindilla
- Que, ¿qué van a hacer? ¡Anda ya! Pues construirse otras al otro lado de la autovía después de desalojar y recalificar las zonas que les interesen. El problema será para nosotros, los de Cái. Que aquello va a ser la Venecia andalusí, pero sin góndolas, terció el Pisha
- Pues yo estoy a favor de esa gente que defiende la conservación de la naturaleza y luchan para dejar a nuestros descendientes una Tierra lo más habitable posible, afirmó muy serio el Guindilla.
Como yo seguía callado y eso era muy extraño para mis contertulios, me miraron, se miraron, y al cabo de unos interminables segundos el Pisha se atrevió a decir:
-¿Qué te pasa, Pirulo? ¿Te ha dado un pasmo? No haces más que levantar y bajar las cejas y mirar al horizonte como si esperases una aparición.

Volví a mi ser (aunque tardé en encontrarlo) y les solté una perorata que interrumpí bruscamente cuando me dí cuenta de que el cabeceo de ambos no era de aquiescencia sino de somnolencia profunda. En resumen, esto es más o menos lo que les dije:

- Que me parece muy bien eso de conservar el planeta habitable y de colorines, pero que como  no cambiemos a los que lo habitan en él, seguirá habiendo un aumento de gente que abuse de los demás y que viva a costa de los de más abajo: financieros sin escrúpulos, dueños de industrias varias, políticos,…
-Que si se han dado cuenta los ecologistas y demás bien pensantes que es muy fácil impedir la captura de un par de ballenas pero que a ver quién es el majo capaz de hacer cerrar las industrias químicas, farmacéuticas,…, que contaminan en los llamados países emergentes. Y no digo nada de las instaladas en distintas zonas del  tercer mundo.
-Que los del G-8, G-20, G-…, me contesten a unas cuantas preguntas: ¿Por qué se inician las guerras? ¿Por intereses económicos? ¿Por disputas del poder e influencia en distintas partes del globo? ¿Por qué se mantienen esas guerras en zonas donde no existen fábricas de armas? ¿Quién las vende y se beneficia por ello?...
-Que si supiéramos vivir juntitos y sin pelearnos, lo pasaríamos mejor en las pocas elevaciones de terreno que queden cuando suba la marea, que en playas paradisíacas donde sólo pueden ir los que se forran a costa de los demás.
- ¿Economía de subsistencia como la de los jubilados? ¿Consumismo sin barreras? ¡Aquí todo se fabrica con fecha de caducidad! ¡Eso sí, menos los políticos, que lo son para toda la vida!

Para despertar a mis contertulios no se me ocurrió otra cosa que graznar con la mayor intensidad posible:
- ¡Un ERE! ¡Que están planificando un ERE en el chiringuito!
Se despertaron bruscamente, graznando al unísono
- ¡Que me apunten, que llevo tres meses de administrador de basuras!
Cuando se dieron cuenta de que el chiringuito estaba cerrado y con las luces apagadas, me miraron con el entrecejo fruncido, y yo me defendí
- ¡Era una broma!
- ¡Pues ahórrate este tipo de bromas! No sabes lo que es despertarse con la esperanza de un ERE, y a los 15 segundos darte cuenta que te quedan otros 10 años de ‘currelo’. Y encima perdí la posibilidad de hacerme de un sindicato cuando se me aflojaron las tripas en el momento de sobrevolar una manifestación. ¡No te imaginas cómo puse un par de cabezas de los que la presidían!, me dijo el Guindilla antes de mirarme con desprecio e iniciar el vuelo hacia San Roque.
- No te preocupes Pirulo, dijo el Pisha, que ese se olvidará de todo en cuanto se encuentre unas sobras de salmón ahumado. Además, no sé para qué quiere un ERE si a lo que está acostumbrado es a las quiebras fraudulentas
- Pero a ti si te vendría bien, ¿no?, le dije yo.
- Yo me lo paso bien con muy poco. Y si me entra la ‘depre’ me doy una vuelta por el barrio de la Viña escuchando a la gente, y lo paso ‘pipa’ aunque solo consiga un par de trozos de pan duro, me contestó

Y diciendo esto, emprendió el vuelo de vuelta a casa, y me dejó cavilando y mirando embobado la luna grande.

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