domingo, 29 de septiembre de 2013

Semana del 22 al 28 de septiembre del 2013 (Educación 2)

Volvía de un paseo que había dado mar adentro, buscando algún pesquero de palangre que estuviese preparando el cebo de los anzuelos, y arrojase algo que llevarme al pico antes de comenzar a faenar, cuando oí que me llamaba un amigo que trabajaba de pinche de cocina en un chiringuito de la playa.  Me coloqué en la zona de pretil más cercana para poderle oír con nitidez.
- ¡Eh, Pirulo! ¡Mira lo que me he encontrado! ¿No estabas buscando los papeles que arrojaba el otro día aquel profesor jubilado, bigotudo y con gafas de sol? Pues aquí tienes un par de folios por si te interesan.
Los recogí con el pico, me fui a la sombra y, no sin dificultades, conseguí desarrugarlos con las dos patitas y el pico. Tardé casi media hora en dejarlos en condiciones para leerlos, y eso que tenía las caderas como un recién nacido, y no como la de algunos que a base de batacazos o lo que sea, las tienen para el arrastre. Y esto es lo que leí.


Y LOS ALUMNOS, ¿QUÉ?

Después de tantos años en la enseñanza no sé lo que provoca que los alumnos se dediquen a estudiar o a pasárselo bien. Solo tengo recuerdos personales de lo que me pasó a mí, o de la actuación de los alumnos que me padecieron.

Lo primero que recuerdo es que a los 3 años fui a un colegio (o lo que fuese) de monjas, donde estuve hasta los 6 años. Luego me incorporé a un colegio de ‘mayores’. Y de esa época me queda una imagen de cuando tenía 5 años, que no se corresponde para nada con la que ahora vemos  a la entrada de un centro de Educación Infantil (madres, padres, abuelos, coches en segunda fila,…): la de llevar de la mano a mis dos hermanos de 4 y 3 años hasta el colegio, solos y teniendo que cruzar dos calles por las que pasaban tranvías y algún coche (en aquella época, pocos) ¿Irresponsabilidad de los padres? ¿Emancipación temprana? ¿Inicio de lo que ahora no hacen los políticos, es decir, asumir responsabilidades? Lo que sí puedo asegurar es que no he tenido ningún trauma ni fobia como consecuencia de esa situación.

De los diez años en el colegio de ‘mayores’, me quedan imágenes y situaciones que ha respetado mi Alzheimer selectivo. Y que a veces recordamos los que quedamos del grupo que convivimos en la misma clase durante ese tiempo, en una comida que se celebra todos los años en el mes de noviembre.

- Todas las semanas pasaba el director del colegio por la clase, para leernos en público las notas que había logrado cada uno incluyendo, claro está, las de Conducta y Aplicación. Y esas notas las firmaba el fin de semana mi padre haciendo los comentarios pertinentes. Yo, antes de llevarlas a casa y si las notas eran buenas, pasaba por la farmacia donde comprábamos las medicinas para enseñárselas, pues sabía que saldría saboreando unas cuantas pastillas Juanola o alguna gominola. ¿Exceso de control? ¿Valoración familiar y social del esfuerzo realizado? A mí me servía para animarme o para procurar que a la semana siguiente no tuviese que ver malas caras o perdiese la exigua paga semanal.
- Teníamos profesores de todo tipo y con motes variados (Chapete, Macaco, Floripondio,…). Pero en casa no podíamos ni poner en duda sus decisiones ni siquiera citarlos por el mote. De vez en cuando nuestras reclamaciones y/o justificaciones eran ciertas y reales, pero acabábamos asumiendo las actuaciones más o menos incorrectas del profesorado y nos adaptábamos a sus ‘rarezas’. ¿Autoritarismo? ¿Alienación social? ¿Respeto a la jerarquía establecida?
- Tuve que superar dos exámenes serios: el de ingreso en el Bachillerato, a los 10 años, y la Reválida de Bachillerato, a los 15 años. ¡Y esta última fue ORAL! ¡Y ante profesores de la Universidad del Distrito al que pertenecíamos!. No crearon ningún problema en mi desarrollo personal (que yo sepa), tal vez porque superé ambas pruebas.

¿Y de mis alumnos? Pues lo primero que me di cuenta era que si ellos estaban a gusto y sin tensiones en clase, el rendimiento mejoraba.

- El primer curso que impartí clases de Química a alumnos de 13-14 años, y tal vez por mi inexperiencia, no se me ocurrió otra cosa que pedirles que trajeran un litro de vino cada uno y organizar el temario en torno a trabajos con ese vino en el laboratorio: decoloración del vino, destilación, obtención del residuo seco, análisis,… Resultado: para mí, horas de trabajo; para los alumnos, no lo sé, pero no faltaron más que por enfermedad.
- Los alumnos mejoraban sus resultados cuando aproximaba lo teórico a lo real. En física, tenían mejores notas cuando los enunciados de los problemas me los inventaba, e introducía situaciones de su vida real. O cuando previamente teníamos una clase en la que eran los alumnos quienes me examinaban, poniéndome a prueba con problemas rebuscados que ellos mismos habían encontrado en otros libros de texto. El verme dar vueltas al texto, buscar soluciones posibles o, incluso, darme por vencido, les daba pistas sobre cómo razonar, relacionar datos,…
- En casos concretos, la colaboración con los padres encauzaba situaciones y solucionaba conflictos. Como el caso de dos vecinos que tenían que decidir si sus hijos (16años) seguían estudiando o se ponían a trabajar, al ver los resultados que habían obtenido en junio. Después de las clases del verano, a uno le dije que su hijo podía estudiar lo que quisiese, y hoy es abogado. En cambio el otro, no estaba por la labor, y prefería entrar de aprendiz en una carpintería. Hoy hace unos muebles de marquetería que le han solucionado la vida.

Concluyendo. Si los padres, profesores y la sociedad no están por la labor de favorecer y compensar el esfuerzo; si no diese lo mismo el trabajar que el no dar ni golpe, porque al fin y al cabo uno puede llegar a concejal o diputado de las dos maneras; si no acostumbramos a los niños desde pequeños a que hay que respetar a las personas y cumplir las normas de convivencia y, naturalmente, damos ejemplo de ello; si…
Pero no continuemos. Creo que todos sabemos lo que hay que hacer para aumentar la calidad de la enseñanza, y que no es sólo cuestión de aumentar las partidas presupuestarias correspondientes.

Después de leer este par de folios, me congratulé, me regocijé e hice un par de piruetas acrobáticas en honor a la naturaleza, que es la que nos ha dado el instinto necesario para educar a nuestras crías en lo fundamental, sin virguerías y sin intentar enseñarles a volar con la velocidad de los vencejos ni a la altura de los aguiluchos. En cuanto saben volar nos siguen y aprenden. Eso sí, a las gaviotas adultas no se nos ocurre hacer nada fuera de aquello para lo que nos ha preparado la madre naturaleza.  




domingo, 22 de septiembre de 2013

Semana del 15 al 21 de septiembre del 2013 (Autonomías)

Diario Sur del 19 de septiembre del 2013:
Moraga popular para despedir el verano marbellí
MARBELLA
Marbella celebra una gran moraga popular como homenaje al turismo y al municipio.  Las playas de La Salida de San Pedro de Alcántara, la Venus de Marbella y Pinomar de Las Chapas serán escenario de esta fiesta popular en la que se repartirán entre los asistentes 1.500 kilos de sardinas en espeto y unos 200 kilos de tomates. Como novedad en esta edición, que vuelve a ser gratuita para todos los asistentes, la asociación Aspandem tendrá colocada en las tres ubicaciones, una urna para aquellas personas que quieran entregar un donativo.

Ante esta noticia, se acercaron a San Pedro de Alcántara mis compadres ‘al olor de la sardina’, y nunca mejor dicho. Se presentaron los habituales, es decir, el Guindilla, la Txuri-txori (que todavía revoloteaba por aquí), Pepe el ‘pisha’ de Cádiz, la Tatiqui y hasta la Surfi. A la Txuri-txori le acompañaba el Borni (el Tuerto en castellano) que había venido a descansar unos días desde Catalunya. Según nos explicó, el nombre era reciente pues antes, a este intelectual se le conocía en todos lados por el ‘Quatre ulls’’, debido a las gafas que siempre llevaba puestas. Ahora solo usaba monóculo ya que recibió un golpe en un ojo con un objeto desconocido por acercarse demasiado a una celebración que había en la Plaza de Canaletas. Desde entonces el Borni, cuando estaba en tierra, tenía unos andares laterales que daban risa, y no digo nada cuando volaba describiendo curvas helicoidales para poder percibir todo lo que tenía a su alrededor.
Nos situamos en el grupo de eucaliptos que había próximo a la zona donde se iba a celebrar la moraga, y estábamos atentos (y atentas) a las maniobras de los que estaban preparando los espetos. Y esto porque, de vez en cuando, algún manazas, más que ensartar la sardina en la caña lo que hacía era destrozarla. Y al ver que quedaba inservible, la arrojaba disimuladamente hacia nosotros, y era la Txuri-txori  la más espabilada, aunque hay que reconocer que luego compartía amablemente su captura con el Borni. Este lo intentó solo una vez pero, aparte de perder el monóculo, su vuelo zigzagueante a ras de playa lo único que provocó fue una minitormenta de arena y, como consecuencia, que volviese con el pico vacío y con el buche lleno de arena. Supongo que para compensar la imagen que suponía nos había dado, nos explicó pomposamente la que había sido y suponía la última celebración del día de Catalunya. Pero, como en toda moraga que se precie, la cosa se transformó en algo muy poco serio ya que a cada elucubración autonómica o similar del Borni, había más de un pico dispuesto a contestarle con afirmaciones mitad verdad, mitad chirigota gaditana. Y para muestra, unos cuantos botones:
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Afirmación del Borni: Cuando seamos independientes, solo con las exportaciones de cava, nos forramos.
Puntualizaciones:
- Como no pongáis la etiqueta del Dom Perignon y las vendáis en Sotogrande para llenar piscinas, lo tenéis claro, le contesto el Guindilla
- ¡Eso!¡Eso! Poner, puesh, etiqueta blanca y roja y con letras grandes ‘Agua de Bilbao’. En la calle Pozas, antes de los partidos del Atleti, os forráis, apostilló la Txuri-txori.
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Otra afirmación del Borni; Lo de la cadena humana del otro día no me negaréis que fue impresionante.
- Para cadena humana la que se forma en el Rocío todos los años, y no digo nada de la que hacen los guiris en la feria de San Pedro bebiendo rebujito de caseta en caseta. Y además son mucho más alegres, respondí yo.
- ¡Anda!, que quitáis de la cadena a los de sangre andaluza y os queda una cadenilla que os la podéis poner en el tobillo. Os pasa igual que en La Línea, que si mandan fuera a los gibraltareños su población se limita al de las pipas, el de las gominolas y…el   que vende tabaco de contrabando, puntualizó la Tatiqui
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Lo último del Borni: Es que no lo entendéis. Somos nación desde tiempo inmemorial, y además…
- ¡Vaya puesh! Nosotros ni te digo, interrumpió la Txuri-txori, Y encima ayudamos a conquistar territorios a los de la meseta, que por algo tenemos el cupo. ¡Y no me digáis nada del ‘morenito’ que juega en el Atleti!¡Que tiene el Rh negativo de Lope de Agirre! (No puedo describir aquí la cara que puso el Borni cuando oyó mencionar el cupo vasco)
- ¿Y Cái qué?, gritó el Pisha para hacerse oír,  vivimos aislados un montón de tiempo, y en vez de discutir bobadas nos dio tiempo a inventar la tortilla francesa, el pan de Cádiz y hasta una Constitución.
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La Surfi, que había estado callada todo el rato, nos miró despectivamente por encima del ala, y sin dejarnos abrir el pico, sentenció con voz mitad aguardentosa mitad de diputado en la tribuna de oradores:
- No tenéis ni idea de lo que es eso de las autonomías. A mí me lo vais a explicar que he hablado con surfistas de todas las costas españolas. Y hasta con algunos pirados que hacían surf en el Manzanares.
Nos quedamos un poco alelados, lo que aprovechó para largarnos la siguiente disertación que más parecía sacada del Wilkipedia que de diálogos entre surfistas.
- Tú, Pisha, que entiendes de Constitución, ya lo sabes. El nacimiento es político. Simple y llanamente una cesión de cuotas de poder a los partidos periféricos para que no diesen la matraca con eso del binomio Madrid-periferia. Lo que pasa es que cuando tuvieron el poder se preguntaron: ¿y qué hacemos con el poder si no tenemos ‘money’? Los primeros embates se salvaron con eso del cupo vasco, del amejoramiento navarro, de  la financiación bajo cuerda de Catalunya, del flujo de ayudas europeas a la España agrícola (PER, aceituneros altivos, bodegueros tramposillos, cultivadores de distintas especies subvencionadas como el lino,…). Y cuando la cosa se tranquilizó, crecieron los funcionarios autonómicos como setas, incluso en las tierras de secano. Como no había sitio para todos los amigos, se inventaron instituciones, comisiones, y organismos cuya función no la conocía ni el que las creó,…
La Txuri-txori le interrumpió diciendo
- ¡Oye! ¡Que eso del cupo viene casi desde la Edad Media!
Y el Borni no perdió la ocasión para interpelarle, mientras el resto aportaba su granito de arena:
-¿Y cuántas veces habéis cambiado el cupo a vuestro favor?¡Que pagáis cada vez menos y recaudáis cada vez más!
- ¡En Cái lo único que ha mejorado es el número y calidad de las chirigotas! Que ya es algo, informó el Pisha.
- Pues en Sotogrande han aumentado las villas propiedad de los politiquillos, añadió el Guindilla
-¡Claro! Los políticos de peso (Ardanza, Aznar, Cospedal,…), y lo digo en orden alfabético para que no se me malinterprete, están aquí al lado en Guadalmina y La Quinta, complementé yo mismo
La Surfi nos hizo callar con un fuerte aleteo y nos dijo:
-O dejáis de decir tontadas, o nos vamos a perder lo mejor de la moraga.
Ante esta noticia nos volvimos al unísono hacia la zona donde estaban haciéndose los espetos, y nos fijamos que ya se habían formado grupos de personas sentadas cerca de la orilla, que saboreaban las sardinas y echaban las raspas correspondientes hacia el mar.

Así que, como es normal, ante una mesa bien servida nos olvidamos del debate político y nos lanzamos en vuelo rasante a ver lo que pescábamos. Bueno, todos no. El Borni no se quiso arriesgar a darse un morrón contra las piedras que abundan en la orilla de esta playa, y se quedó esperando que algún buen corazón se enterneciese y le cediese algo que llevarse a la boca 

domingo, 15 de septiembre de 2013

Semana del 8 al 14 de septiembre del 2013 (Educación)

El otro día, sobrevolando los eucaliptos de la playa, me fijé en un hombre con aspecto de profesor jubilado, sentado en el pretil del paseo. Me recordó ese anuncio de Cofidis que emiten durante la retransmisión de la Vuelta: cogía un folio de un montón que tenía a su lado, lo arrugaba y lo tiraba; volvía a coger otro, y hacía lo mismo, y así sucesivamente hasta que agotó todos los del montón. Me picó la curiosidad y, por si eran ideas para iniciar negocios de franquicia o posibilidades para un emprendedor autónomo, hice un vuelo rasante, y disimulando como quien no quiere la cosa, atrapé uno de los folios con los dedos y volví a esconderme entre las ramas de los eucaliptos para leerlo tranquilamente. Y me encontré con algo que no entendía ni de lo que tenía pajolera idea, por lo que me limito a transcribirlo.

Se está hablando, y se hablará mucho todavía, sobre la nueva Ley de Educación y de sus consecuencias, por cierto, siempre negativas para la oposición y los sindicatos. Bajará la calidad de la enseñanza, disminuirá el número de profesores, discriminará a los alumnos, y así, bajarán (aun más) los resultados académicos, y subirán (aun más) los abandonos,….Lo curioso es que los augures de estos desastres hacen referencia casi exclusivamente a la enseñanza pública, olvidándose de la concertada y de la privada .¿Por qué será? No lo sé.
Lo único que está en mis manos después de más de 30 años de experiencia como profesor de lo que actualmente se conoce como ESO y Bachillerato, es tratar de recordar los detalles más significativos de mi vida profesional. Tal vez, al que los lea, le pueden ayudar a evocar recuerdos propios, a razonar y establecer relaciones que personalmente le den la posibilidad de comprender o, incluso, explicar lo que ocurre en la actualidad.
Empecé a ejercer de profesor en torno al año 1970, como ‘interino’, pues no tengo en cuenta los escarceos anteriores  dando clases particulares para proveer a mis gastos personales durante mis años de universidad. Y ya entonces existía una jerarquía clara y rotunda. Catedráticos, Agregados, Interinos. Y a los interinos nos asignaban las asignaturas y horarios que dejaban libres los anteriores en orden jerárquico. Tampoco me importaba. Empezabas y, además, yo disfrutaba dando clases, cosa que no he dejado de hacer en mi jubilación, con escaramuzas de clases particulares a hijos de amigos y conocidos. Y esta es para mí la primera condición que debe cumplir quien está en este mundo de la educación: disfrutar en clase, sin pensar en lo valioso que podría ser uno mismo en niveles de enseñanza superiores, o en otra de las muchas funciones que posibilita la Administración Educativa. Y eso que empecé impartiendo entre 30 y 32 horas de clase a grupos de 40 o más alumnos.
Las primeras demandas de calidad de enseñanza se tradujeron en la exigencia de reducir el horario del profesorado. Y se logró. Pasamos de 30-32 horas semanales a un máximo de 28 horas, pero entre el profesorado no se produjo ningún cambio que pudiese detectarse desde el exterior, o se tradujera en la mejora de alguno de los indicadores por los que  se controla el funcionamiento del sistema educativo. Los buenos profesores seguían siendo buenos profesores, y los que se escaqueaban, llegaban tarde, leían la prensa, o sometían y acogotaban a los alumnos con su sapiencia universitaria, seguían también más o menos igual.
A lo largo de los años, y con movilizaciones casi generalizadas, el horario del profesorado se redujo sucesivamente a 24 y 20 horas semanales, pero sin cambios significativos en el funcionamiento del profesorado, lo que me hace pensar que no está ahí la clave de la calidad de la enseñanza. Y eso que descendió también el número de alumnos por aula hasta situarse alrededor de los treinta, aunque hay que especificar que este número solo se alcanzaba en las llamadas asignaturas troncales, es decir, las obligatorias para todos los alumnos.
¿De qué depende la calidad de enseñanza?¿Del número de horas semanales de clase presencial del profesor?¿Del número de alumnos que hay en cada aula?¿Del tipo de relación que establece el profesor con los alumnos?¿De la motivación familiar y social hacia el estudio?...
En mi primer destino como profesor Agregado, creo que en el curso 1970-71,  llegué a un instituto de Enseñanzas Medias que, a posteriori, me di cuenta de que era singular por una serie de características que en destinos posteriores no encontré:
- El grupo que dirigía el centro funcionaba como un equipo, a pesar de su diversidad. Un director al que no recuerdo, que ya es mucho. Un Jefe de Estudios que, en aquellos tiempos, ejercía de hippie: melena y barba desarregladas, e indumentaria con la que no le dejarían ni entrar en la Delegación de Educación correspondiente. Un secretario que nos organizaba una excursión de fin de curso a todo el claustro y todo gratis, y que no ponía dificultades a las peticiones de material ni de organización de actividades aunque las que suponían un desembolso económico a veces nos las demoraba hasta los momentos en que la Bolsa estuviese en situación favorable.
- Un claustro en el que había discrepancias pero que la mayoría de las veces se llegaba a un acuerdo que el equipo directivo respetaba a pesar de que tal acuerdo le pudiese indisponer con autoridades superiores.
- Un profesorado dedicado, parte del cual organizaba actividades el fin de semana a las que…¡¡acudían voluntariamente la mayoría de los alumnos!! Recuerdo que a la profesora de Ciencias Naturales le advirtieron que las actividades que hacían los alumnos con el material que ellos mismos tenían que llevar (ojos de oveja, pezuñas de cerdo,…), había aumentado el precio de los despojos en las carnicerías del mercado próximo al instituto.
-Unos padres que, de manera autónoma, organizaban y controlaban actividades deportivas los fines de semana.
-…
No sé si la calidad de la enseñanza que impartíamos era alta. Ahora bien, lo que puedo afirmar es que había un ambiente alegre y de trabajo; unas relaciones fluidas entre profesorado, padres y alumnos; un claustro dedicado a lo suyo y sin escatimar horas, y un equipo directivo que se dedicaba a solucionar problemas y no a crearlos.

Por eso, ahora, al oír hablar a gente que ha pasado por el aula a hurtadillas antes de ser liberado sindical, a alumnos que opinan como si ya hubiesen hecho un máster en sistemas educativos, a políticos que con la bandera de la no discriminación  han impedido que más de un buen alumno no desarrolle todas sus posibilidades, he recordado todo esto y mucho más que me dejo en el tintero para otra ocasión. Sobre todo, aspectos referentes a los que nos sufren, los alumnos 

domingo, 8 de septiembre de 2013

Semana del 1 al 7 de septiembre del 2013 (Hormiguero 2)
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Noticia aparecida en Diario Sur del 22 de agosto del 2013:

Tres fallecidos en una reunión vecinal

ALEMANIA
Tres personas murieron y 5 resultaron heridas durante una disputa en una reunión de propietarios en la pequeña localidad alemana de Dossengheim. Un hombre, enloquecido por los altos gastos de la comunidad que tenía que pagar por su piso y de los que responsabilizaba a los otros propietarios del edificio, abrió fuego contra sus vecinos, matando a dos, informó la fiscalía de Heidelberg, encargada del caso. El individuo, de 71 años, se suicidó después del ataque, en el que también resultó herida su esposa.
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Volvía de mi rutinaria y mañanera vuelta por la orilla del mar, cuando la lechuza que vigilaba la zona ululó para llamar mi atención. En cuanto me acerqué a ella, me insistió en que fuera a observar lo que pasaba en el hormiguero al que me había encaminado un par de semanas antes, pues se había transformado en algo más parecido a un hotel-spa de lujo que a una ampliación natural de lo que se suponía una residencia de insectos muy sociables, pero insectos al fin y a la postre.
Según me dijo, habían ido llegando grupos de hormigas de distintas procedencias y latitudes, construyendo cada grupo sus habitáculos según las costumbres de sus lugares de origen. Unos con entradas y salidas al exterior muy poco practicables, como si los que vivían en ellos no quisiesen que hubiera mucha ventilación; otros, en cambio, con explanadas en el exterior de cada salida, donde tomaban el sol a cualquier hora del día; e incluso alguna subcolonia había conseguido que una hondonada próxima estuviese llena de agua constantemente, gracias a la desviación de una pérdida de agua que tenía un sistema automático de riego que funcionaba en las proximidades. Y me recalcó que había visto algo insólito en las colonias de hormigas: ¡había bebés-hormigas danzando por todos lados!
Sabiendo que yo era por naturaleza más cotilla que una portera de chiscón, me susurró que, si me daba prisa, podía llegar a una reunión que iban a tener los representantes de las subcolonias con el hormigo-rey para fijar unas mínimas normas que asegurasen una convivencia que, por lo menos, pudiese sobrellevarse. No perdí ni un segundo y allí me fui, colocándome en un altozano desde donde podía observar todo lo que pasaba.
Lo primero que me llamó la atención fue lo organizado que tenían todo. El hormigo-rey estaba situado en una especie de montículo desde el que dominaba las filas de hormigas situadas frente a él. Y junto a él había una hormiga-guerrera, muy cachas, erguida, sacando pecho, pero con un arco y nada más. No entendía nada de lo que se comunicaban entre sí mediante vibraciones de sus antenas, por lo que me hice con los servicios de una oruga traductora, con una indirecta tan sutil como decirle que aun no había desayunado.
Era tan farragoso lo que me traducía, que le sugerí que me hiciera un resumen de los puntos que trataban y de las intervenciones más significativas. Y entre lo que comentó, solo quiero resaltar los siguientes puntos e intervenciones de los asistentes:
Punto 1: Aprobación del los gastos
Intervenciones:
- Fuera de temporada veraniega, ¿no podría despedirse a las luciérnagas que iluminan las subcolonias vacías y así nos ahorrábamos su alimentación?
- Nos molestan los gorriones, los mirlos y las gaviotas (yo, en ese momento, traté de mimetizarme con el terreno donde estaba) ¿No sería posibles que las hormigas-obrero se encargasen de espantarlos? ¡Claro!, ¡sin dejar de cumplir sus funciones!
- Las hormigas-guerrero nos cuestan un pastón en alimentos por vigilar las entradas de los túneles. ¿No sería más barato comprar en un chino hormigas-guerrero hinchables para la mitad de las entradas? Las cambiaríamos aleatoriamente de entrada y así despistábamos a los depredadores.
Punto 2: Control de la nueva hondonada-piscina, ante el peligro que supone para las hormigas-bebé (resumen del hormigo-rey)
- Hay que poner en torno a ella una malla metálica, y si se cree que alguna hormiga-bebé pueda colarse, se toma una de las medidas que habéis sugerido:
a) Se electrifica la valla con corriente de baja intensidad para que produzca una descarga disuasoria
b) Las hormigas-bebé llevan en su patita delantera una pulsera monitorizada que al pasar la valla envíe una señal a la subcolonia a la que pertenece y les deje sin corriente
c) La mía, que consiste en que emito una orden de obligado cumplimiento (que para eso soy rey): la hormiga adulta más cercana da un bofetón a la hormiga-bebé transgresora. El resto de hormigas-bebé seguro que ni lo intentan.

Lo siguiente que sucedió no hizo falta que me lo tradujera la oruga. Se oyó el retumbar de las patas de los asistentes contra el suelo, como señal de rechazo del hormigo-rey. Pero al no tener otro de recambio, la hormiga-guerrero que estaba junto al actual hormigo-rey, empezó a frotar sus antenas haciendo un ruido cuya onomatopeya podría expresarse como: ¡¡¡Prorrggg!!!, ¡¡¡Prorrggg!!!,…

Algo serio debía significar, pues vi que las filas de hormigas asistentes dieron media vuelta y se dirigieron cabizbajas a sus respectivos cubículos.