sábado, 25 de julio de 2015

Semana del 19 al 25 de julio

A causa de la interrupción abrupta del Pirulo que tuvo como consecuencia la finalización de la tertulia de la semana pasada, hemos venido todas sumisas hasta tal punto que, nada más vernos, nos hemos dado el pico, y hasta alguna ha traído un presente gourmet para compartirlo con las demás. Por eso, y debido al ambiente creado, ha bastado un gesto del Pirulo para que el Pisha comenzase a hablar

- ¡Vale!, comenzó sumiso. Lo primero que tengo que deciros es que los grupos multiniveles están desapareciendo, por lo menos entre los españoles. Ya sabéis que en estas estructuras piramidales los que más trabajan, más dinero invierten y menos provecho sacan, son los de abajo, y que cuanto más subes, menos trabajo y más ingresos.

- Yo corroboro lo que ha dicho el Pisha, complementó la Surfi. Aunque después de investigar entre parados y naturales de diversos países sudamericanos estoy en situación de hacer algunas puntualizaciones.

- ¡Mira la Surfi!, interrumpió el Filloas, ¡hasta parece que ha hecho un máster en la UNED! Como esos que necesitan muchos locutores de TV, como por ejemplo el titulado ‘’El léxico y la oratoria según Fray Luis de León’’.

Como todos sabían que el Filloas había hecho sus pinitos con una tesis sobre el personaje mencionado, hubo abucheos y gritos como ‘’¡¡que se calle!!’’, ya que a todas nos había asombrado la intervención de la Surfi. La Tatiqui le animó a seguir y la aludida, ahuecando las plumas, prosiguió:

- En el caso de los parados, en estas tierras y en estas fechas, se las apañan mucho mejor con lo que tengan de subsidio de paro y, si no o además, con las chapuzas que les salen, que son muchas y variadas: cambiar plantas en los jardines y terrazas de los guiris, arreglos caseros para poder pasar la inspección del gas o para cambiar de electrodomésticos,… Además, con la perspectiva que les ha abierto la promesa de la implantación de la renta básica para personas sin ‘’ingresos’’ (y eso, ¿quién lo demuestra?), ¡ya me diréis! ¡Lo mejor es no dar palo al agua o, por lo menos, aparentarlo!

- ¡Éramos pocos y parió la abuela! ¡Esto en un par de años se convierte en AndaluGracias!, apuntó el Filloas

- ¡Filloas, de AndaluGrecia, nada!, le cortó el Pirulo

- ¡Pirulo! ¡Ponte el sonotone!, dijeron varias al unísono, ¡Que ha dicho AndaluGracias! Gracias por el PER, Gracias por los EREs, Gracias por los cursos y…¡Gracias por la renta básica! Que aquí uno aislado no puede nada, ‘’podemos’’ todos.

Mientras ocurría este ‘intercambio’ de opiniones, la Surfi lo aprovechó para distribuir por el suelo una serie de fotografías que debía de haber sacado del álbum de algún jubilado y que nos invitó a mirarlas.

- Mirar estas fotos y así, en el peor de los casos, sabréis lo que NO es un grupo multinivel o piramidal.


1925-Esto no es un grupo multiniveles


1941- Esto tampoco


1945-Esto ya se parece algo a una estructura piramidal


1953-Estructura piramidal invertida: los de abajo son los que más mandan y más cobran


Nos dejó un rato para que curioseáramos, y prosiguió.

- Lo que os quería puntualizar es que en vez de entre parados hispánicos a secas, lo de los multiniveles parece que se empieza a implantar entre parados y no parados hispanos de allende los mares. Como son grupos cada vez más numerosos ha habido alguna asociación multinivel que, de la mitad para debajo de la pirámide, está echando las redes entre esta población presentándoles el caramelo de que, una vez que comiencen, les será facilísimo convencer también a los naturales del lugar, como hacen las telefonistas de Jazztel y Vodafone.

- ¡Menos mal que este peligro no lo tendremos en nuestra zona!, exclamó sonriente la Txuri-Txori, pues para cuando aprendan el euskera les habrán caducado los productos que intenten vender incluso aunque sean esas piedras chinas que se usan calientes para los masajes.

Como al oír lo de las piedras chinas calientes casi todas las presentes pusieron cara de interrogación, el Pisha lo aprovechó para seguir con lo suyo.

- Espero que ahora me dejéis seguir con mi abortada comunicación…

- ¿Abortada comunicación? ¡Emplea el lenguaje correctamente!, le interrumpió el Guindilla. ¡Eso era un aborto de comunicación!

La Tatiqui intervino para que no volviera a desmadrarse la reunión, y le aconsejó al Pisha que como ya nos habíamos hecho idea de la organización, diese dos pinceladas más sobre la misma y nos hablase de los productos en los que invierten los que entran en este tipo de grupos. Y el Pisha no se hizo de rogar.

- ¡Bueno! Empezaré por eso que ha llamado la Tatiqui ‘’pinceladas’’ sobre la organización.

Y antes de que pudiese continuar, intervino la Txuri-Txori

- ¡Y que sean de brocha gorda! Que tú te pones a dar ‘’pinceladas’’ y no acabas hasta concluir una copia del cuadro del Gernika.

- Yo lo único que quiero aportar, empezó el Pisha haciendo caso omiso de la interrupción de la Txuri-Txori, es que estas sectas o grupos multiniveles que podía uno imaginárselas con forma piramidal, ahora se están transformando en horizontales. Para que os hagáis una idea, son como una tela de araña. Y han aparecido en el mundo de los políticos que las han tejido en las administraciones públicas y similares. Hay una araña principal que está en el centro de todo y es la única que puede tirar de todos los hilos. Pero los nudos de la red están hechos por algún artista de la ‘’frivolité’’, porque el mensaje que se manda a base de tironcitos viaja directamente hacia el exterior, y luego las ondas adquieren una trayectoria en espiral hasta que llega de nuevo al centro neurálgico desde donde se emitieron. Por ejemplo, se manda una subvención a la ‘’lejanía’’. Pues parte de ella va recorriendo la espiral de vuelta hasta el que la envió, pero dando tantas vueltas y pasando por tantos nudos de la red que, al final, no hay quien sepa quién ha recibido el beneficio, ni cómo, ni cuánto supo el mismo.

- ¡Venga ya! ¡Eso es imposible! No hay como la entrega directa y luego irse a visitar a un amigo de todo la vida al que le has puesto un piso en Suiza, le espetó el Borni.

-¡Sí! ¡O en Andorra!, ¿no?, que de eso ya tenéis experiencia, le dijo el Filloas.

Y en ese momento, y muy ufana porque podía salir en defensa de quien le había nombrado a dedo ‘asesora becaria’, contraatacó la Surfi

- Lo que pasa es que sois unos vejestorios y no tenéis ni idea del juego que dan las nuevas tecnologías. Eso que ha descrito el Pisha con el WhatsApp, y la creación de un grupo fantasma en el que hayas incluido la aplicación adecuada, lo instrumentalizas en un santiamén.

- Ya que te pones tan religiosa con eso del ‘santiamén’, supongo que contarán con ángeles provistos de alforjas especiales diseñadas para trasladar el dinero ‘negro’, ¿no?, se pitorreó el Guindilla que estaba tan aburrido que hasta daba cabezadas de vez en cuando.

- No os toméis esto a cachondeo, que la Surfi tiene razón, dijo el Pisha saliendo así en defensa de la misma,  Lo que pasa es que no tenemos la habilidad de los ‘hackers’ para desentrañar el funcionamiento de esas telarañas. ¡Pero haberlas, hailas!, como diría el Filloas.

- Sabéis lo que os digo. Que con esta ola de calor no hay quien aguante ni un minuto más esta reunión. Y si vosotras seguís, ya me contaréis lo que pase la semana que viene


Y el Guindilla, una vez dicho esto, levantó el vuelo y se fue hacia la playa, a lo que se sumaron la mayoría, pues en lo del calor tenía mucha razón ya que no había quien aguantase la flama que salía de los tejados donde estábamos ubicadas.

domingo, 19 de julio de 2015

Semana del 12 al 18 de julio


¡POR FIN VUELVE EL PIRULO Y SU PANDA!


 Cuando a primeros de junio nos enteramos por la prensa de que esta zona está considerada como la más idónea para el asentamiento de sectas y agrupaciones de todo tipo y pelaje, y con los objetivos y técnicas más variados, decidimos organizarnos para recabar el máximo de información sobre las mismas.

Para ello, y siguiendo las pautas marcadas en el artículo que publicó el Diario Sur allá por el 6 de junio, distribuimos  los distintos grupos o sectas entre las habituales a nuestras reuniones, y la asignación gaviotil quedó de la siguiente manera:

Grupos pseudoterapéuticos, que son aquellos que desarrollan supuestas curaciones físicas y mentales, fue elegido por el Pirulo, que afirmó sin ningún empacho que sus ‘pinitos’ como psicólogo aficionado le habían proporcionado cierto ‘caché’ para tratar estos temas.


Miembros de un grupo psicoterapéutico buscando material para productos milagrosos
(Mercado de Guanajuato)


Grupos coercitivos, que aplican dinámicas personales y adaptadas a la idiosincrasia y entorno del individuo para hacer presa de él, y ‘’engullirlo’’ en el grupo, fue para quien tenía amplia experiencia en este tipo de presiones e intentos de manipulación hacia ella por parte de sus jefes políticos, saliendo siempre victoriosa, la Tatiqui.


Caravana de grupo coercitivo para captar nuevos miembros


Sectas multiniveles, que persuaden a la víctima a que invierta todo su capital en productos milagrosos, las eligió el Pisha. Argumentó que en su niñez acompañó frecuentemente a su madre en la venta puerta a puerta, primero con los famosos  productos AVON (aquello de que ¡AVON llama a su puerta!), y más tarde a las también famosas reuniones hogareñas para endilgar a las amigas y conocidas los tupper-ware. Además, había tenido contacto con otros sistemas multiniveles que, sin ser sectas, vendían otros productos como cacerolas, menaje de cocina, y hasta…¡menage a trois!



Prueba para ocupar niveles según aportaciones


Colectivos sincréticos, que mezclan en sus planteamientos elementos esotéricos de la ‘’nueva era’’ con aspectos espirituales y hasta religiosos. Aquí surgió la duda de quién podía encargarse de ellos, pero el Guindilla nos comunicó que a él le bastaba con leerse los programas de algunos grupos o pseudo- partidos políticos, y escuchar lo que se decía en unas cuantas tertulias televisivas para cumplir con la misión encomendada.


Miembros de grupo sincrético cumpliendo un castigo por falta de fe

(Chichen-Itzá)

La Txuri-Txori y el Borni se libraron porque nos aportaron una razón de peso: tenían las conexiones neuronales del cerebro ‘’fundidas’’ por intentar comprender y digerir las componendas de los grupos que habían surgido en sus respectivas zonas, agravado en el Borni por culpa de las elecciones del Barça. La primera por los cambios de cromos que había habido en Donostia y en Gasteiz, y…¡hasta en Iruña! ¡Habían izado la bandera de Euzkadi en sanfermines! Y el segundo, amén de lo dicho, porque estaba trabajando a destajo para aparecer en la lista ‘’unificada’’ y, entre un vuelo por aquí, una bacanal por acullá, y la ola de calor por todos lados, no había tenido tiempo para pegar un ojo en un par de semanas.

Al Filloas, ni lo vimos desde el momento en que empezamos con el tema. Parecía que lo habían arrastrado las ‘mareas’ que invadían las tierras celtiñas. De todas maneras, y antes de desaparecer, nos aseguró que él se encargaría de la puntualización y crítica de lo que aportaran los demás.

Y la Surfi, ¡bueno!, la Surfi se arrimó al Pisha y nos prometió que asumiría el papel de ser su asesora becaria, pues ir sola por ahí preguntando a diestro y siniestro le daba grima.

Y durante esta semana, y mientras iban incorporándose las distintas integrantes del grupo, nos pusimos a hablar de cosas ‘serias’. Y que nadie piense que fue sobre el ‘’grexit’’, pues a todo lo referente a ese tema se le puede asignar cualquier calificativo menos el de ‘serio/a’. Lo nuestro tenía más enjundia: el permiso concedido a la más famosa reclusa  de Alcalá de Guadaira y la posterior investigación sobre tratos de favor. ¡Por favor! ¡Para tratos de favor lo del ‘capo’ Guzmán! ¡Lo demás es como comparar la ropa de una tienda de marca con la de un mercadillo! Pero tirando del hilo, una frase por aquí, una afirmación por el otro lado, un comentario jocoso por allá, llegamos a la conclusión de que las cárceles españolas funcionaban de maravilla y podían ser el asombro de otros sistemas penitenciarios sin tener la necesidad de recurrir a fugas espectaculares como la del ‘capo’ antes citado.

Y eso, porque lograban lo que ningún organismo ni institución oficial dedicado a reinserción social: reconvertir y transformar a los que entraban en ellas de tal manera que, u obtenían un puesto de trabajo muy bien remunerado nada más salir, o, por lo menos, podían reincorporarse a la sociedad en un estado físico envidiable. Y si alguien lo pone en duda, que piense en lo siguiente:

Artistas y toreros que salen en plena forma física y, casi, casi, rejuvenecidos, para enfrentarse a cualquier gala o toro que se les ponga por delante.

Políticos y defraudadores que tienen preparado un buen sillón en tertulias y programas de TV con un caché que puede llegar a los 500 euros la sesión.

Algunos terroristas y similares que emergen de sus lugares de reclusión reconvertidos en titulados universitarios en carreras como Derecho o Económicas, después de haber superado más de una asignatura, en algunos casos probados, mediante sistemas de evaluación que no figuran en ninguno de los tratados correspondientes.

Ninguna de las que estábamos comentando estos temas nos dimos cuenta de la incorporación del Pisha y de su asesora becaria, ni del tiempo que llevaban escuchando nuestras elucubraciones, hasta que oímos su característico graznido interrumpiéndonos.

- ¡Todo lo que decís es un problema estructural, como la crisis! Y puedo decirlo gracias a los resultados del trabajo que me encargasteis. Y os recuerdo a todas que era lo de las sectas o grupos multiniveles.

-¡Eso!¡Eso! Grupos multiniveles, coreó muy salerosa la Surfi

- ¡Tú calla, por favor!, le cortó el Pisha. Que te hice el encargo de que te infiltrases en el grupo multinivel que vendía ventiladores puerta a puerta durante la ola de calor, y después de hacerme pagar por diez de ellos, resultó que eran americanos y los motores no funcionaban con la corriente eléctrica que hay en España. Y encima añade a eso los arreglos de instalaciones eléctricas que tuvimos que pagar por tu idea de hacer demostraciones en las casas de posibles clientes.

- ¿Y qué has hecho con esos ventiladores, Pisha? ¿Montar un puestecillo y recorrer los mercadillos de esta zona para vendérselos a los guiris?, se cachondeó el Filloas.

- ¡Ni te lo imaginas! Se los he vendido todos a un par de inocentes de tu tierra convenciéndoles de que todos juntos y funcionando al mismo tiempo pueden echar ‘p’atrás’ a esas ‘’mareas’’ que ha aparecido por Finisterre, repentizó el Pisha

Como pasa en cualquier reunión de tertulianos, empezaron a cruzarse preguntas capciosas, descalificaciones más o menos chungas, secretos antiguos u olvidados,…, hasta que al Pirulo se le inyectaron los ojos y gritó un ‘’¡BASTA!’’ tan rotundo que hasta se pusieron en rojo los semáforos de la zona. Y aprovechando el silencio que provocó, invitó, o mejor, conminó al Pisha a ceñirse al tema de los grupos multinivel y a contarnos a todas la información que había acumulado sobre los mismos.


PERO ES TEMA DE LA SEMANA QUE VIENE Y ADEMÁS (COMO DECÍA TIP Y COLL)

¡¡HABLAREMOS DEL GOBIERNO!!

sábado, 11 de julio de 2015

Semana del 5 al 11 de julio

Jueves 11 de junio

Al bajar a desayunar les advirtieron que el día había amanecido nublado, pero acordaron seguir con lo planificado, que no era otra cosa que recorrer la ciudad en uno de los autobuses turísticos. Así que el Bigotes se acercó a Recepción para preguntar por ellos, y se encontró con la agradable sorpresa de que no sólo tenían una información exhaustiva sobre los mismos, sino que además podían adquirir los billetes allí mismo.


Así que pertrechados con los tickets correspondientes y convencidos de que lo mejor era evitar paseos matutinos, cogieron un taxi para que les trasladaran a la plaza de San Sebastián que era el único nombre con connotaciones sentimentales para la mayoría de ellos. Al llegar a la citada parada se percataron (y hasta se humedecieron) de que lo de nublado, en Sevilla, significaba que la nube estaba tan baja que envolvía a los transeúntes e incluso mojaba la ropa. Y como a ninguno de los cuatro se le había ocurrido traerse a Sevilla nada que protegiese la ropa ligera con la que habían salido, tuvieron que decidir en qué parte del autobús ponerse: o a cubierto en el piso inferior, o, a la intemperie en la parte superior. Y ocurrió lo contrario de lo que podía preverse: los acostumbrados al txiri-miri, a cubierto; los que no habían visto llover desde febrero, a la intemperie. La ventaja de los que subieron a la parte descubierta fue la de poder elegir sus asientos, pues estaban vacíos casi todos.




Después de un par de paradas y de que la espesa niebla desapareciese, subieron los chicarrones y chicarronas del norte, y se dedicaron todos a escuchar las explicaciones de las audio-guías. Aunque a alguno/a no entendió nada de todo lo que le dijeron durante el recorrido de las antiguas, desiertas y, en algunos casos, deterioradas instalaciones de la Expo 92. Y eso por haber conectado el canal 10 (chino mandarín) y creer que lo que pasaba era que le estaban hablando en un andaluz muy cerrado. A decir verdad, al Tirantes y al Bigotes se les pasaron las explicaciones por otra razón. Se les iba la vista hacia las maniobras  que hacía una joven turista rubia que, culín en pompa y minifalda (el orden de los factores no altera el producto), intentaba secar un asiento que estaba dos filas más adelante y que, por lo que tardó y los kleenex que empleó, parecía que se había mojado por el desbordamiento del Guadalquivir y no por la condensación de la humedad ambiente.



Cuando llegaron a la plaza del Duque, próxima al final de la calle Sierpes, se bajaron para tomar un café en La Campana y, de paso aprovecharse de unos aseos decentes (¿Os acordáis?, problemas con el tabuci).






Y luego, ya se sabe lo que pasa en vísperas de volver a casa,…¡de compras! La primera parada fue en Trucco donde, como se puede uno suponer, no entraron ni el Bigotes ni el Tirantes. Como les habían dicho que iban a ser cinco minutos, se pusieron enfrente, a la sombra, observando a la gente que pasaba, de lo más variopinta, y no quitando el ojo de la puerta de salida de Trucco. Al cabo de un buen rato salieron dos viejecitas y, aunque estaban seguros de que la Chuli y la Bronquios no podían haberse deteriorado tanto en tan ‘’poco’’ tiempo, se aseguraron de que no eran ellas.


Pasó el tiempo…, y el tiempo, y se fijaron en dos monjas que parecía que salían de la tienda, pero desecharon enseguida la idea de que eran ellas disfrazadas por la rapidez y seguridad con que andaban.



Como puede comprenderse, después de un par de compras más se hizo la hora de comer, y se acercaron al restaurante Las Rejas, no sin antes cruzarse con las viejecitas antes nombradas, transformadas casi en jovencitas rozagantes y animadas, tal vez  debido al éxito de sus adquisiciones.


Después de comer y de un intento fracasado para encontrar la tienda de zapatos Mari Paz, igual debido a que la marca ha sido comprada por una cadena  de tiendas de chinos, volvieron al hotel a descansar. Al llegar, el Bigotes y el Tirantes se quedaron en el hall, reconociendo primero y observando después cómo Borrell trataba de vender a una editorial un libro que estaba escribiendo en el portátil que tenía delante, según podía deducirse de sus frases y gestos.

Mientras la Chuli y la Bronquios ‘descansaban’, decidieron dar un paseo hasta la plaza del ayuntamiento para hacer una gestión bancaria, con tan mala fortuna que se perdieron por el entramado de calles que rodea la Catedral y, en vez de utilizar el GPS del móvil cuyo funcionamiento acababan de descubrir, se dedicaron a pedir explicaciones a los que encontraban a su paso. Y así empezaron una serie de indicaciones: ‘’a la derecha, ¡no!, ¡no!, a la izquierda’, ‘mejor sigan recto, y cuando tropiecen con una casa, sigan la calle’,…lo que les obligó a dar más idas y vueltas que a un político para lograr un pacto. Lo único que sacaron en claro de su extenso y pluridireccional paseo fue que el 80% de las jóvenes que circulan por Sevilla, autóctonas o foráneas, tienen tendencia a la obesidad, sobre todo si se las mira por detrás.

Volvieron al hotel, comprobaron que el descanso de la Chuli y de la Bronquios no había sido tal, pues se habían dedicado a hacer las maletas, y quedaron para su última cita en el bar de la azotea.



Y una vez allí,…¡otra sorpresa! Pero esta vez meteorológica, ya que, contra todo pronóstico, la noche sevillana se había tornado ‘’fresquita’’, y la espera de la actuación de un grupo de jazz se prolongó tanto que a los clientes les tuvieron que proporcionar ´´mantitas’’ para evitar posibles enfriamientos o el quedarse sin espectadores para el espectáculo que habían organizado.




Y después de todo esto, al día siguiente, viernes 12 de junio,

‘’CADA MOCHUELO A SU OLIVO’’



lunes, 6 de julio de 2015

Semana del 28 de junio al 4 de julio

Miércoles 10 de junio

El desayuno fue tan irregular que ni el camarero del día anterior le preparó el chocolate a la Chuli. Bueno, la verdad es que no apareció ni como reponedor de productos. Debía de estar disfrutando de sus dos días libres, aunque las malas lenguas decían que había pedido la baja por agotamiento y depresión, pues al acabar la jornada del día anterior dijo algo así como que ‘’Esto es peor que una sesión en el Sofá de Chester’’.

Fueron paseando hasta el parking, el Bigotes se ´’retrató’ y pagó con tarjeta la estancia del coche, y salieron sin ningún sobresalto y sin equivocaciones por la E-1 en dirección a Huelva, pues lo que pretendían este día era ver la zona de El Rompido y alrededores. Entre que no se habían preocupado de preparar el recorrido ni de buscar un punto de destino con la suficiente importancia para que apareciese en las señalizaciones de la autovía, fueron despreciando todas las desviaciones con las que se encontraron en la E-1, y acabaron en una bifurcación que llevaba a La Rábida o al puerto de Huelva. Aquí el Bigotes nos se equivocó porque lo que tenía seguro era que no iban a La Rábida. Así que ¡hacia el puerto! La decisión fue acertada, y después de atravesar el puente sobre el río Odiel, con unas marismas que asombraron a los viajeros por su extensión, tomaron la ruta que les llevaría a El Rompido.


Una vez allí, y viendo que estaba nublado y con el tiempo un poco desapacible, dieron una vuelta por el pueblo, tomaron un refrigerio, y decidieron acercarse hasta Punta Umbría para comer.


EL ROMPIDO: PLAYA



EL ROMPIDO:: PUERTO DEPORTIVO


EL ROMPIDO: : LA CHULI



EL ROMPIDO: EL FARO


EL ROMPIDO: AMIGAS DEL PIRULO


Una vez en Punta Umbría, recorrieron el paseo paralelo a la playa, y la Bronquios se encargó de tomar nota de los restaurantes que iban detectando para ver cuál de ellos era de fiar. Como en la primera pasada no le convenció ninguno, después de recorrer un par de kilómetros, dieron la vuelta y pararon junto a un pasaje  que daba a la playa y desde el cual se veía un chiringuito en el que se apreciaba gente moviéndose. Se encargó el Bigotes de hacer las indagaciones pertinentes, y volvió para comunicar al resto que el único que estaba abierto todo año era el que estaba al inicio del paseo, y que casi todos los demás, si había gente, era que estaban preparando el chiringuito correspondiente para el fin de semana. Volvieron al inicio del paseo, y allí vieron que estaba el restaurante ‘’El Camarón’’, que además disponía de un amplio aparcamiento. Se quedaron y comieron productos de la zona, pues hasta les ofrecieron una dorada a la plancha que acababa de traer uno de los pescadores que estaban con sus aparejos en la orilla y que veían desde la mesa en la que les habían instalado. Hasta discutieron sobre las diferencias que hay entre chirlas y almejas según las vea uno del norte, uno del centro o uno del sur de la península. Como el ‘’tabuci’’ ya estaba inquieto y dando la lata (y si alguno no se entera que lea la crónica del día anterior), fueron por turno a cambiarle el agua en unos servicios que tenían una buena aireación, pues la puerta permanecía siempre abierta y además daban al aparcamiento. Así que el usuario con una mano sostenía el ‘’tabuci’’ y con la otra sujetaba la puerta para que se mantuviese cerrada.


PUNTA UMBRÍA




PUNTA UMBRÍA: RESTAURANTE CAMARÓN

Volvieron a Sevilla, encontraron sin excesivas dificultades el parking Roma, pasearon hasta el hotel y, como ya se estaba haciendo costumbre, quedaron en el bar de la azotea.

Y en ese ambiente, al calor de unas caipiriñas, unas de cachaça y otras de ron, desgranaron una serie de recomendaciones geriátricas y recuerdos, que después de saltar de una época a otra, acabaron centrándose en los años 60 (del siglo pasado) y en las milicias universitarias que, en aquellos tiempos, ‘’padecieron’’  el Tirantes y el Bigotes.


CAIPIRIÑAS

Como todo grupo de jubilados que se precie, empezaron discutiendo sobre la extraña relación que existe entre el aparato respiratorio y el excretor y, en particular, sobre el por qué cada vez que toses o estornudas te meas, aunque solo sea un poquito. El tema lo dejaron sin resolver, pues el Tirantes explicó al resto la mala idea que tuvo cuando inició la jubilación, pues no se le ocurrió otra cosa que hacerse un chequeo médico. Resumiendo: ni lo acabó, y los cardiólogos están todavía esperándole para hacerle un cateterismo con el fin de comprobar el funcionamiento del corazón, ya que habían visto ‘’algo’’ en los electrocardiogramas que le habían hecho previamente. Al anuncio de la prueba les contestó mentalmente que se metieran el catéter por donde les cupiera, y aun sigue ilocalizable.

Terció la Chuli a propósito de sus divertículos y el Tirantes, sin pensárselo dos veces, le recomendó que leyese el artículo que había aparecido en el DV digital :

Por lo que parece, hay por ahí una doctora que afirma y razona el por qué cada quién tiene que hacer sus necesidades en cuclillas en vez de sentado cómodamente en el wáter.  Dice que así evitaríamos divertículos, almorranas, y…¡hasta perderíamos menos tiempo en los servicios! ¡A ver quien aguanta media hora en cuclillas y leyendo el Marca!

Se cambió de tema, y a raíz de la mención de la problemática de un edificio de San Sebastián próximo a la Perla, se comentó la transformación que había experimentado la zona, y más concretamente la conocida como Cuesta del Culo. Ante la cara de asombro que pusieron tanto la Bronquios como el Bigotes, el Tirantes explicó que, durante el franquismo, en la cuesta que nace enfrente de la Perla y va hasta el palacio de Miramar se instalaron una serie de bares de copas, actualmente ya desaparecidos, que frecuentaban con cierto grado de libertad los gays. De ahí su nombre. Y para remachar la diferencia con la actualidad, les contó que ahora la gente se manifestaba más libremente y sin empacho alguno, como el día en que un vecino que subía con él en el ascensor le dijo cariñosamente: ‘’¡Qué poxpolin estás!’’ (Nota.- Poxpolin(euskera), diminutivo de pospolin=mocita, muchachita guapa)

El nombrar la época del franquismo actuó como un detonante para abrir las compuertas de las vivencias militares, ya casi olvidadas, del Bigotes y el Tirantes. Y más o menos ordenadas, podrían concretarse en las siguientes: 

Viaje Zaragoza- Campamento de Montelarreina (cerca de Toro)


ANTES DEL VIAJE

El viaje lo hacían por primera vez todos los universitarios que acababan el curto curso de los estudios correspondientes, y que según éstos, les correspondía un arma u otra del Ejército: los de medicina, los llamados pisa-hormigas, a Infantería; los físicos y químicos, los elegidos, a Ingeniería;… Se concentraban en la famosa estación de Las Delicias, la antigua, y allí se formaba o llegaba de Barcelona un tren de los antiguos, de los de vagones de tercera con asientos de madera. Subían, se apelotonaban como podían y…¡marchando! Se atravesaba horizontalmente la meseta, se paraba, se arrancaba, se dejaba pasar hasta a los mercancías en los puntos de cruce y, desde luego, se cumplía con la norma de que todos los trenes (correos, rápidos, expresos,…) debían detenerse en Venta de Baños, lugar de referencia para todos los recorridos. El único recuerdo memorable para nuestros reclutas fue que tuvieron que parar, no sé dónde, para…¡desatascar las letrinas!



Chiribiqueras
No es que sea un término al uso ni que aparezca en diccionarios o enciclopedias, es que si la introduces en el Google solo te aparecen referencias al campamento de Montelarreina.

Después de hacer indagaciones entre gente de la postguerra que vivía en Madrid, parece ser que chiribiquis se llamaban a unos churros que se hacían a partir de masa a la que se incorporaban patatas cocidas, debido a la escasez de harína de trigo que entonces se padecía. Pero es mejor pasar a otro tema, pues ya se explicó lo que eran las chiribiqueras en una entrada de primeros de marzo del año pasado de este mismo blog.



Clases teóricas
Solían recibirse al comienzo del horario de tarde, y la primera batalla entre los ‘miliquis’ era la de elegir y conseguir el lugar menos expuesto a las miradas del profesor de turno, pues los que tenían un poco de experiencia podían prolongar la siesta dando unas cuantas cabezadas. Las explicaciones eran ‘’sui generis’’, y la del tiro parabólico era la que más y mejor recordaban los estudiantes de ciencias.

‘’El tiro parabólico es un tiro en el que la bala sale inclinada hacia arriba, y cuando llega a lo más alto empieza a bajar por su propio peso (¡ahí queda eso!) y con la misma inclinación que a la salida, pero hacia abajo, hasta que llega al suelo impactando con el enemigo.’’



Substracciones
No tiene nada que ver con sumas y restas, sino que es una manera elegante de expresar la acción que, en lenguaje paladino, se denomina roba, hurto, ratería, latrocinio, rapiña y que, a veces, deriva en saqueos. En el campamento, si te desaparecía o perdías cualquier elemento de los que el ejército había puesto bajo tu responsabilidad y para tu uso personal (manta, gorra, mosquetón, bayoneta, calcetines, botas,…) nunca era un robo sino un pequeño accidente. Y tu obligación era conseguir el mismo elemento que se te había extraviado y, normalmente, por el mismo sistema por el que te había desaparecido. Lo más normal era que se te esfumara la  manta y  era un hecho que tenía fácil solución: petición de visita al médico y a la vuelta, mientras todos estaban desfilando, entrar en la primera tienda que estuviese vacía y afanar la manta que estuviese más a mano. Uno de los elementos de la vestimenta militar que cambiaba de mano con frecuencia eran las gorras, quepis, morrión, chacó, charipi, o gorro cuartelero. Pero su reposición tenía sus dificultades. Por una parte, casi nadie se la quitaba durante el día, y si lo hacía, se lo ponía plegado por debajo del cinturón; y por otra, tenías que dar con alguien que tuviese un tamaño de cabeza semejante a la del ‘’sustractor’’.  Pero había siempre individuos que estaban al quite y aprovechaban el menor descuido.

Como le pasó a aquel que fue a las letrinas a hacer sus necesidades. Y aquellas letrinas de Montelarreina estaban en hilera y separadas una de otra por un murete que, una vez aposentado, te superaba la cabeza por un palmo (no se continúa con la descripción para evitar la aparición de imágenes muy duras y repelentes en la imaginación del lector). Pues el recluta al que se refiere este hecho fue, se sentó o simplemente se agachó, se quitó el gorro cuartelero para estar más a gusto, y lo dejó en lo alto del murete colindante. Y cuando estaba de lo más afanado, vio aparecer una mano por lo alto del murete que cogía su gorra y salía escopeteado. Y como podrá imaginarse el lector, en la postura y quehacer en los que estaba nuestro protagonista, no tuvo nada que hacer, sino empezar a cavilar sobre el cómo podía agenciarse otra gorra.



Hipnosis
Las sesiones de hipnosis que se hacían después del toque de silencio en la tienda que compartían el Bigotes y el Tirantes con otros once compañeros fueron, sin duda, los recuerdos más interesantes. Estuvieron a cargo de un catalán, tal vez su nombre fuera Capdevilla, y tuvieron tal éxito que a partir de la segunda o tercera sesión nocturna acudía el alférez de la compañía, un tal Bastero. El tal hipnotizador tenía la teoría de que podía provocar, mediante hipnosis, una regresión en la edad del que se prestase a ello y que, a veces, esta regresión podía llegar hasta antes de la concepción del individuo, y hacerle revivir situaciones de personas que habían en cualquier época y lugar del mundo anterior a la del hipnotizado.

En las primeras sesiones pasó de todo. A un hipnotizado le tuvieron que despertar bruscamente echándole agua del botijo del que se disponía en todas las tiendas, porque a uno de los espectadores que estaba fumando se le cayó la colilla encima de la manta que le cubría, y ésta empezó a arder. Y no sin antes preguntar un par de veces gritando: ‘’¿ Quién me está meando?’’. A otro le interrumpieron la regresión porque al comienzo, y para demostrar que estaba completamente hipnotizado, le dieron a beber agua del botijo diciéndole que era ginebra, y…cogió tal cogorza que hubo que traerlo al mundo real porque no hacía caso a las órdenes del hipnotizador y encima se reía en sus propias barbas.

LOS TRECE DE LA TIENDA

La única regresión que tuvo éxito fue la que intentaron con el Tirantes. Todo se iniciaba con la oscilación de un péndulo delante del sujeto, en medio de un silencio sepulcral y con una persona a su vera que hubiese convivido con él. Como es fácil de suponer esa persona fue el Bigotes. Una vez comprobado su estado de hipnosis profunda, se le ‘sugería’ la edad que tenía hasta que él la confirmaba, se le preguntaba cómo se llamaba, con quién estaba y que es lo que veía o estaba haciendo. En el caso del Tirantes, y entre otras que no se recuerdan, las fases de la regresión fueron las siguientes:

- Tienes 23 años, pero contéstame, ¿qué edad tienes?
-¡Vaya cachondeo!¡Pero si tú me lo has dicho!
(Aquí todo el mundo se miró entre sí, con la seguridad de que estaba más despierto que el comandante Checa en una imaginaria)
- Sí, pero confírmamelo, ¿qué edad tienes?
- 23 años
- ¿Y quién eres?
- Alberto
- ¿Con quién estás?
- ¡Vaya pregunta! Contigo José Ignacio
-  ¿Y dónde estás?
- ¡Pues dónde vamos a estar! En el tren. Y supongo que algún día llegaremos al campamento. Y espero que pronto pues aquí huele a tigre que no veas.

…..

- ¡Vale! Ahora relájate, porque ahora tienes 19 años, 19 años,…¿qué edad tienes?
- 19 años (lo dice con la respiración entrecortada, como si hablase estando corriendo)
- ¿Y con quién estás?
- Solo, porque he dejado a tres con los que iba
-  ¿Y dónde estás?
- Voy por un camino
- ¿Y qué haces?
- Pues participar en una prueba de cross
- Pero, ¿dónde?
- Dónde va a ser,  ¡en Valladolid!

……

- Estás retrocediendo en edad y ahora tienes 15 años, repito 15 años. ¿Qué edad tienes?
- 15 años (con la voz entrecortada)
- ¿Quién eres?
- Alberto
- ¿Dónde estás?
- En La Concha, nadando hacia la gabarra (sigue con la voz entrecortada y el hipnotizador se mantiene en silencio hasta que la respiración se hace normal)
- ¿Y dónde estás ahora?
-En la gabarra, por fin
-Pues ahora relájate

…..

-Atiéndeme, tienes 7 años. Ahora tienes 7 años. ¿Qué edad tienes?
- 7 años
- ¿Quién eres?
- Tito (nombre por el que se conocía al Tirantes a esa edad)
- Y, ¿con quién estás?
- Con Tacho, que me lleva de la mano (nombre con el que se conocía la Bigotes a esa edad).
- Y, ¿dónde estás?
- Por la calle Prim

…….

- Tienes 4 años. ¿Me oyes? Tienes 4 años. ¿Cuántos años tienes?
- 4 años
- ¿Quién eres?
- Tito
- Y, ¿con quién estás?
- Con Tacho
- Y, ¿dónde estás?
- Por la calle, sentado en una silla
- ¿Sabes alguna letra?
- La eme
- ¿Y cómo es la m?
- Como un puente, así (y hace un gesto poniendo tres dedos de la mano separados sobre la manta)

……

- Ahora estate atento. Aún no has nacido. Repito, aún no has nacido. ¿Quién eres?
- Yo
- Pero, ¿quién eres? ¿Cómo te llamas?
- Yo
(Por muchos intentos y formas en las que el hipnotizador hizo la pregunta, siempre y sólo contestaba YO)
- ¿Dónde estás?
- No lo sé. Está muy oscuro
- Pero, ¿ves algo?
- Casi nada. Está muy oscuro
- Si puedes, dibuja lo que ves
(Y se le dio un papel y un bolígrafo, y lo único que dibujó fue una curva con la parte cóncava hacia arriba)

Después de varios intentos para proseguir con la regresión, no se le consiguió cambiar de esa situación en la que decía que era ‘’YO’’ y que estaba muy oscuro, por lo que se le provocó la vuelta a la edad real que tenía, y se despertó.