domingo, 22 de marzo de 2015

Semana del 15 al 21 de marzo del 2015

En esta última semana de campaña, los políticos se han desmelenados, ofreciendo el oro y el moro. ¡Como no vuelvan a abrir las minas de oro de Rodalquilar de Almería, nos van a freír a impuestos! Lo malo es que, conociendo al personal, lo más probable es que la abran con la excusa de aportar dinero para los planes de Bienestar Social y, a los tres meses, hagan un ERE de esos a los que nos tienen acostumbrados. ¡Los verdaderos EREs, como la verdadera caridad, empiezan siempre por uno mismo!

Voy a intentar hacer un listado parcial de las cosas que nos han prometido durante esta semana, haciendo hincapié en aquellas que necesitan una respuesta significativa en los presupuestos oficiales, es decir, que quieran que las paguemos entre todos. ¡Y ninguna de esas promesas, repito, ninguna, favorece a los jubilados! Y para evitar suspicacias, el orden en que aparecen es totalmente aleatorio.

‘’Ofrecer jornada escolar completa de 7,30 a 18,30 h.’’
Lo que significa que exista la posibilidad de tener que contratar a una persona por centro a partir, como muy tarde, del próximo septiembre. ¿Será la manera de volver a contratar a los monitores que han despedido este curso? Entre esto, las 1.231 plazas que se van a convocar en Educación, el propósito de aumentar el dinero para guarderías, los pagos pendientes en distintos centros de Hostelería,…, ¿quedará dinero para el presupuesto del resto de Consejerías?

‘’Devolver a los funcionarios la paga que les suprimieron en el 2013’’
¡Ahora se enteran de que en la mayoría del resto de autonomías ya han devuelto, total o parcialmente, esas pagas no devengadas en su momento!

‘’Poder crear un negocio en 48 horas, para facilitar la incorporación de autónomos al mundo laboral’’
Es una promesa que tiene todos los visos de hacerse realidad. La experiencia que se ha adquirido en esta autonomía en el campo de montar ‘negocietes’ en un abrir y cerrar de ojos y que, además, duran años y años sin que la gente, en general, ni se de cuenta de quién, cómo, cuándo y de dónde están trincando euros, es en este momento bien conocida.

‘’Romper la estacionalidad del turismo’’
Algunos responsables del sector opinan que lo mejor es que lo dejen como está. Que siempre hay iluminados que promocionarían cursos de esquí para el verano, creyendo que eso es romper la estacionalidad.

‘’Combatir la brecha salarial entre hombres y mujeres’’
¿Alguien sabe que es eso? ¿No ganan lo mismo los parlamentarios que las parlamentarias? ¿Los maestros que las maestras? ¿Los catedráticos que las catedráticas? ¿Se refieren a puestos en instituciones públicas o en empresas privadas? Porque si es en instituciones públicas, la solución es fácil. Y si es en empresas privadas, ¿cómo se les convence? ¡Esto sí que es un brindis al sol!


‘’…finalización y puesta en marcha de 10 nuevos centros hospitalarios; creación de una red de puestos socio-sanitarios de cercanía; generar un tejido tupido de centros de salud;…’’
¿Quién da más? O estamos muy mal de salud, o lo mejor es morirse pronto y bien. Si todo eso se llena, la mayoría de la gente está en baja laboral, menos el personal sanitario, ¡claro!

Y no digo nada de las promesas que no las entiende ni el que las hace. Y advirtiendo que las que vienen a continuación son de cosecha propia, están inspiradas y se asemejan a algunas que han aparecido en distintos programas electorales

‘’Garantizar la universalidad de la atención sanitaria pública, emasculando metafóricamente a los grupos minoritarios privados en sus improntas espontáneas, a través de una cirugía social transitoria que impida el desarrollo de excrecencias inútiles e inoperantes’’.

‘’Tender a una educación compulsiva permanente que dignifique a la persona mental y laboralmente, a través de programas y planes medulares que posibiliten la creación de estructuras formativas capilares para vivificar las masas sociales más descartadas y oprimidas’’

Todo esto que hemos oído en las distintas cadenas televisivas, unido a lo que hemos leído en la presa, por descuido o en situación de postración post-digestiva, nos ha sumido a todo el grupo en un estado de depresión casi catatónico, agravado por las inclemencias climatológicas derivadas de una profunda borrasca anclada en el mar de Alborán y,…¡¡no sigo!! ¡¡Que desbarro!!


P.D.- Una vez recuperada la normalidad he decidido incluir unas cuantas fotos que no vienen a cuento, pero a las que siempre se les puede encontrar algún significado oculto.


EQUIPO QUE PREDICE LOS RESULTADOS DE LAS VOTACIONES


CITY DE LONDRES: CENTRO FINANCIERO


ZONA DE LAVADO DEL DINERO NEGRO


CHAISE LONGUE: ZONA DE DESCANSO PARA DESPUÉS DE LOS ENJUAGUES

domingo, 15 de marzo de 2015

Semana del 8 al 14 de marzo del 2015

¡Qué semanita! Esto de las elecciones andaluzas nos trae locas a las gaviotas. Y os preguntaréis por qué. Pues la cosa es bien sencilla, ya que en cuanto organizan un mitin en alguna población costera, las sobras de bocatas de los asistentes se multiplican y, como es natural, volamos casi todas hacia la zona. Lo malo es que los bocatas que regalan ahora no pasan de ser de mortadela o cabeza de jabalí, por lo que estamos indigestadas de tanta proteína animal manipulada. ¡Dónde quedan aquellos bocadillos de sardinas en aceite que tanto nos gustaban! Estos partidos modernos cada vez se aprietan más el cinturón y abren menos los bolsillos para atraer a sus seguidores. Se creen que sólo con eso de prometer el oro y el moro encandilan al personal.

En cuanto nos hemos reunido, todas hemos intentado comunicar a las demás lo que habíamos visto u oído, pero como la que se ha organizado se parecía más a un programa deportivo de TV con contertulios partidarios del real Madrid y del Barcelona discutiendo sobre Cristiano y Messi, hemos decidido que cada uno exponga en cinco minutos lo que ha oído y que luego yo pasase un resumen de las promesas expuestas, pero sin adscribirlas a la gaviota ‘’emisora’’ para evitar represalias de las de otras autonomías o tendencias ideológicas.

Y he aquí el listado de promesas escuchadas en distintos mítines con un resumen de los comentarios que hicieron a las mismas algunas de las presentes tras su exposición.

‘’600.000 puestos de trabajo, teniendo como motores la innovación del campo andaluz y la potenciación del turismo’’

Una de las presentes lo primero que ha recalcado es que ya hay quien ha prometido casi el doble de puestos de trabajo, y sin motores que los generen, sino a pedales. Y otra ha dicho que ya hay gente que está ensayando una aplicación de esas app para móviles, o como se llamen, que sacando una foto al olivo te dice el número de aceitunas que tiene. Y, en consecuencia, con la ayuda de un par de drones  se podrá calcular con antelación hasta el número de peonadas que podrán aportar los olivares de toda la provincia de Jaén. Con la ventaja añadida de los puestos de trabajo de alta especialización que se generarán para poder utilizar eficazmente los drones.


Lo de potenciar aun más el turismo recibió un batir de las generalizado, pues…¡a más turismo, más residuos!


OLIVO EN EL QUE SE HA ENSAYADO EL APP



‘’La creación de un millón de puestos de trabajos públicos’’

‘’Ampliar el PAB (Plan Andaluz de la Bicicleta) a poblaciones de más de 20.000 habitantes’’

Aunque son dos candidatos distintos los que han hecho estas promesas, se comenta que hasta puede que estén relacionadas. Lo más probable es que los ayuntamientos y otras corporaciones contraten para lograrlo

- Mecánicos para arreglar las bicicletas de los contribuyentes que hayan sufrido alguna avería (pinchazos, salidas de cadena,…)

- Detectives privados para encontrar bicicletas robadas, o parte de las mismas (sillines, pedales cadenas,…)

- Profesores para cursos de formación de futuros usuarios de bicicleta que, de pequeños, no hayan aprendido a manejarlas con soltura
-…
Además de esto, y para llegar al millón de puestos públicos, alguna de las gaviotas presentes han sugerido que tendrán prevista la creación de puestos de trabajo de nuevo perfil en ayuntamientos e instituciones públicas, tales como:

- Controladores/as de los tiempos del cafelito de media mañana en cafeterías y bares próximos a los lugares donde trabajan los funcionarios fijos.  Y con la condición de que a estos empleados públicos de nueva creación se les suministrará una tarjeta ‘black’ con la que podrán pagar las consumiciones que se vean obligados a hacer durante su jornada laboral. La ventaja será que solo podrán disfrutar de contratos de media jornada.

- Inspectores/as de cursos de formación subvencionados con dinero público. Su función se declarará legalmente incompatible con la de profesores de cualquier otro curso de formación subvencionado. Esta incompatibilidad será contemplada no solo en el derecho administrativo sino también en el mercantil y en el penal. De ser necesario para colocar a más parados, se podrá crear la figura de ‘’Inspector de inspectores’’.

- Profesores/as de frivolité, punto de cruz, bolillos,…, que aprovecharán los tiempos muertos de la mayoría de los funcionarios de carrera para que los especialicen en una de esas ‘manualidades’ ancestrales. Una vez adquiridas las habilidades necesarias, se dedicarán a producir tapetes, puntillas, cojines,…, que se pondrán a la venta en mercadillos de la zona para aumentar los fondos destinados a subvencionar lo que haga falta. Los responsables de los puestos se elegirán entre los parados de larga duración, mayores de 50 años, y que se hayan encargado de los ‘mandados’ del hogar, por lo menos durante seis meses.



MUESTRAS DE PRODUCTOS A OBTENER EN LOS CURSOS



‘’Sacar a la mafia de las instituciones’’

Ante esta promesa, todas estábamos de acuerdo, porque además coincidíamos en un posible efecto secundario muy positivo: iban a quedar vacantes un buen número de puestos de trabajo. A pesar de todo, alguna opinaba que igual se lograba un mayor control de las mafias facilitando la alternancia de las mismas en puestos previamente seleccionados, al estilos de los intermitentes de los coches: ‘’Ahora tú, ahora yo; ahora tú, ahora yo;…’’

‘’Poner en marcha la construcción del tren de la Costa del Sol’’

Solo oírlo, ha provocado unos graznidos tan intensos que se han oído desde Algeciras hasta el Rincón de la Victoria. Hasta algunas compañeras de la costa nos dijeron a posteriori que al oírlos creían que estábamos avisando de la llegada de un tsunami. Si llevan años discutiendo por dónde tiene que diseñarse el trayecto, veremos antes una crisis a la griega en Alemania que circular el tren por las proximidades de San Pedro

‘’Trabajo público mínimo garantizado’’

La opinión generalizada ha sido que el cumplir esta promesa es de lo más fácil, pues la posibilidad de crear empleo público en esta zona es sencillo. Baste con saber que el número de jubilados y mayores de 75 años es cada vez mayor y que, dentro de nada, su porcentaje casi va a igualar al de jóvenes parados. O sea que basta aplicar los principios del ‘Estado del Bienestar’ y, primero, calificar a todos los mayores de 75 años como personas dependientes; segundo, asignar a cada uno de ellos una persona de apoyo de entre 25 y 35 años durante tres horas diarias que se contabilizarán como media jornada. Y para que se note socialmente el efecto de estas medidas, obligar a sacarles a pasear por las plazas y calles céntricas de todas las poblaciones, con visita inexcusable al mercadillo los días de la semana en que se celebre. Si se quiere que la imagen social mejore, se crearán partidas presupuestarias para subvencionar los ‘chupitos’ que tomarán los asistidos o dependientes en el primer bar que encuentren en su recorrido diario. Y así podremos proclamar a los cuatro vientos que nuestros mayores son los más cuidados de Europa y, como consecuencia del ‘chupito’, los más alegres y dicharacheros.

Y aviso que esto continuará, pues las promesas de la última semana de campaña electoral suelen ser, con mucho, las mejores.


domingo, 8 de marzo de 2015

Semana del 1 al 7 de marzo del 2015 (Viaje a Japón VII)


La Coyotita y la Surfi han aparecido de improviso y se han llevado a la Tatiqui para evacuar consultas que, por lo que se ve, solo les concernía a ellas. Y con el fin de que no las molestáramos, se han trasladado a una zona que ahora es de las más tranquilas de San Pedro, junto al bar Canuto, pues el trajín que había hace unos meses ha desaparecido, ya que el trasladar la notaría más famosa del pueblo a un local más céntrico, el ir y venir de personas de toda nacionalidad y condición que se acercaban a esas oficinas para arreglar papeles, ha tomado otro rumbo. Y en cambio nosotras nos podemos reposar donde queramos: en una chimenea, en un ficus y…¡hasta encima de los coches aparcados!

En consecuencia, el resto nos hemos quedado solos y descabezados, lo que ha provocado el que nos dispersásemos en distintas direcciones, suspendiendo por unanimidad la charla de todas las semanas. Y para sustituirla no he tenido más remedio que echar mano de esos recuerdos del viaje a Japón del par de jubilados.

Día 26 de junio del 2005 (Primera parte)

En el momento de escribir este reportaje, ni recuerdo el desayuno del Hotel, por lo que pienso que se debe a alguna de las siguientes razones:
- No desayunamos
- El desayuno fue de lo más normal
- Tengo un lapsus memorístico y se han borrado todos los recuerdos referentes a los sabores y olores relativos a un desayuno japonés.

Lo que sí tengo grabado en la memoria es que bajamos en taxi (chófer con guantes blancos, puntillitas en los asientos,…) a la estación de Odawara, donde nos encontramos con una sorpresa: el edificio albergaba tres estaciones distintas que correspondían a su vez a trayectos y compañías diferentes. Menos mal que allí nos esperaba nuestro guía Kato, que nos condujo a los andenes adecuados, aunque a costa de corretear detrás del hindú que teníamos en el grupo, y que se escapaba de su vigilancia corriendo detrás de cualquier carrito que ofreciese o transportase comida. Lo que debía tener el tal hindú era un hambre atávica, esa que está incluida en los genes después de que el grupo humano al que perteneces ha pasado hambre durante siglos.


ESTACIÓN DE ODAWARA

Una vez tranquilos al estar ya donde íbamos a tomar el tren que nos iba a llevar a la ciudad de Inuyama, miramos asombrados a nuestro alrededor, asustados por la ausencia de voces, gritos, risas, carreras,…, tan normales en cualquier estación de RENFE. 

La gente muy formal, cada uno a lo suyo: paseando tranquilamente hacia unos cubículos transparentes donde se sentaban a leer el periódico o los papeles que llevaban en sus carteras de mano; esperando tranquilamente al borde del andén entre marcas amarillas que delimitaban claramente un espacio numerado, u observando los paneles de colores donde, según dedujimos, se indicaban los trenes que iban a acceder a o a salir de esa estación.

Colores que debían de tener su significado y que, después de hacernos entender por Kato mediante señas y frases en inglés a lo indio, logramos interpretarlos: rojo para los trenes que paran a veces; amarillo para los que no paran nunca, pues van directamente desde su punto de partida hasta su destino; azul, que indica que paran hasta en los pasos a nivel, si lo consideran necesario. Kato, muy amable, nos indicó también que no nos moviésemos del lugar en que nos había dejado, advertencia que no entendimos hasta que nos dimos cuenta que estábamos pisando un número que coincidía con el número de coche del tren en el que estaban nuestros asientos. Y Kato nos confirmó, sonriente, que era ahí mismo, en ese lugar del andén, donde iba a quedar la puerta del tren por la que teníamos que acceder para llegar a nuestros asientos. 

Y esa seguridad de que vas a estar en el lugar adecuado y en el momento adecuado, te proporciona una paz de espíritu que te permite disfrutar de todas las novedades que ves a tu alrededor: gente tranquila que lee pausadamente su periódico cerca, supongo, del lugar exacto por el que va a acceder al tren; la llegada silenciosa de trenes que se detienen exactamente donde deben, ni un centímetro más adelante o más atrás; trenes que pasan a toda velocidad, sin reducir siquiera su velocidad;... ¡¡Lo mismo que cuando esperas un tren de la RENFE!! Y más cuando ya tienes cierta edad y no te apañas con la maleta aunque esté provista de ruedas.


ESTACIÓN DE DELICIAS-ZARAGOZA

Aun recuerdo aquel día En la estación de Delicias de Zaragoza esperando el AVE que procedía de Barcelona y nos iba a llevar hasta Málaga. Empezando por la espera nerviosa en algo que llamaban ‘sala de ídem’ abierta a los cuatro vientos, pero sobre todo al cierzo del Moncayo, al igual que el mastodóntico edificio de la estación; las miradas, cada diez segundos, a las pantallas de ‘Llegadas’ y ‘Salidas’ (para evitar errores) aguardando que nos permitieran bajar a los andenes; los intentos ‘’independentistas’’ de la maleta de ruedas al bajar con ella por las escaleras mecánicas y que giraba en la dirección más inesperada; la ingenua pregunta a la azafata que controlaba los billetes.

‘’Nuestro vagón de asientos preferentes, ¿entrará en cola o en cabecera del tren?’’

la respuesta que, aunque prevista por repetida en más ocasiones, siempre te sorprende;

‘’No lo sé. Depende de cómo formen el tren en la cabecera de recorrido. Lo mejor es que se coloquen en el centro del andén’’

Y una vez situados donde te habían indicado parece que te tranquilizas, pero la procesión va por dentro, pues ni siquiera sabes por dónde va a venir el tren, si por la izquierda o por la derecha. En un par de minutos has recuperado el ritmo normal de la respiración ya que, a pesar de que te han advertido que el tren tardará unos minutos en llegar, tú no te fías, y has hecho un esfuerzo, casi sobrehumano para tu edad, con el fin de llegar lo antes posible a ese centro del andén, donde, como es natural, se van acumulando viajeros. 

Y entonces empieza a imaginarte situaciones de lo más absurdas, pero todas con un denominador común: no vas a poderte subir a tiempo al AVE. Con lo que pasas de un estado de expectativa a otro de ansiedad y, si no te controlas, acabas asombrando a los que te rodean con manifestaciones histéricas que no vienen a cuento. Menos mal que la experiencia siempre te da la solución adecuada: entra por la primera puerta que encuentres y, una vez dentro, con el tren parado o en marcha, ya buscarás tu asiento.

En Japón, nada de esto te puede pasar. Y lo comprobamos. Nuestro tren se detuvo, a su hora, exactamente con la puerta delimitada por las dos líneas amarillas perpendiculares a las vías entre las que estábamos de pie, esperando su llegada. Y como he dicho anteriormente, ni un centímetro más, ni un centímetro menos.

Una vez que llegamos a la estación de Inuyama ni recuerdo cómo nos llevaron al hotel Meitetsu. Fuéramos paseando a pie, o en microbús, lo que sí nos explicaron es que la ciudad de Inuyama estaba en la orilla izquierda del río Kiso Gawa y que la población que veríamos desde las habitaciones del hotel al otro lado del río era la de Unuma.


HOTEL MEITETSU

Cuando nos asignaron habitación y tomamos posesión de ella, lo primero que hicimos fue asomarnos a la terraza de la que disponía y comprobar que en la orilla de enfrente se extendían edificaciones sin solución de continuidad, aunque su nombre (Unuma) nadie nos lo confirmó.


VISTAS DESDE EL HOTEL

Lo que ocurrió a partir de ese momento lo tengo en la memoria como recuerdos troceados, y con conexiones que no van más allá de un orden cronológico con zonas intermedias oscuras. ¡Vamos! Como un puré de verduras mediterráneas que no se ha pasado por el ‘chino’ ni se le ha aplicado la batidora: se distinguen trozos de zanahoria, calabaza o patata, pero lo que les une es algo de color indefinible y de composición no identificable.

No he olvidado que nos trasladaron río arriba, informándonos que nos llevaban a la cabecera de un recorrido en canoa por los rápidos que había en el río Kiso Gawa.



ANUNCIO DE LOS RÁPIDOS


¿Cómo fue ese traslado? ¿En tren? ¿En barco? ¿En microbús?. ¡Ni idea! Solo quedan imágenes aisladas de nuestro paseo a pie hasta el inicio del puente que une Inuyama con Unuma, de una bajada empinada hasta el nivel del río, y una espera en el exterior de un edificio de una sola planta donde nos recogió el medio de transporte que nos trasladó hasta la cabecera del recorrido de los rápidos.


POSIBLE TRANSPORTE EN BARCA

Una vez allí, nos subieron a una canoa o algo similar en la que nos acomodamos como dios nos dio a entender unas dieciocho o veinte personas, e iniciamos un ‘paseo’ acuático en el que estábamos más preocupados de no mojarnos demasiado con las salpicaduras que provocaba la propia marcha de la canoa que en oír las explicaciones que nos daba el guía correspondiente.



EN LA CANOA

En aquellas zonas en las que el río se deslizaba, si no mansamente, sí con la velocidad y dirección constantes y, por tanto, sin chapoteos excesivos, admirábamos las formaciones rocosas de ambas orillas tratando de identificar las formas que semejaban tener según las indicaciones del guía.



Y no sé si porque mirábamos con retraso perdiendo, en consecuencia, la perspectiva adecuada, no logramos imaginarnos ni un león, ni una foca, ni unos amantes, en ninguna de las siluetas  de las citadas formaciones rocosas, que pasaban vertiginosamente ante nuestros ojos.


Total, que al cabo de veinte minutos o media hora tratando de esquivar el agua que saltaba al golpear el lateral de la canoa sobre la superficie del río, de agarrarte a lo que encontrabas más a mano para no acabar con la cabeza en el regazo del pasajero/a más próximo, y de girar la cabeza a derecha e izquierda, adelante y atrás, a la velocidad con que cambiaba la dirección en que señalaba el guía, y que a más de uno pudo provocarle un esguince cervical, nos dejaron a la orilla del río, en el mismo punto en que nos habían concentrado para trasladarnos al inicio del recorrido. 

Y de ahí, de vuelta al hotel con las dificultades inherentes al esfuerzo que tiene que hacer una persona afectada por un EPOC severo para subir una cuesta del veinte por ciento de pendiente.




domingo, 1 de marzo de 2015

Semana del 22 al 28 de febrero del 2015


Aquí todo el mundo se distribuye en una de estas tres categorías: la de los que lo ven todo mal, la de los ‘¡todo va fenómeno!’, y, tal vez la más numerosa, la de los que se callan. Y esto no lo digo porque sea un cerebrín, sino porque hoy nos hemos pasado la mañana en la plaza de la iglesia que, debido al calorcillo pre-primaveral y a la denominada ‘’semana blanca’’ escolar (mejor sería calificarla como ‘’semana en blanco’’), estaba repleta de jubilados/as con niños a su cargo. Y aprovechando que los rapaces estaban entretenidos en perseguirse, salpicarse con agua de la fuente y, los más pequeños, espantar a nuestras casi congéneres, las palomas, no hacían más que darle a la ‘’húmeda’’ y relatar casos de familiares o de amigos que apoyaban las dos opiniones extremas en relación con la situación social, laboral, política y hasta deportiva en que estaban inmersos.


LA CONCHA (1 DE MARZO)

Y cuando nos hemos reunido cerca de la playa después de picotear en los contenedores del único chiringuito abierto, nos hemos puesto a rememorar las situaciones con las que defendían unos y otros sus posturas a favor y en contra de la mejora de la economía, o trataban de reflejar la realidad social en la que se desenvolvían. Y ha sido el Filloas el que nos ha sorprendido cuando ha hincado el diente en la alta autoestima de sus compañeras autonómicas por antonomasia.


PASEO DE SALAMANCA, CAMINO DE LA PLAYA


PASEO DE SALAMANCA, CAMINO DEL PUEBLO

- ¡Estaréis contentos! A uno le ha ganado el humilde Málaga por 0-1, y al otro le ha dejado en la cuneta un Torino que llegaba a la Catedral con la cabeza gacha.

- ¡Mejor no hables, Filloas!, contestaron prácticamente al unísono los interpelados. Que con la marcha del Deportivo y con el hecho de que se os está hundiendo una de la torres de la Catedral de Santiago, no levantáis cabeza en un par de lustros.

- ¡Dejaros de monsergas!, intervino el Pisha. Que hemos venido aquí a tratar de reproducir entre todas lo que hemos oído en la plaza. Y a mí, lo que más me ha impresionado es eso que ha comentado uno de ellos sobre el agobio generalizado. Decía que como siga la cosa así, van a inventarse en sanidad unas bonitas siglas, como por ejemplo AGO, y la van a declarar nueva enfermedad social.

- Pero, ¿qué memeces dices, Pisha? ¿Qué es eso del AGO?, le interrumpió muy serio el Guindilla?

- ¡Mira!, contestó el aludido. Me refiero a que cualquier situación que se generaliza y que tiene efectos negativos sobre las personas, pues…¡siglas al canto! Antes, a los chavales que les dabas un bofetón, lloraban y procuraban no repetir la acción que lo había provocado. Ahora no puedes hacerlo porque, aparte de maltrato, puede provocar estrés post-traumático. Antes, el que no podía estarse quieto en clase, enredaba con todo, y enzurizaba a todo el mundo, lo denominabas ‘rabo de lagartija’ y lo toreabas como podías. Ahora es una persona con TDAH y, hasta en ciertos casos, se les trata médica y farmacéuticamente. Antes te hablaban de los PAS y sabías que se referían al personal administrativo y de servicios de cualquier centro educativo. Ahora los PAS son Personas de Alta Sensibilidad y ya tienen asociaciones para tratamientos grupales. Pues AGO, lo mismo: Agobio Generalizado Ontológico.  Agobio de la Junta porque han descubierto la incorrecta utilización de los fondos europeos; agobio de los estudiantes que, sin haber empezado a hincar los codos, tienen ataques de ansiedad y depresiones tres meses antes de que empiecen los exámenes; agobio familiar por un plazo que hay que pagar allá por Navidades;…

- ¡Ah! Por eso contaba un señor con pantalón de pana y que se apoyaba en una cachaba de buena madera que para agobios lo que pasó él después de no sé qué guerra buscando pan para un bocata. Y que con su experiencia, le había dado un buen consejo a su hijo: ‘’Cuando estés agobiado, queda con amigos optimistas, y a poder ser sin problemas, y tómate unas cañas con ellos. Tienes aseguradas un par de horas sin agobios. ¡Pero no abuses de las cañas!’’, aportó el Pirulo.

- A mí lo que me ha guastado era lo que decía un ‘guiri’ medio en espanglish, intervino la Surfi. Era algo así: ‘’The espanish pipol very much suerte. Tener sol, bares con good birras, mulieres beautiul, y very much free time. ¿qué más querer? ¿ Very much money? Todo no ser posible.’’

- Lo que pasa es que ese ‘guiri’ no sabe lo que pasa por aquí en el mundo laboral, dijo muy seria la Tatiqui. Y si no, que hubiese escuchado los casos que comentaban en la plaza. Emigrantes que llevan casi cinco años trabajando sin contrato  y sin seguridad social para lo que él llama 'un espanish people' , sin poder tener papeles para lograr la residencia. Y no hablemos de lo que le paga y de lo que él cobra por los trabajos que le hace. O ese otro caso del que está contratando a prueba sucesivamente a distintos trabajadores para conserjes de una urbanización, y reduciendo cada vez más el sueldo, hasta que encuentra uno que acepta una miseria. ¡Que hay mucha gente que se aprovecha de las circunstancias!

- Pero siempre hay gente optimista, se conforma y alegra con lo que le ofrecen, y acabarán sacando la cabeza del hoyo, añadió el Borni. Y si no, mira lo que contaba el bigotudo que estaba fumándose un cigarrillo. Joven de veintipocos años. Le ofrecen un contrato de aprendiz de no sé qué, por 400 euros al mes, con la promesa de que en un par de meses, y si rinde, le hacen uno definitivo con el doble de sueldo.¡ Y anda por ahí más contento que unas pascuas!¡Todo es según el color del cristal con que se mira!

- Yo, aun estoy riéndome del caso que ha contado uno de ellos, no me acuerdo cuál, dijo la Txuri-Txori. Y que conste que no tiene ninguna intención racista, sino que refleja simplemente los distintos niveles de educación familiar. Iban a salir el abuelo y su nieto de unos cuatro o cinco años a la plazuela próxima al hogar familiar, y el abuelo recuerda a su nieto que coja algún juguete para entretenerse. El crío, ni corto ni perezoso, vuelve sobre sus pasos, coge un par de coches, camiones, o lo que sea, de los que le han dejado los últimos Reyes, y vuelve a la vera de su abuelo. Pero antes de cruzar la puerta de la casa, se detiene ante una imagen del Niño Jesús que había junto al zaguán, se pone muy serio, y murmura no sé qué. El abuelo, asombrado, le pregunta: ‘’¿Qué haces?’’ Y el nieto responde en un susurro casi inaudible: ‘’Pedir al Niño Jesús que hoy los moritos no me quiten los juguetes como otros días’’

Cuando la Txuri- Txori acabó su relato, decidimos por unanimidad quedarnos con el buen sabor de boca que nos había dejado el ingenio de un crío de esa edad, y con la convicción de que ese tipo de actuación iniciaría la construcción de un andamiaje psicológico que le permitiese en el futuro superar agobios innecesarios. Y nos dispersamos todas conlo que podía denominarse ‘’una sonrisa en el pico’’


(Todas las situaciones reflejadas en estas líneas están ‘’adornadas’’, pero reflejan realidades comprobables en nuestro entorno social y laboral)