Semana del 6 al 12 de abril del 2014
PLAZA DE LA MERCED
Esta semana
nos hemos reunido en Málaga aprovechando que los días previos a la Semana Santa
está la mar de tranquila y uno puede disfrutar de sus playas y, sobre todo, de
las sobras de sus chiringuitos, ya que los guiris no están acostumbrados a
comer ‘pescaítos’ y dejan más de lo que aprovechan. La primera parada la hemos
hecho en la Plaza de la Merced, donde el obelisco a Torrijos, para ver el
ambiente, pues todos los turistas entran o salen del casco antiguo por la calle
Granada. Y el trasiego de gente era abundante, lo que obligaba al típico
vendedor de almendras tostadas y garrapiñadas a vocear sus productos con el
variado repertorio que tenía y que adaptaba rápidamente al público que pasaba
por delante del puestecillo. Nos llamó la atención esta adaptabilidad a la masa
circulante sobre todo cuando al paso de un grupo de jubilados en viaje del
IMSERSO, gritó: ‘’ ¡Almendras para el abuelillo, que levanta el zinganillo!’’
Desde nuestra perspectiva de gaviotas no lo entendimos muy bien, pero hizo su
efecto, pues muchos paseantes se volvieron a mirarlo, dedicándole la mejor de
sus incrédulas sonrisas.
Y hablando de
lo que dicen los periódicos, hemos decidido por unanimidad hacer un
‘brainstorming’ o tormenta de ideas o discusión parlamentaria (que todo viene a
ser lo mismo), sobre ‘’Las diez creencias irracionales de los españoles’’ que
publicó el ABC el pasado 5 de abril. Para que la reunión no se fuese por los
cerros de Úbeda nombramos moderadora, también por unanimidad, a la Tatiqui,
cosa que no la sorprendió y a lo que no hizo ni amago de rechazar. Y comenzó,
con voz profunda y como si anunciase una estación del Vía-crucis:
- Primera creencia: ‘’Necesito tener a mi lado
a alguien que me ame’’. ¡Se abre el turno de participación!
La Txuri-Txori
nos sorprendió a todos interviniendo la primera y, con voz seria, nos dijo:
- Enseguida os dejo hablar lo que queráis
sobre esa verdad a medias, y que más me parece de Perogrullo. Pero antes quiero
que os deis cuenta de la manipulación que hacen ahora los periodistas. No
exponen hechos, sino que dogmatizan sobre las posibles intenciones de los que
los han provocado.
- ¡Por favor! ¡Que esto parece el debate sobre
la consulta soberanista!, le interrumpió el Pisha. ¡Y no nos digas ahora que Dios hizo la Concha para fastidiar a los
bilbaínos!
-¡Que no es eso, Pisha! ¡Que esto es más
serio! Me refiero al titular de una noticia del ABC digital del lunes pasado
que decía: ‘’Limpieza étnica en Zarauz’’.
- ¡Pues si que vais atrasados!, intervine
yo. Si eso ya lo hicieron a finales del
siglo pasado con los profesores que no sabían euskera y que, para asegurar sus
puestos de trabajo, se trasladaron a Logroño y Burgos.
- ¡Veis! ¡Ya habéis picado!, siguió la
Txuri-Txori. La manipulación es que se
refiere a una subida del 150% del IBI para aquellos propietarios de
apartamentos que no sean residentes. ¡Vamos! ¡A los bilbaínos que ocultaban su
patrimonio comprando pisitos y villas en tierra de los guipuches!
- ¡Pues vaya lío que habéis montado por nada!
Aquí hacemos lo mismo, pero con más gracia, complementó el Guindilla. Subimos el IBI hasta donde queremos, y luego
lo bajamos sustancialmente para los que están empadronados. ¡Y quedamos como
reyes y hasta como socialistas de pro!
- ¡Dejaros de IBIs, de tasas de basura y demás
mandangas!, dijo la Tatiqui Y a ver
si opináis sobre lo que os he enunciado hace media hora.
Nos quedamos
todos en silencio tratando de rememorar algo de lo que había proclamado la
Tatiqui: ‘necesidad’, ‘amor’, ‘para mí’,…Al cabo de un rato, el Pisha comenzó:
- Mira Tatiqui. Por esta zona de lo que
tenemos necesidad es de alguien que nos pase el pico por el plumaje que
llevamos puesto para que quede lustroso y nos puedan admirar las hembras con
las que nos codeamos. Y que lo hagan con amor, porque algunas te dan unos
picotazos que te dejan los músculos de las alas hechos unos zorros.
- ¡Egoísta!, exclamó la Surfi. ¡Claro que necesitamos a alguien que nos
quiera como somos! Y que de paso se preocupe de traernos las mejores raspas de
sardinas de las moragas que se celebren en las playas.
La Txuri-Txori
miraba socarronamente al Borni como diciéndole ‘’¡Arráncate, noi!’’,
provocación a la que respondió remoloneando:
- ¡Hombre! En mi tierra lo que vale es el amor
a donde te dan de comer, que es lo que está de moda. Y si alguien te pone en el
brete de contestar a la preguntita esa de ‘’¿Me quieres cariño?’’, te puedes
encontrar, al estilo gallego, con la contrapregunta ‘’¿Sobre todas las cosas?’’
Y toparte con la enumeración de una serie de conceptos que muchos de los que
viven allí tienen preparados para circunstancias especiales: que si la
independencia, que si la ‘pela’, que si el BARÇA de mi corazón,…
- ¡Vamos!, dice el Pisha. Que ante una pregunta así, organizáis un
referéndum o, como mínimo, una consulta vinculante en la comunidad de vecinos.
- ¿Puedo intervenir?, propone tímidamente
el Guindilla, Yo creo que lo que ha
propuesto la Tatiqui es verdad, por lo menos en Sotogrande. Todo el mundo tiene
alguien que le ame: el que le ha dejado su mujer, un caballo de polo; la que
está más sola que un vendedor de acciones de Bankia, un perrito de lo más
cariñoso. Y no digo nada de los que tienen dos o tres pretendientes en espera a
darles el amor que necesitan hasta que el divorcio y los acuerdos económicos
subsiguientes los separen.
Yo no hacía
más que mover la cabeza como diciendo ‘’¡Esto no es nada serio!’’, y lanzando
miradas a la Tatiqui para que acabase con este ‘brainstorming’ que más parecía
una diarrea mental. Algo debió entender la Tatiqui porque, de improviso, arrancó
el vuelo y se dirigió, sin dudarlo, hacia la zona de chiringuitos de la
Malagueta. Todos interpretamos lo mismo, así que nos callamos e iniciamos en
grupo el vuelo, siguiéndola sumisamente.
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