sábado, 8 de febrero de 2014

Semana del 2 al 8  de febrero del 2014


LA TORRE VIGÍA

Esta vez nos hemos reunido en la torre vigía que está colindante con Las Bóvedas, donde se han quedado la Txuri-Txori y el Borni divagando sobre las distintas estrategias que se estaban aplicando en sus respectivas autonomías, si no para lograr la independencia sí al menos para poner nerviosos al resto de los españoles. Habían cogido cariño a su nueva vivienda pues, según decían, veían muy improbable que viniesen a desahuciarles las cohortes romanas, y esperaban seguir de okupas por tiempo indefinido.

Nos habíamos juntado el Filloas, el Pisha, la Tatiqui y yo, pues la Surfi había aprovechado la temporada de vientos para ir a surfear a las costas portuguesas, y el Guindilla nos comunicó que en esta época podía disfrutar de las comodidades de Sotogrande sin interferencias de ningún tipo. El Filloas venía huyendo del temporal marítimo que asolaba las costas gallegas y que impedía hacerse a la mar a la flota pesquera, lo que provocaba que las colonias de nuestros congéneres pasasen más hambre que un peluquero en un país de calvos. El Pisha nos dijo que este año se les había ocurrido a algunas agrupaciones  prepararse por las calles para el concurso de chirigotas, y se había formado un guirigay que había espantado a todas las especies capaces de volar. Y la Tatiqui, como siempre, fue la más sincera: se aburría soberanamente pues ya no le hacían gracia ni las colas de la Verja.

Lo primero que hice fue explicarles que las ‘torres vigía’ eran construcciones militares que, sobre todo en el siglo XVI, se construyeron para la defensa del litoral andaluz de las incursiones de los piratas berberiscos. Esto último también era la razón  por la que los asentamientos de la población estaban siempre a una distancia prudencial de la costa. Como ahora ya no existen piratas, sino solamente los que perviven en las distintas administraciones públicas, estas ‘torres vigía’ están medio abandonadas y nos sirven de refugio a los que necesitamos vivir a orillas del mar.

Y como no podía ser de otra manera, nos pusimos a comentar las últimas noticias.

- ¡Eh, Pirulo!, comenzó el Pisha, ¡Vaya ejemplares que tenéis como alcaldes en la provincia de Málaga! El de la capital afirma que la manera de ahorrar en la factura de agua es duchándose con sólo 15 litros de la misma. ¿Enjabonándose o sin enjabonarse? ¿Y ese de Bena.., o como se llame el pueblo?

- ¡Benaoján!, le contesté yo, Un pueblecito de la serranía, cerca de Grazalema y que, según algunas fuentes, significa ‘casa del panadero’.

- ¡Panadero!, me interrumpió el Pisha,. ¡Carbonero, tal vez! Que dicen que el Sr. Alcalde fuma como un cosaco hasta en la alcaldía y en las reuniones plenarias. Y cuando la oposición se lo echa en cara…¡les ladra!

- Pues él lo justifica diciendo que el fuma desde crío y que el Ayuntamiento es como su casa, pues se pasa más horas en él que otros u otras viendo reality-show en la TV; y que para acallar a la oposición,..¡hasta se ha abierto un expediente a sí mismo! Y para poner la guinda ha dicho que es mejor fumar que robar, complementó la Tatiqui. ¡Y a ver cuántos de los alcaldes que roban se han abierto un expediente!

El Filloas no sabía a quién mirar y tenía los ojos abiertos como platos ante lo que estaba oyendo.

- Por lo que veo, aquí tenéis diversión con cualquier cosa, nos dijo. Allí, por Finisterre, solo tenemos olas de 12 metros y quejas de los pescadores y mariscadores. Y alguna que otra denuncia porque la vecina del piso de arriba anda con tacones a todas horas, y como el ruido crea estrés…

- No hagas caso al Pisha, le contesté yo. Lo que pasa es que en Cái andan soliviantados porque no pueden disfrazarse de Guardia Civil si no cuentan con el correspondiente permiso de la autoridad competente. Y entre eso y que la Junta de Andalucía le debe a su Ayuntamiento el Impuesto de Bienes Inmuebles de sus locales desde hace un porrón de años, ni te cuento. Y ahora les quieren comer el coco impulsando, junto a Fomento,  un tranvía urbano.

- Pues para líos, el que se puede formar con la venta de La Almoraima, apuntó la Tatiqui.

- ¿Y qué es eso? ¡Vaya nombres que os gastáis por esta zona!, dijo asombrado el Filloas que a estas alturas se le salían los ojos de las órbitas.

- Pues una finca que no está lejos de La Línea, en la que hay un antiguo convento construido en el siglo XVI, transformado en hotel y que Felipe González se lo expropió a Rumasa pasando a ser parte del Patrimonio Nacional. ¡Y ahora ‘Madrid’ lo quiere vender sin consultar siquiera con  la Junta! Y ’Madrid’ tiene razón, pues siendo Patrimonio Nacional,  la Junta, como dice el refrán, ‘’no tiene vela en este entierro’’.

En ese momento oímos graznidos desde Las Bóvedas, que iban aumentando de volumen y tono, por lo que interrumpimos nuestra conversación y salvamos rápidamente la distancia que nos separaba del lugar donde estaban la Txuri-Txori y el Borni, temiendo que se hubiese iniciado una guerra, o eso nos parecía, entre las autonomías históricas.

Nota.- Los textos en negrilla son noticias reales entresacadas de distintos periódicos digitales

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