Quincena
del 28 de abril al 11 de mayo del 2019
Parece que fue ayer, pero desde hace casi un año no nos
volvíamos a reunir. Ha sido una sorpresa para todos, pues ninguno había
recibido convocatoria alguna que le hubiese impulsado a trasladarse hasta esta
zona de San Pedro de Alcántara. Pero las gaviotas, ya se sabe, en eso de las
amistades y el gregarismo son casi como los humanos. Cuando te acostumbras a
discutir con alguien disponiendo de un público agradecido, aunque no entienda
nada de lo que dices o argumentas; cuando disfrutas de esas peleas dialécticas
que no llevan a ninguna parte, pero que acaban siempre sin resquemores y,
muchas veces, en una buena celebración con abundante comida y bebida
seleccionada con criterios de ‘gourmet’, pasa lo que pasa. Que su ausencia
produce ‘mono’ y, más temprano que tarde, se ponen los medios para
resucitarlas.
A unos les ha costado llegar más tiempo que a otros, y el
primero en hacer notar su presencia ha sido el Pisha, acompañado por la Surfi y
el Guindilla, a los que ha recogido en su ruta desde Cádiz. A la Surfi no le ha
costado convencerla, ya que se aburría en las playas de Tarifa donde el
poniente, fuerte y racheado, había ahuyentado a la mayoría de surfistas. En
cambio con el Guindilla ha tenido que poner en juego todas sus artes
persuasorias, porque no quería alejarse de la zona ya que tenía sus dudas
respecto a las consecuencias que podía originar el ‘Brexit’ a sus congéneres
del Peñón. Solo cuando el Pisha le ha convencido de que los seres vivos que vuelan
iban a tener los mismos problemas en salir de y entrar a Gibraltar con Brexit
que sin Brexit, siempre que no utilizasen las pistas del aeropuerto, ha
empezado a remolonear, y los achuchones cariñosos de la Surfi han acabado por
convencerlo.
Los del norte, el Filloas y la Txuri-Txori, lo han tenido
más complicado con eso de las entradas de borrascas por el noroeste, y han
decidido imitar a los antiguos barcos de cabotaje y, por tanto, recorrer las
costas del Cantábrico y del Atlántico hasta Lisboa, y en etapas cortas. Y luego
han cruzado Portugal hasta Extremadura, y al final han puesto rumbo a Huelva.
El resto, según han confesado nada más llegar, ha sido lo que se dice ‘’pan
comido’’.
El único que aun tardará es el Borni. Ha enviado mensajes
diciendo que aun no está visible para nosotros, y que en cuanto elimine los
colores rojo y amarillo del plumaje, la estrella que le han dibujado en las
filoplumas y vibrisas de la cocorota, y pueda zafarse del trabajo que le han
encargado, consistente nada menos que en colgar lazos amarillos en los sitios
más inaccesibles, emprenderá el viaje.
De comienzo, aquello fue un guirigay de conversaciones
cruzadas pero la cosa se fue calmando, y llegó un momento en el que alguien
tuvo la feliz idea de que se estableciera un turno de palabra, y de que cada
uno fuese contando lo más importante de lo que había ocurrido en estas semanas
en su entorno más próximo. Y este es el resumen de lo que cada uno de los
presentes relató cuando llegó su momento de gloria.
PISHA
Desde que Kichi está en la
alcaldía, Cádiz ya no es lo que era. Cada vez estamos más lejos de los
madriles y, si no, que se lo pregunten a los gaditanos y otras gentes que
tardaron 11 horas (once) en llegar a Madrid en tren hace un par de días. Y
todos, intrigados por lo que pueda pasar el 26-M.
‘’Promesas, las que haga falta, que cuando me siente en el sillón y
tenga la ‘vara’ ya filtraré lo que me convenga’’
Y los que vivimos en la bahía,
hemos tenido que pasarnos casi un mes ensayando vuelos nocturnos para evitar
los cabestrantes del nuevo puente, pues al principio más de uno de nosotros
se salvó por los pelos de caer a plomos en las aguas procelosas después de un
buen golpe. Menos mal que nuestro sindicato consiguió una subvención para
cursos de vuelos a ciegas antes de las elecciones de diciembre, porque lo que
es ahora todo los del nuevo gobierno tienen la mosca detrás de la oreja, y no
sueltan un duro.
Y para citar algo positivo, el
Parador Hotel atlántico. Localización excelente, habitaciones con vistas
incomparables, en una zona ideal para usuarios de sillas de ruedaspor los
paseos que pueden disfrutarse en su alrededores, y…¡hasta servicios de spa y
de masajes!¡Pero pagando! Por lo menos hasta que el Kichi y compañía obliguen
a ofrecerlos gratis a los mayores de 80 años.
Y..¡punto en boca!, que con
este sistema de participación uno no puede meterse con nadie. ¡Y mira que
tenía ganas de ‘pinchar’ al Borni a costa de su deteriorado ‘procés’!
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