sábado, 24 de febrero de 2018

Semana del 18 al 24 de febrero del 2018

Esto de la gripe siempre sorprende a la persona afectada cuando menos se lo espera. Sus efectos son de lo más variopintos, pero con una base común: mucosidad, tos y malestar general. Y los efectos que se han denominado como ‘variopintos’ se refieren, este año, a unas extrañas interconexiones de neuronas cerebrales que provocan la interpretación de noticias en clave personal, y que llevan a conclusiones más o menos disparatadas. Y como la mejor manera de entenderlo es con ejemplos, ahí van, por lo menos, un par de ellos.


¿Es posible comer carne de cerdo bien tratado?

( El País Digital, 20 de febrero)


Y, ¿cómo se sabe si el cochino ha estado bien tratado?. Se compra una chistorra y el charcutero, si se le pregunta, dice que del cerdo que la han originado no sabe nada, ni siquiera se lo han presentado. Además añade que en la chistorra pueden haber entrado partes de más de un cerdo.

Y si se le amenaza diciendo que se va a ir a la Oficina del Consumidor por no preocuparse  ni indagar sobre el bienestar de los pobres cerditos, origen de sus productos, se defiende exponiendo, con pelos y señales, lo que sabe de la vida que se pegan por las dehesas extremeñas los cerdos que son el origen del los jamones de bellota que tiene colgados a su espalda. Que se pasean por el campo sin que nadie les moleste; que siempre acompaña a la piara un individuo que aporrea  las encinas cuando gruñen por haberse acabado las bellotas que había en el suelo; que cuando hay una sequía muy prolongada ese mismo individuo es el que se encarga de baldearlos y encharcar el suelo para que puedan revolcarse y desparasitarse;… Y por cierto, que el pobre solo cobra 20 € por jornada trabajada, comida aparte, y que encima tiene que dormir junto a las cochiqueras. Y por último, nos puntualiza que, según le han informado, los trasladan al matadero en microbuses comodísimos, con música ambiental, aunque no ha podido confirmar si en el citado matadero tienen una muerte digna.

Y al preguntarle por el precio de los jamones responde, sonriendo irónicamente: ‘’Los de bellota con certificado de buen tratamiento y muerte digna, a 500 € /kilo. ‘’ Y si se le pregunta por el resto de jamones no se niega a darlo para evitar denuncias inoportunas.

CONCLUSIÓN

DEBIDO AL PRECIO A QUE SE VA A COTIZAR LA CARNE DE CERDO ‘’BIEN TRATADO’’, NO VA A SER POSIBLE CATARLA PARA LA MAYORÍA DE LOS MORTALES, Y MENOS PARA LOS PENSIONISTAS AUNQUE, DE ESTA MANERA, TIENEN LA VENTAJA DE ELIMINAR DE SU DIETA UNA DE LAS CAUSAS DE AUMENTO DEL COLESTEROL.





‘’NO ES CORRUPCIÓN, SINO REPARTO SOLIDARIO’’
(Referido al caso de los EREs)
(ABC, 20 de febrero)



Y ante esta aseveración, las neuronas se recolocan y, funcionando como un motor de búsqueda de internet, comienzan a provocar la aparición de imágenes de anuncios luminosos en los que aparecen nombres de bandoleros que recorrieron las tierras andaluzas perseguidos por la justicia, a pesar de lo que proclamaban y de lo que se decía de ellos: que esquilmaban educadamente a los viajeros pudientes para repartirlo entre los más desfavorecidos. Y para muestra, no un botón, sino varios. Y antes de nada, hay que advertir que, como en muchas películas y novelas, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, a pesar de que los personajes que se citan son totalmente reales y existieron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

DIEGO CORRIENTES

Del que una canción dice: ‘’Diego Corrientes, el ladrón de Andalucía, el que robaba a los ricos y a los pobres socorría’’. Estuvo ligado a los jornaleros del campo pero ni siquiera hay indicios para poder afirmar que sus ayudas a los citados jornaleros fueran las precursoras del PER.


LOS SIETE NIÑOS DE ÉCIJA

Que según se sabe ni eran siete, sino muchos más, ni eran de Écija. Y además, esta cuadrilla de bandoleros estuvieron capitaneados cierto tiempo por un tal Juan Palomo, al que algunos le han adjudicado el refrán ‘’ Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como’’.
Y para colmo, uno de sus componentes fue nada menos el Tragabuches, que se ponía a cien con lo primero que encontraba.


EL TEMPRANILLO
Al que se le atribuye una afirmación que, mutatis mutandi, es de rabiosa actualidad en más de una de las actuales autonomías:
‘’El Rey mandará en España, pero en la sierra mando yo’’

EL VIVILLO

Que debió su apodo a la agudeza y agilidad mental de las que hizo gala desde su más tierna infancia. Primero probó fortuna como contrabandista de tabaco en Gibraltar a finales del siglo XIX, y que por culpa de la persecución a la que le sometió la Guardia Civil, ‘se echó al monte’. ¿Y su característica más importante? ¡Ahí es donde se demuestra su vigencia como arquetipo! Pues que a pesar de sus muchos topetazos con la justicia, siempre salió sin un rasguño. No se sabe cómo se las apañaba, pero los cargos contra él se diluían como azúcar en el agua, y las pruebas o eran o las transformaba en dudosas.

CONCLUSIÓN

MEJOR NO HACER NINGUNA


Y hay más, pero esto se acaba aquí. Y si alguno tiene curiosidad, puede consultar la página museobandolero.com, que es de dónde se han tomado los datos que aparecen en estas líneas.

lunes, 19 de febrero de 2018

Quincena del 4 al 17 de febrero del 2018

Han sido quince días de lo que se podría denominar ‘’movimiento compulsivo’’, que se manifestó en la mayor frecuencia de desplazamientos a Estepona, en estos primeros años del siglo XXI. Que si celebraciones, reuniones en las que cada cual decía lo que se le ocurría a bote pronto o lo que se inventaba sobre su propia historia, ágapes con más platillos que los que sirven en un restaurante chino,…En fin, que la guinda la ha puesto la ceremonia que tanta impronta deja en la memoria de cualquier infante nacido a comienzos de los años cuarenta del siglo pasado: la de la imposición de la ceniza al comienzo de la Cuaresma, acompañada de aquellas cabalísticas palabras ‘’pulvis es, et in pulveris reverteris’’




Cuando por fin se reunieron todas las gaviotas del grupo en la zona de la playa que hay junta la estatua de ‘La bailarina’, la primera que tomó la palabra, sin dejar siquiera aposentarse cómodamente al resto, fue la Surfi.

- Hoy no os despistéis ni os hagáis las ‘suecas’. Quedamos la última vez que íbamos a hablar del ‘bullying’, y es un tema que a mi me interesa mucho. Porque recuerdo que me llamaban la ‘’meona’’ y eso me escocía mucho. Sobre todo cuando me enteré que era porque tenía los ojos casi siempre enrojecidos y pitañosos, y porque era la que más pedía permiso para ir a hacer pipí. Y como me daba vergüenza lo hacía en voz baja, diciendo: ‘’Seño, ¿me da permiso para hacer el ‘uno?’’. Y la seño, que me tenía ‘tirria’, siempre me contestaba a voz en grito: ‘’¡Hija, vete! Y como si quieres hacer el ‘uno’, el ‘dos’ o el ‘infinito’

Después de que se fuera amortiguando el sonido de las carcajadas, el primero que empezó a elucubrar fue el Pirulo, que nunca perdía la ocasión de mostrar sus capacidades analíticas.

- Mira Surfi, la cuestión es más compleja de lo que parece. Para empezar, la agresividad de las personas en la sociedad actual se manifiesta de manera muy distinta a la de antes. Sobre todo en el entorno de los críos. En tu casa no veías una pelea aparte de las normales entre hermanos, que se dirimían con la intervención de los progenitores o la de los hermanos mayores.

-Y en la calle, complementó el Pisha, lo que hacías era evitar frecuentar los lugares en los que sabías que estaban las ‘pandas’ rivales, y si las veías acercarse, lo que hacías era tomar las de Villadiego si es que estabas en inferioridad numérica. Y en caso contrario, sacabas pecho y te ponías a buscar a tu alrededor elementos arrojadizos para intimidarlos. Y normalmente no llegaba la sangre al río, aunque más de una vez aparecías en casa con un buen chichón en la frente o sangrando por la nariz.

- Y en casa, ¿qué?, añadió el Filloas. Si ponías la radio lo único que tenías eran radionovelas lacrimosas al estilo de ‘’Ama Rosa’’, o partidos de fútbol los domingos. ¡Ah! O los humorísticos como el de Pepe Iglesias, ‘El Zorro’. En cambio ahora, pones la tele a cualquier hora y  en casi todo lo que ves hay violencia, sea gratuita o no: series, reportajes, películas, y…¡hasta en los telediarios!

- ¡Eso, eso!, confirmó el Borni. Que si ‘’Breaking bad’’, que si ‘’Los Inmortales’’, que si violencia de género, que si disparos indiscriminados de gente que está más p’allá que p’acá, que si violencia de estado, que si en Bélgica,…

La Tatiqui no le dejó seguir

- ¡Borni!, no sigas por ese camino que ya hemos dicho en muchas ocasiones que ese tema era tabú.

-¡Perdona Tatiqui!, le contestó el Borni. Que con eso de la violencia unida a Bélgica me refería a eso de la prohibición de vender embutidos ‘El Pozo’ por maltrato a los pobres cerdos que utilizan como materia prima para fabricarlos.

-¡Ya, ya!, soltó con retintín la Txuri-Txori. ¡Que te conocemos todos, Borni! ¡Que aun debes de estar escocido por la remontada del Real Madrid ante el PSG! Y además, si quieres saber algo de maltrato animal pregunta al experto del Pirulo, que en su infancia y adolescencia era un experto. Que si emborrachar a nuestras congéneres del río Urumea, que si ‘ensartar guindillas a los pacíficos burros por debajo de la cola, que si…

El Pirulo empezó a hacer gestos de desaprobación bien visibles y le interrumpió diciendo:

- Deja ese tema, Txuri-Txori, que estamos hablando de ‘bullying’.

La interpelada, sin cortarse un pelo, le replicó:

- Entonces, ¿quieres que hablemos de cuando te pusieron en el colegio el mote de ‘’Rompetechos’’ cuando eras pequeño? Y por lo que he oído el mote estaba muy bien elegido pues, por lo que sé, tenías un buen cabezón y eras de los más bajitos.

- Pues si quieres hablamos de eso, ¡listilla!, le contestó el Pirulo. En aquellos tiempos, cuando te pasaba algo así, lo que hacías era buscar un mecanismo de defensa, y tenías tiempo para ello porque la disciplina que imponían los ‘profes’ impedía que abusasen del mote. Yo recuerdo que hasta visitaba a los autores del mismo, que eran de dos o tres cursos superiores al mío, y les sacaba golosinas haciéndoles gracietas y permitiéndoles que acariciasen mi cabezón, diciéndoles que les iba a dar suerte en los exámenes. ¡Y hasta me defendían cuando algún otro se sobrepasaba y utilizaba el mote como insulto! Total que cuando ellos hicieron el ingreso en bachillerato la cosa se fue olvidando y el remoquete desapareció.

- La verdad es que en aquellos tiempos los motes y las etiquetas podían provocar situaciones de aislamiento, pero casi nunca de violencia, añadió el Filloas. Había un control mucho mayor y una autoridad de los profesores que no se ponía en duda. Así que cuando ellos decían ‘¡Basta ya!’, o prohibían su utilización, la orden se cumplía sin rechistar. Y no te digo nada de lo que pasaba si identificaban alguna situación en que se intentase humillar a alguno por ua característica corporal, intelectual o social. A la primera de cambio tomaban las medidas para que no se volviese a producir.


En ese momento llegaron a la  zona unas cuantas gaviotas de las que se refugiaban normalmente en la parte alta del pueblo, avisándonos de que muchos de los integrantes de la fiesta carnavalera que se estaba celebrando en las calles próximas al bulevar, venían hacia el paseo marítimo con bolsas de Maskom cargadas de botellas, por lo que deducían que iban a transformar la playa en territorio comanche. Así que, aconsejados por la experiencia y sin despedirse siquiera, abandonaron todas el lugar.

miércoles, 7 de febrero de 2018

Semana del 28 de enero al 3 de febrero del 2018

En este comienzo del mes de febrero, ‘el frío ha venido y nadie sabe cómo ha sido’. Así que nuestras gaviotas, curándose en salud, se han vuelto a refugiar en las Termas de Guadalmina donde, tanto si hay viento racheado de poniente como si sopla el levante fuerte, hay recovecos donde refugiarse. Y el debate ha comenzado en cuanto a la Tatiqui se le ha ocurrido lanzar al ruedo la siguiente noticia que, según la información que tenía, Había aparecido en ‘El País Digital’ el día 2 de febrero.


Los buenos resultados en un aula dependen más de la disciplina que del número de alumnos.


No ha tardado ni dos segundos en intervenir el Pirulo, echando mano de su largo historial docente.

- ¡Eso está más claro que el agua! A finales de los 60 y comienzos de los 70, teníamos 40 alumnos o más en cada clase y no pasaba casi nada. Y eso que los ‘profes’ contábamos hasta con 30 horas lectivas a la semana.

- Pues no te digo nada si rememoramos nuestros tiempos de críos, añadió el Pisha. Las clases de cuarenta eran las menos numerosas, y allí no se movían ni las moscas. Me acuerdo que cuando te mandaban leer en silencio y sin articular palabra, si el de la última fila susurraba, se le oía en la primera.




- No podéis comparar aquellos tiempos con los actuales, sobre todo sin tener en cuenta los valores que te inculcaban en la familia o en el ‘cole’, o en ambos, dijo el Filloas. Yo me acuerdo de que lo que te decían los padres ''iba a misa''. Te decían ‘’Hay que hacer esto’’, y ni se te ocurría indagar el por qué ni hacer contraofertas. Lo hacías y punto. ¡Y que no se te ocurriese expresar en voz alta tu desacuerdo con lo que había dicho o mandado un profesor! Aunque fuese el copiar 10 veces y en latín un párrafo de la ‘Guerra de las Galias’ del tal Julio César. Y si ahora dices eso de la ‘Guerra de las Galias’ en una clase, te preguntan los chavales y no tan chavales si es el título de la nueva película de la serie de la ‘Guerra de las Galaxias’ Entonces el maestro tenía siempre razón aunque hubiese afirmado que el sol sale siempre por Antequera en invierno, en verano, y en cualquiera de las autonomías. ¡Y que no se te olvidase poner el Don delante del nombre o decir el Señor maestro cuando lo citabas! ¡Te jugabas la paga del domingo!

- Eso sería en los colegios de pago que era a donde ibais vosotros, complementó el Guindilla. A los ‘’pringaos’’ sin posibles que acudíamos a las famosas Escuelas Nacionales, nos pasaba lo mismo, pero por otras razones. Al que valía para estudiar lo machacaban con la cantinela de que de esa manera ‘’te labrabas un futuro mejor’’, y de que si desaprovechabas esa ocasión acabarías como un ‘destripaterrones’ cualquiera, como alguien sin oficio ni beneficio. Por todo ello, te estaban inculcando indirectamente una responsabilidad personal respecto a los estudios que para sí quisieran muchos de los estudiantes de ahora. Y lo último que se te ocurría era faltar al respeto al maestro o hacer algo que le obligase a llamar y hablar con alguno de tus progenitores.

- ¡Jopé, machos!, exclamó la Surfi interrumpiendo al Guindilla. ¡Estáis pintando un panorama que no os lo creéis ni vosotros!¿Cómo es posible que haya cambiado la cosa tanto? Si ahora el ‘profe’ te da un capón por muy justificado que esté, tu padre lo denuncia por maltrato físico con el agravante de infanticidio. Y ni te pregunta por qué lo ha hecho, ni considera atenuante el que le hayas puesto la zancadilla cuando te has cruzado con él por el pasillo. Ahora, para los padres y madres, el eje es el hijo y que, además, siempre tiene razón o, por lo menos, motivos suficientes para justificar su conducta. Y por otra parte, al hijo…,¡bueno!, al hijo eso del respeto a los mayores, al ‘profe’ que es un ‘colegui’ y a los ‘compis’ que quieren estudiar, le importa una higa. Su vida es su vida y los demás que se apañen como puedan con la suya, que por lo menos el futuro de él está asegurado pues para eso tiene a sus progenitores, que siempre estarán dispuestos a sacarle de los charcos en los que se meta.

- Tampoco es eso, Surfi, le medio amonestó la Tatiqui. Que aun hay centros, tanto públicos como concertados, que mantienen la disciplina en unos niveles aceptables gracias al funcionamiento y acción coordinada de equipos directivos y profesores.

- ¡De acuerdo!, insistió la Surfi. Pero del bulliyng, ¿qué? ¿No existía en vuestro tiempo?


Iba a contestar la Txuri-Txori, que no había abierto el pico hasta el momento, cuando se desató una de esas ciclogénesis explosiva, que antes se decía ‘borrasca repentina de narices’, que obligó a todas a buscarse la vida con la promesa de seguir la próxima semana con eso que ahora llaman ‘’bulliyng’’, o en romance paladino es ‘’un acoso escolar prolongado en el tiempo’’