domingo, 24 de julio de 2016

Semana del 17 al 23 de julio del 2016

Este comienzo de semana, la Tatiqui y el Pirulo se han ido a pasar un par de días a las costas que domina el Pisha, concretamente a Cádiz. Y eso ha sido por un par de motivos.


El primero, visitar al Pisha en su ambiente pues cada vez tiene menos posibilidades de volar solo a grandes distancias, ya que los años pesan y no perdonan. Pero aunque le caigan los años o los lustros encima, sigue con su costumbre de aparecer siempre con su mejor y más elegante ‘’look’’, por lo que sigue con la manía de ‘’peinarse’’ los plumones de la cabeza cada vez que tiene que volar a la contra del levante, que en Cái sopla en todas las direcciones. Y no lo pasaron mal. Lo celebraron en ‘El Faro’, donde sirven las mejores, más sabrosas y menos grasientas o aceitosas de todas las tortillitas de camarones que nacieron en la zona, y que ahora se sirven hasta en los más desconocidos chiringuitos de la Costa del Sol. Y la Tatiqui ni dudó en probar la dorada de estero. Esa dorada que se cría en las salinas que rodean la bahía de Cádiz y que en este restaurante la preparan de una manera especial, la que tienen patentada como sistema infalible para que la coman los ‘señoritos’ sin mancharse los dedos ni  preocuparse por las espinas. El Pirulo no se quedó atrás, y engulló un guiso de rabo de toro al vino que, por el tamaño de los huesos pelados que dejó, debía haber pertenecido a un miura de más de 500 kilos. Y al final de la comida, lo de siempre: el Pirulo jugando al despiste e inventándose las mil y una fórmulas matemáticas para que diese como resultado que el que tenía que pagar menos fuese él.


EL FARO


DORADA DE ESTERO


QUIÉN PAGA MÁS?


JUBILADOS GASTÁNDOSE LA EXTRAORDINARIA


El segundo motivo del viaje fue el poderse poner en el papel de turistas veraniegos. De esos que llegan a su segunda residencia y hacen todo lo posible para hacer ver a los residentes, y pobladores de la zona en general, que si no fuera por ellos vivirían en ‘’la porca miseria’’. Que son ellos los que permiten la supervivencia de los comercios del pueblo donde estén gracias a sus gastos veraniegos y que eso, además, les da patente de corso para manifestar distintos comportamientos a los que los aborígenes no están acostumbrados el resto del año: saltarse los turnos, protestar por los precios y calidad de los productos comparándolos con los de sus lugares de origen (que son siempre mejores y más baratos), aparcar en la puerta con sus coches de alta gama sin preocuparse del tráfico ni de las molestias que ocasionan,… Y sobre todo…¡mirar por encima del hombro a los que les rodean!



EL PIRULO DE TURISTA

La Tatiqui y el Pirulo no actuaron así, fundamentalmente porque no hicieron uso de los comercios u otros servicios propios de las ciudades, sino que se limitaron a sobrevolar algunas de las zonas de Cádiz en las que nunca antes se habían posado. Y encontraron una preciosa: la iglesia y el parque de San José. Y allí descansaron un rato aposentándose en la estatua del General San Martín, libertador de Argentina, Chile y Perú. Y por lo que dice la historia, fue en este último país donde, una vez liberado parcialmente del yugo español, cedió su ejército a Simón Bolívar para que finalizase la guerra por la que iba a lograr su independencia. Y cuando lo vieron nuestros turistas lo primero que pensaron fue…¡en el Kichi y su amor por la revolución bolivariana! ¿Creará un parque en honor a Simón Bolívar? ¿Con estatua a caballo o a pie enjuto? ¿Pedirá una subvención a los vascos para hacerlo en base a que Simón Bolívar era de la estirpe de los Bolivarjauregui?



IGLESIA DE SAN JOSÉ


ESTATUA DEL GENERAL SAN MARTÍN


Y con estas y otras preguntas y reflexiones, el Pirulo y la Tatiqui se volvieron tranquilamente a sus pagos de San Pedro de Alcántara

domingo, 17 de julio de 2016

Semana del 10 al 16 de julio del 2016


Esta semana se han desperdigado todos por la costa al olor de las sardinas que todos los chiringuitos están preparando en espetos para la avalancha de turistas, …¡hasta del Brexit!


Y han dejado abandonados, pero solos y tranquilos, a la Tatiqui y al Pirulo que han aprovechado esos momentos de paz para zascandilear por las terrazas en las que están ya dando fruto muchas de las hortalizas que algunos jubilados han plantado para divertirse.




HIGOS ''CULITO MOJADO'' PROCEDENTES DE ESTEPONA


NARANJAS DE ''EL TESORILLO''


GUINDILLAS DONOSTIARRAS


PIMIENTOS DE GERNIKA


ACEITUNAS DE JAEN

En un futuro próximo, origen de un aceite extra-virgen-virgen de primera presión

Y como además, el sábado, era el 78 cumpleaños del Pirulo, se han vestido de fiesta y se han ido a ‘empapuzarse’ de ricas viandas.





LAS GAMBAS DEL PIRULO



LAS OSTRAS DE LA TATIQUI

Y el bogavante se lo comieron antes de fotografiarlo

¡¡¡Hasta la próxima semana!!!



domingo, 10 de julio de 2016

Semana del 3 al 9 de julio del 2016

¡Por fin se han vuelto a reunir! El Pirulo y la Tatiqui parece que se han recuperado, pero lo primero que ha tenido que hacer el grupo ha sido buscar un sitio tranquilo, ya que hay novedades en las urbanizaciones próximas al paseo. Por lo que se ve, a los veraneantes les molestan los graznidos de las gaviotas y han instalado dispositivos que simulan cantos de pájaros con lo que advierten a sus congéneres que la zona ya está colonizada. Lo de los cantos es un decir pues, a veces, los sonidos se parecen más a lamentos o gorjeos angustiosos, o a los chillidos y gañidos que emiten las aves depredadoras cuando están en busca y captura de cualquier cosa viva que les sirva de alimento.









LA TATIQUI
    
                
Para colmo, ha habido una invasión de gaviotas grises que deben acompañar a los emigrantes que parten de las costas africanas, y que no son muy bienvenidas por las naturales de estas costas, que las expulsan, o por lo menos tratan de hacerlo, de los puntos de observación y reposo que utilizan ellas normalmente. Y no se sabe con seguridad de donde vienen pues la gaviota negruzca, de plumaje ceniciento, es endémica de las islas Galápagos (un poco lejos parece), y la otra familia de plumaje gris, la garuma, es autóctona de Sudamérica.



NEGRUZCA



GARUMA

Al final, decidieron ir al extremo oriental de la playa de San Pedro de Alcántara, allí donde está el restaurante Kala Kalúa, próximo al cual hay una zona pedregosa en la que siempre te puedes llevar una sorpresa en cuanto a sabrosos detritus






Y una vez allí, después de saludarse y soltarse puyas mutuamente en relación con el Brexit, el Kichi, las elecciones del 26-J, y hasta sobre la visita de Obama a la bahía de Cádiz, se fueron calmando, y comenzó un diálogo más civilizado de los que algunos políticos muestran al público en sus intervenciones radiofónicas y televisivas.

- Esto va a ser la debacle, empezó pesaroso el Guindilla. En Gibraltar han permitido votar lo del Brexit hasta a los monos del Peñón, y ni por esas. ¡ Que se van! ¡Y a volver a sacar los pasaportes! Y lo peor no va ser lo del tabaco y el ‘’uisqui’, que eso lo van a seguir pasando como sea, sino que el flujo de euros de un lado para otro se va a terminar.

- No pienses en eso Guindilla, le consoló el Borni. Que lo que tenemos nosotros en Barcelona con la Colau es peor que el Brexit. Ahora, para erradicar a los ‘manteros’ no se le ha ocurrido otra cosa que multar a los que les compren productos falsificados. ¿En qué quedamos? ¡Los ha equiparado a las prostitutas. El malo es el cliente. Ahora resulta que los ‘’manteros´´ y sus mafias no tienen la culpa ya que es el único medio de vida que tienen al alcance de la mano. Además creo que está estudiando el establecer un carnet municipal de ‘mantero’ para que puedan ejercer el oficio sin penalización.

- En todas partes cuecen habas, sentenció muy seria la Tatiqui. Que en Madrid se va a implantar el ‘’Día del Despelote’’. Y lo que no se sabe es si se va a aplicar solo a las  piscinas municipales y si también se va a generalizar a bares de tapas y gastro-bares, pues por lo que parece los madrileños son excesivamente púdicos y hay que liberarles de esas ‘’cargas’’ ancestrales.

- ¿Y lo va a extender también al transporte público?, preguntó inocentemente la Surfi. Igual hacerlo mismo que con los perros, es decir, reservar el último vagón de los trenes de metro para los que tengan aficiones nudistas.

- Dejaros de cosas sin sentido, intervino el Pirulo. Que solo falta que el Pisha nos cuente o se imagine que el Kichi quiere acompañar a Obama en su visita a la base de Rota, y aprovechar la ocasión para invitarle a los Carnavales a cambio de una ayudita de dólares, pues parece que con los presupuestos del ayuntamiento no puede hacer todo lo que quiere. Mejor nos convendría comentar lo del 26-J.

No había acabado de decirlo, cuando el Filloas, adelantándose al resto, apoyó la idea diciendo:

- ¡Eso, eso! Ya tenía yo ganas de llamar a las cosas por su nombre. Y su nombre es…¡Mariano!

- No sé a qué viene eso, le interrumpió la Txuri-Txori. Habrá ganado, pero su situación no es como para tirar cohetes. Todos le están diciendo que no quieren ni verlo.

- Eso es porque esta vez no pueden decir que han ganado, como decían siempre, y solo les queda el derecho al pataleo, aseveró el Pirulo. Hacen lo que nosotros cuando estábamos en edad escolar: no me han votado porque tienen miedo; la culpa es de la ley electoral; hemos perdido algo, pero no nos ha superado nadie de los que teníamos detrás;…¿No os suena a aquello que decíamos a nuestros padres? El profe me tiene tirria; he bajado la nota, pero lo mismo ha pasado a toda la clase; sabía las respuestas, pero como no estaba seguro no las he puesto; la culpa es de la manera con que califica el profe, pues si hubiese contado las décimas que me correspondían en todos los problemas, las cosas serían distintas;…

El Filloas volvió a interrumpir al Pirulo

- No hace falta analizar profundamente lo que ha ocurrido, sino que basta ver la historia de cada uno para saber cómo funcionan.  Y eso es lo que quería decir antes cuando he nombrado al Mariano. Vamos a ver su recorrido vital:

·         Nace en el 55 del siglo pasado y, por tanto, su niñez y juventud la pasa en un sistema educativo donde el que no se esfuerza no tiene nada que hacer, y el que no respeta al profesorado, tampoco.

·         Hace el servicio militar obligatorio y hasta le toca barrer las escaleras de la Capitanía General de Valencia.  En consecuencia, aprende a integrarse en una cadena de mando y a hacer las cosas más estrambóticas cuando es necesario y/o no hay más remedio, es decir, las circunstancias te obligan.

·         A los 24 años consigue la plaza de Registrador de la Propiedad, por lo que la política no es su único medio de vida y, aunque la gente no lo crea, se puede permitir tomar decisiones sin necesidad de tener en cuenta si esas decisiones le pueden costar el puesto político.

·         Ha ejercido cargos en todos los niveles de la administración pública, incluido el Gobierno. Experiencia y datos para distinguir lo importante de lo anecdótico, no se le puede negar

- ¡Hombre, Filloas! ¡Te has pasado! Y encima te has dejado unas cuantas cosas en el tintero, le dijo el Borni. Y entre ellas, las siguientes:

·         Como buen gallego no sabes nunca si sube o si baja.

·         Es de los que prefiere estar callado en las situaciones conflictivas y dejar que hablen los demás. Y al cabo de un rato, y a partir de las meteduras de pata de unos y las ideas de otros, establece su discurso evitando las primeras y adornando las segundas.

·         Sabe, por su experiencia en Galicia en la época álgida del narcotráfico, que allí, con poco que ‘’rasques’’, están pringados todos: autoridades y las que no lo son tanto; de un partido político y de otro; de arriba y de abajo;… Y el que se descubra, sólo es cuestión de tiempo. Por eso, contra la corrupción ya se sabe: leyes que la penalicen en todas sus formas, y jueces y fiscales que la busquen, que al final la encuentran en todos lados.

- ¡Borni! En vez de hablar de los demás, ilumina nuestras mentes acerca de lo que tenéis por allí, le espetó el Filloas. ¿Y qué me dices del Albert?

- ¡No me tires de la lengua! El señorito nació en el 79, por lo que en su adolescencia ya le empezó a influir la LOGSE, sobre todo en lo relativo a los derechos de los alumnos. De ahí le debe de venir la idea de que es de su competencia el determinar quien debe y quien no debe estar al frente del resto de los partidos. Eso sí, es de los que entró a trabajar en la Caixa como currito normal, y consiguió su puesto mediante una convocatoria de promoción interna. Lo que pasa es que ahora se cree el ombligo del mundo, y piensa que todo tiene que pasar por él, y por eso, pienso yo, es por lo que está dando el NO a derecha e izquierda. Y de los resultados del 26-J, como la mayoría de los políticos, le echa la culpa a los demás y…¡a la ley electoral!

En ese momento, el diálogo que habían establecido el Filloas y el Borni decayó y se esfumó como por arte de magia, como una de esas avenidas de agua que aparecen y desaparecen en minutos, a raíz de una tormenta de verano. Se mantuvo el goteo de conversaciones a dos y a media voz entre parejas afines del grupo, hasta que la Txuri-Txori inició un parlamento al que fueron prestando atención, primero uno a uno, hasta acabar la mayoría en silencio y escuchando lo que decía.

- A mí lo que me asombra es lo de los socialistas. Los de mi tierra son paradigmáticos. El presidente saliente del Congreso nunca podía haber imaginado su actual situación cuando abandonó sus estudios de Ingeniería Industrial. Y la que les guía a los socialistas actualmente teniendo a gala el haber suspendido la selectividad que, según las estadísticas, la aprueba más del 96% de los que se presentan a ella. ¿Será para demostrar que los peores estudiantes también pueden llegar a puestos de responsabilidad política? ¿O será para reafirmar los logros y la validez de la ley de educación que su partido político implantó, la LOGSE? El caso es que el 26-J se han dado un batacazo, y no solo están felices y contentos sino que, independientemente de los vaivenes de sus barones (y no digo varones), están orgullosos de lo guapos e importantes que son en la tesitura actual, y hasta algunos de ellos están animando a Pedro Sánchez para que se presente a Presidente. Y para que veáis que los del Basque Country no somos menos que los ‘’O Pobo Galego’’, os voy a hacer una semblanza del susodicho P.S., señorito donde los haya, aunque nunca sabremos si los ‘señoritos’ nacen o se hacen.

- ¿Qué dices, Txuri-Txori? ¿Basque Country? ¿Es que Brexit os ha descolocado las neuronas? ¿O es que estáis preparando el Eushalexit?, le interrumpió el Pisha

- ¡Tú calla y escucha, Pisha! Que entre lo que está haciendo el Kichi con la ‘Tacita de plata’ y lo que os va a caer por el auténtico Brexit de Gibraltar, vais a tener más trabajo que el que os va a ocupar en quitar los tejadillos de amianto de vuestros centros escolares.

- Tú sigue Txuri-Txori, y no hagas caso al Pisha, le interrumpió la Surf. Que por fin esta vez estoy aprendiendo algo útil, intelectualmente hablando,  y me interesa esa semblanza del Pedro ese para enterarme de cómo se hace, y así poder hacer una a la Susana para asombrar y sorprender a mis amigos surferos de Tarifa.

Y la aludida, asintiendo muy seria a las palabras de la Surfi como si se las creyera de verdad, prosiguió

- Pues vamos a ver a grandes rasgos el curriculum vitae de ese señor. Nació en el 72, por lo que la LOGSE no le cogió ni de refilón. Después de cursar la correspondiente carrera universitaria, y no se sabe a ciencia cierta si fue antes, vio claramente que los grupos emergentes en cuanto a tener posibilidades a un contrato fijo e indefinido, aunque con destinos variables, y con ocasiones claras de promoción interna, eran los partidos políticos y escogió a los socialistas.

-¡Perdón, Txuri-Txori!, le dijo muy educadamente el Pirulo para evitar reacciones no deseadas por la interrupción. Déjame hacer un inciso para clarificar situaciones históricas de las que no tienen mucha idea los que nos rodean. Os explico. Antes de los 70, quien quería tener un puesto fijo, no muy bien pagado pero con muchas ventajillas en cuanto a vivienda, economatos bien surtidos, y destinos con doble sueldo, hacían la carrera militar o se incorporaban a los cuerpos especiales del ejército después de cursar estudios universitarios (jurídico, sanitario, veterinario, ingenieros,…) Después de los 70, y con la democratización de la enseñanza y la consiguiente ampliación de los cuerpos docentes, muchos se aseguraron la vida haciendo oposiciones y ejerciendo de profesor en los distintos niveles educativos. Hacia los 80, con la liberalización económica y financiera y la correspondiente multiplicación desmesurada de entidades y sucursales bancarias, todo el mundo se dio cuenta de que el chollo estaba en los bancos y cajas de ahorro, donde el que pillaba la dirección de la sucursal del último pueblecillo tenía asegurados ingresos fijos y ‘’flotantes’’, hipotecas a bajo o nulo interés y, tal como puede comprobarse actualmente, una jubilación anticipada y bien remunerada. Pues bien, ahora estamos en la época en que si alguno o alguna quiere tener buenas perspectivas de futuro, tiene que simultanear estudios y pertenencia a las juventudes de cualquier parido u organización afín, o, que su familia le pague  un par de máster de esos que cuestan más de 10.000 euros, y que si se cursan en el extranjero, mejor. ¿Habéis captado la idea? Pues sigue tú, Txuri-Txori.

- Te cojo la palabra. El señor de referencia, suponemos que mediante los contactos adecuados, logró a los 26 años un puesto de asesor en el Parlamento Europeo  y a partir de ahí comenzó su recorrido político. Primero en misiones en el extranjero, luego como concejal en Madrid y, al final, como diputado del Congreso ante la renuncia de Pedro Solbes. Y mientras, trabajando profesionalmente como consultor y profesor universitario en sus ratos libres. Como veis, no se le puede negar experiencia política ni maneras para moverse en tierras movedizas ganando siempre altura. Lo que se desconoce es si los cimientos y los soportes del lugar que ahora ocupa son lo suficientemente fuertes como para soportar terremotos internos de cierta magnitud.

- ¡Txuri-Txori! ¡Me has abierto los ojos!, le dijo el Pisha. Porque, por lo que sé, el gran jefe del Kichi, el Pablo ese, estuvo hasta los 21 años en la Unión de Juventudes Comunistas. Lo que no sé es desde cuándo. Y es de los que, si no le influyó la LOGSE, se escapó por los pelos, pues nació en el 78. Por los datos que hay, se enganchó a la universidad, donde ahora es profesor titular interino en la Facultad de Ciencias Políticas. Y de lo que sí sabe, y nadie lo niega, es de manejar la información y los medios de comunicación para dar la imagen elegida previamente por él mismo. Aunque esta vez, con ese lío de ser socialdemócrata, aliarse con IU, prometer lo que la gente quiere oír, sea o no posible realizarlo, se ha dado un susto de muerte, pues no le han salido las cosas como esperaba. Y aun están haciendo análisis de resultados, se supone que para demostrar que la culpa no es suya ni de quienes le rodean y acompañan. Es capaz de decir que la culpa la tienen los jubilados que son genéticamente conservadores y que en estas elecciones han votado en masa y en un porcentaje que no tenían previsto.

En ese momento el Pisha se calló, pues casi todos estaban más atentos a los saltitos y aspavientos que estaba haciendo la Surfi que a sus explicaciones. Fue la Tatiqui quien recondujo la conversación.

- Pero, ¿qué te pasa, Surfi? ¿Es el exceso de información lo que te ha provocado esos movimientos incontrolados?

- ¡Ni exceso de información ni gaitas gallegas!, respondió la Surfi más que enfadada. ¡Qué llevo más de media hora intentando intervenir y no me hacéis ni caso! ¡Como soy la más joven! ¡¡Como me tocado hacer la ESO!!¡ Pues me vais a oír!. Ya sé que me ha tocado cursar la ESO, el Bachiller o por lo menos parte, y hacer un módulo de nivel medio de Peluquería y Estética como hace la mayoría, porque el Bachillerato se me atragantó. Lo que no sabéis, momias, es que cuando estás los cuatro años de ESO haciendo el vago y pasando con una, con dos, o con las que haga falta, cuando llegas al Bachiller tienes los circuitos neuronales más oxidados que los barcos de la US Navy hundidos en el Pacífico por los japoneses. Y…¡claro! ¡No das una! Y cuando quiero intervenir aquí, no me dejáis, y ahora solo me queda el político de IU para hacer la semblanza que, para más inri, tiene una vida más corta que las mangas de un chaleco. A este sí que le ha tocado la ESO, el Bachiller, el poder elegir entre cuarenta y tantas universidades provinciales con un profesorado de ‘’véte tú a saber’’, y que encima se une al de la coleta como una rémora al tiburón. Menos mal que ha resucitado el Anguita y le ha dado unos cuantos consejos que no le han servido ni para convencer a los veteranos comunistas de toda la vida. ¡Así le ha ido! Pero él, contento, pues por lo menos ha conseguido no perder su escaño. ¡Y  ya está! ¡Me callo!


El resto del grupo siguió en silencio con gestos de asombro, pues nunca habían escuchado un parlamento tan largo salido del pico de la Surfi. Así que la Tatiqui, con muy buen criterio, aprovechó la ocasión para felicitarla y para invitar al resto a irse hasta La Pesquera, que estaba al otro lado de la playa, y en cuyos contenedores siempre quedaba algo que echarse al gaznate. Y todos aceptaron la invitación sin rechistar y emprendieron el vuelo.

domingo, 3 de julio de 2016

Semana del 26 de junio al 2 de julio del 2016 (Brasil XII)


2 de noviembre del 2007

Como la mayoría de los viajeros, los nuestros también habían perdido la perspectiva temporal de las fechas del calendario, y no sabían con exactitud el día en el que vivían.  Por eso les sorprendió que, al bajar a desayunar,  se encontraran con gente disfrazada aún de Halloween. Eso no les impidió desayunar sin prisa pero sin pausa, pues salían de excursión a visitar el salto de Itiquira y la población de Formosa en cuyo municipio estaba ubicado.

Subieron a la furgoneta que habían alquilado, y su chófer, un tal José Riveiro,  les trasladó a ver la guardia del palacio de Alborada, residencia oficial del Presidente del Brasil y también diseñada por el arquitecto Oscar Niemeyer, y que sin ser el Palacio de Buckingham tiene su encanto y da la impresión de estar flotando en el lago que está al frente del edificio.



No se sabe lo que ocurrió, pero en esta parada el Recovecos se trasladó al puesto de copiloto. ¿Iba vacío y le ‘aconsejaron’ ocuparlo para dar palique al conductor? ¿Se lo había apropiado de inicio el Palmeras y en los pocos kilómetros recorridos había considerado prudente renunciar a un lugar tan expuesto?

Después de un recorrido de unos 100 km por carreteras bien asfaltadas y por donde pueden cruzar, a tenor de las señales de tráfico, serpientes, corzos, una especie de cruce entre vaca y cebú llamada ‘’navoli’’, que resiste mucho mejor que la vaca el clima tropical, llegaron al Parque Nacional en cuyo interior se encuentra el famoso salto


Dejaron el coche en el exterior e iniciaron, junto con otros turistas, el paseo por el sendero que conducía hasta la caída de agua. En este inicio del recorrido, el Recovecos, que aun no disponía de la ayuda de los audífonos ni de las llamadas vulgarmente ‘trompetillas, oyó algo referente a ‘’una inmensa rata’’, cosa que le alarmó y que comunicó inmediatamente a la Flores para ponerla sobre aviso. La Flores le tranquilizó diciéndole que de lo que habían hablado era de una ‘’inmensa raza’’, cosa que el Recovecos admitió, pero que no le convenció y, por tanto, se quedó sin saber a qué se referían con la expresión ni qué pintaba decir algo así en aquel paraje natural. Después de unos minutos andando, y viendo que el paseo se prolongaba más de lo debido y con pendientes descendentes que, a la vuelta, se convertirían en ascendentes, la Flores dijo eso de que ‘’¡Hasta aquí hemos llegado!’’ y que ‘’¡Para saltos de agua ya tengo bastante con el de Gujuli!’’ (Álava), y aduciendo que sus pulmones no daban para más y que con las imágenes de cascadas, cataratas y demás que ya tenía en la cabeza era más que suficiente, se sentó en primer simulacro de asiento que encontró, e invitó al Recovecos a seguir con el resto de visitantes.




Y allí fue todo el grupo a contemplar y fotografiar el salto de Itiquira que era una de las mayores caídas de agua accesible de Brasil con sus 168 metros.







Una vez completada la visita intentaron tomarse una cerveza en un Camping Club cercano, pero no les dejaron ni entrar en las instalaciones y eso a pesar de la inestimable ayuda de José Riveiro que era de la zona o, por lo menos, brasileño de pura cepa. Sin preocuparse por lo sucedido, se dejaron llevar a una churrasquería de Formosa donde se dieron cuenta de lo que era un verdadero ‘’rodizio’’…¡de carne! El ambiente era agradable, popular y entretenido. Y les sirvieron hasta 25 tipos de carne de distintos animales (chancho, pollo, navolis,…) y de diversas partes externas e internas de los mismos, incluidos corazones y otras vísceras. Cada vez que pasaba un camarero con un tipo de carne cada cual decidía, por su aspecto o por el hambre que aun le quedaba por saciar, si la pedía o no y, además, a media comida les ofrecieron rodajas de piña asadas con canela que, según les informaron, tenían la doble misión de ayudar a la digestión de tanta proteína y de volver a abrir el apetito. Y lo mejor de todo fue el precio ya que, incluidos el café y la caipirinha de los seis que se sentaron a la mesa,  solo abonaron 87  reales.






Después de comer, y para ayudar a asimilar todo lo que habían comido, el chófer les llevó hasta el Lago Feia, lugar preparado para esparcimiento del público en general, de unos seis kilómetros de largo, medio de ancho y de entre 4 y 10 metros de profundidad, y situado junto a la ciudad de Formosa. Tomaron un helado, estiraron las piernas, contemplaron el paisaje y, mientras volvían a Brasilia, el chófer les explicó que en aquella enorme planicie ocupada por extensos campos dedicados al cultivo de milho, soja, y a naranjales de los que no se veía el final, todos los camiones iban provistos de localizador GPS. Como las distancias son enormes, los camiones y su mercancía valiosas, y rapiña hay en todo el mundo, el robo de un camión es algo sino frecuente sí muy probable, y todas las empresas de logística quieren tener localizada su mercancía, y por lo menos dar el dato del lugar exacto de su desaparición al seguro.








Una vez en el hotel necesitaron tomar otro ‘expreso’, pues el rodozio no había avanzado lo suficiente en el aparato digestivo. Echaron una buena siesta hasta que la consabida tormenta les despertó, y se reunieron a echar unas partidas que ganaron, esta vez, el Palmeras y el Recovecos. Y el primero de ellos, notando ya los primeros síntomas de un incipiente ‘trancazo’ que, según parece, se le había declarado por culpa del aire acondicionado de la furgoneta.

Decidieron cenar algo ligero, y no se les ocurrió otra cosa que comprar unas bolsas de patatas y ‘regarlas’ con esa salsa de kétchup que hay en todas las mesas de las cafeterías, se supone que para darles un poco de color y sabor. Después de escribir las postales que había comprado durante la excursión, se fueron a descansar ya que al día siguiente salían para Río de Janeiro.


3 de noviembre del 2007


La amenaza de ‘trancazo’ que manifestó ayer el Palmeras, se transformó durante el descanso nocturno en una afonía que le impedía hablar o, mejor dicho, que si trataba de hablar no le oía ni el cuello de su camisa. Tal vez por eso, en el desayuno, el Recovecos se ha presentado en la mesa con un plato con un par de huevos fritos, acción que al Palmeras y al resto les ha parecido una provocación, pues todos sabían que el citado Palmeras estaba incapacitado, por la afonía y la irritación de garganta, para masticar y tragar trozos de pan untados en la yema del huevo.





Después de hacer las maletas y liquidar los gastos del hotel, se trasladaron al aeropuerto, donde se entretuvieron en comprar sellos, enviar postales, comprar ‘pijaditas’ de regalo, hacerse con una silla de ruedas para la Flores y observar los desplazamientos coordinados que hacían un grupo de ‘guaruras’ que debían estar esperando a alguna autoridad. Todo fue normal a pesar de que a última hora volvieron a cambiar la puerta de embarque, lo que no les impidió, amparados en la discapacitada, entrar los primeros a ocupar sus asientos en el avión.

A la llegada a Río, cumpliendo con las normas, salieron los últimos y comprobaron las medidas de seguridad que había pues, además de puertas cerradas con candado para evitar el acceso a pasajeros ‘’insumisos’’, los ascensores habilitados para los que iban en sillas de ruedas tenían a una persona para proteger la entrada a los mismos. Cuando dejaron la zona a la que no tenía acceso el público en general y la señorita de la agencia Gol que les esperaba se hizo con los ‘mandos’ de la silla, todos a una, por si acaso, se pusieron en torno a ella como polluelos alrededor de la gallina y no le perdieron de vista hasta salir de las instalaciones del aeropuerto.

En cuanto llegaron al hotel, que estaba ubicado en el paseo de la playa de Copacabana, tomaron posesión de sus habitaciones, dejaron al Palmeras descansando, y se fueron de piruleo por los alrededores.  Tomaron una cervecita en uno de los múltiples bares del paseo y, cuando volvían al hotel, estalló la tormenta vespertina. Total que, por mucho que se protegieron bajo los toldos de comercios y restaurantes que había en el trayecto, llegaron empapados y eso que, en el origen de su recorrido, les habían dicho que no llovía mucho.

Como el Palmeras seguía en su habitación, acordaron tomarse las caipirinhas que ofrecía el hotel como regalo de bienvenida, y se fueron a cenar al buffet. Y hasta el Recovecos le pareció maravilloso, solo porque se ofrecía un plato de bonito en salsa que le recordaba su patria chica, Donostia. Y de ahí, y lamentando la ausencia del Palmeras, a la cama.


4 de noviembre del 2007

En el desayuno, el Palmeras, con su aparición, dio una alegría al resto del grupo. Y a pesar de la lluvia, esperaron animados a que llegara el autobús en el que iban a hacer un recorrido turístico por ´Río. Creían que el chaparrón iba a ser pasajero, pero no remitió. Y aunque el autobús estaba solo a unos 20 metros de la puerta del hotel, subieron a él empapados. Y por si les quedaba alguna esperanza de que mejorase el tiempo, ésta se esfumó en cuanto les aconsejaron comprar unos plásticos para protegerse durante las visitas que iban a hacer, y por los que tuvieron que pagar 10 reales cada uno. Iniciaron el recorrido recogiendo turistas en distintos hoteles hasta que se completó el autobús, y eso dio como resultado que en el conjunto de personas estuviesen representadas hasta 16 nacionalidades, incluidos pakistaníes y mejicanos.

Los trasladaron hasta la estación del tren del Corcovado que, según les explicaron, había sido inaugurado en 1884, bastantes años antes de que se erigiese en la cima del cerro la famosa estatua del Cristo Redentor, el emblema más identificable de la ciudad de Río de Janeiro. La subida al cerro en este tren proporciona la ocasión de disfrutar de las que, según muchos, son las mejores vistas de la urbe, incluidas la bahía de Guanabara y el famoso estadio de Maracaná.








Una vez que llegaron al final del trayecto, y para consuelo y regocijo de la Flores, subieron mediante unas escaleras mecánicas hasta la base de la monumental estatua que corona el Corcovado. Deambularon en torno a ella, hicieron las típicas fotos entre nubes de turistas





Como consecuencia del traqueteo del tren y de las subidas y bajadas a distintos niveles, buscaron unos sanitarios para desembarazarse del exceso de líquido corporal (¡vamos!¡que más de uno tenía que hacer un pis!) ¡Y los sanitarios estaban cerrados por falta de agua! Como pudieron, y sin hacer demasiados aspavientos, se sentaron en el chiringuito adyacente a los clausurados sanitarios y se tomaron un cafelito, diseñando mientras tanto la estrategia para llegar los primeros a los servicios que había en la estación de partida, es decir, en la base del Corcovado. Y ahí funcionó la auténtica estrategia, la de la Flores. Al ir a tomar el tren de vuelta, y guiados por su consejo y su cálculo, lo hicieron en el vagón de cabeza que, como la Flores había previsto, fue el que se quedó más cercano a los ansiados servicios de la estación, por lo que, los más necesitados de actividad mingitoria, evitaron la avalancha que se produjo en la misma dirección a medida que se vaciaban los vagones y, como es natural, llegaron los primeros.





Aprovecharon el tiempo que les dio la guía para entrar y salir de los múltiples bazares de ‘’pichías mil’’ que había en torno a la estación y comprar lo que les venía en gana para familiares, amigos y vecinos, pero siempre dentro de un orden como no se cansaba de repetir la Niña. Mientras tanto, el Recovecos desapareció con la excusa de buscar un cajero automático, arguyendo que se había quedado sin un ‘real’, y nunca mejor dicho. Al volver, y cuando le pidieron explicaciones del por qué había tardado tanto, juró y perjuró que había sido porque había tenido que buscar un cajero que estuviese instalado en un lugar a cubierto y con el suelo seco. Y explicó que el primero que había encontrado estaba a pie de calle y con un buen charco de agua en el lugar donde tenía que ponerse el solicitante. Y que al introducir la tarjeta de crédito había visto una especie de chisporroteo y un ir y venir del texto que aparecía en pantalla. Y sus conocimientos de física le indujeron a pensar que igual esos fenómenos eléctricos se producían por hacer él mismo masa con tierra por lo que, para evitar el peligro de electrocución, cogió la tarjeta y salió pitando sin comprobar siquiera si había anulado la operación. Todo esto lo contó mientras el autobús daba una vuelta larguísima hasta casi el final de la playa de Ipanema, y sin atender siquiera las aclaraciones que hacía la guía sobre algunos lugares significativos junto a los que pasaban, aunque alguno de los que se aburrían con el relato del Recovecos recordó al resto que habían pasado junto al famoso Jardín Botánico. Espacio inaugurado a principios del s.XIX y que cuenta con 83 hectáreas de bosques y 54 hectáreas de zonas cultivadas. Es una de las mayores colecciones botánicas del mundo con unas 40 mil plantas y más de 6.725 especies diferentes.









A la vuelta al hotel dejaron al Palmeras en su habitación pues su ‘’trancazo’’ se acerca a su punto álgido, y el resto se fue a comer una mariscada carioca, que se parecía mucho a las calderetas asturianas. 

Descansaron tomaron la obligada caipirinha, jugaron una partida al chinchón que ganó el Peluche y, después de debatirlo mucho, acabaron cenando en el buffet del hotel. Y un poco agotados, por un lado, y otro poco tristes por la ausencia obligada del Palmeras, se fueron a sus habitaciones, donde la Flores y el Recovecos se pusieron al día de los resultados de la liga de fútbol española antes de apagar las luces.