Semana del 20 al 26 de julio del 2014
El comienzo de esta semana me ha
proporcionado un par de reforzamientos positivos de esos que tanto aconsejan
los libros de autoayuda. El primero ha sido que en el centro del pueblo, en
plena Plaza del Marqués del Duero, han abierto una tienda de sofás, camas, y demás
muebles que los humanos utilizan para relax unipersonal o bipersonal, para
atontarse viendo programas de TV, o para echar la siesta mientras retransmiten
el Tour de la France, siempre que no se organicen ‘montoneras, que es con las
que algunos se divierten. Alguno se
preguntará que por qué eso puede reforzar a una gaviota que, hasta cuando
descansa, está sobre dos patitas. ¡Pues porque empezamos a ser famosas! ¡La
tienda se llama GAVIOTA!
LA TIENDA
LA PLAZA
GAVIOTAS ESPERANDO
PARA ASISTIR A LA INAUGURACIÓN DE LA TIENDA
El segundo reforzamiento es
porque se han dignado contestar a mi escrito, hecho que me ha asombrado aunque
en dicha contestación me hayan puesto, con palabras muy educadas por cierto,
como ‘’hoja de perejil’’. Y a continuación, el citado escrito de respuesta.
LAS INCONDICIONALES,
ESPERANDO OÍR LA LECTURA DEL ESCRITO ENVIADO AL PIRULO
Estimado Sr. (¿) PIRULO:
No sé ni por qué ni cómo ha llegado su escrito entre la abundante
correspondencia que recibo diariamente. Supongo que será porque cualquier
protesta sobre las situaciones y las cosas más dispares y exóticas las deben
acumular en las oficinas de correos en una saca única y enviármelas a
mí. Y aunque no sea de mi incumbencia,
ni la persona adecuada que tendría que verse en la obligación de contestarle,
le envío este escrito con mis reflexiones y sugerencias.
En primer lugar, me importa un bledo las aventuras del búho que cita,
y mucho menos que unas gaviotas agresivas le hayan dado un susto de muerte.
Con esto de la crisis bastante tengo con ver a muchos de mis empleados con
los ojos como platos esperando que alguien se acerque a sus puestos de
trabajo.
Con lo que dice sobre los aforados estoy totalmente de acuerdo, pues
a mí me han dado más de un problema con esas tarjetas Visa corporativas con
las que no se ‘’cortan’’ ni un ápice a la hora de comprar compulsivamente sin
fijarse que hasta esas tarjetas tienen un límite de gastos. Y lo peor para mí
es que de esas tarjetas también gozan (y se aprovechan) altos cargos
administrativos y municipales. Por ello, alabo el gusto de sus congéneres en
hacer vuelos rasantes en las playas de la zona, descargando sus intestinos al
estilo de los medios aéreos dedicados a la extinción de incendios.
Y otra cosa. ¡Los cursos de formación, ni los nombre! ¡Estoy harto de
apuntarme a cursos de promoción interna en la estructura empresarial en la
que trabajo! Por cada curso real al que asisto debo dar mi nombre, DNI,
aficiones y un sin fin de datos privados para otros cuatro cursos y para los
que luego (no sé quién) pide subvenciones y utiliza mi perfil completo en la
lista de asistentes fantasma.
Y de lo que solicita, ¿qué le voy a decir? Me ha dado una risa
convulsiva que no me ha desaparecido ni cuando mis jefes me han anunciado que
reducen mi sueldo un 10%. Encima han creído que me estaba cachondeando de
ellos, y la reducción me la han subido al 15%. ¿Dónde ha nacido Vd., o de qué
guindo se ha caído para creer que le van a eximir de algún impuesto? ¡Dése
con un canto en los dientes si no le imponen un par de ellos más antes de fin
de año!
En cuanto a peticiones al Ayuntamientos y demás organismos públicos
no espere mucho, a no ser que previamente haya tenido Vd la brillante idea de
hacer alguna donación (en especie, terrenos o en metálico) u de organizar a
sus expensas (las suyas, claro) eso que ahora denominan ‘evento social’
Aprovecho la ocasión para ofrecerme como la persona más idónea para
dirigir esa ‘’Cáritas’’ Cuya creación solicita, pues por mi cargo de
responsable del Departamento que dirijo, he tenido que relacionarme con
individuos de las más diversas cataduras y pretensiones, por lo que he
desarrollado una habilidad especial para distinguir a las personas que
quieren sacar provecho propio o estafarte de aquellas personas que vienen
impulsadas por una necesidad real y perentoria.
Por último, para que no todo sean negativas o descalificaciones, le
adjunto un vale mediante el cual le pueden hacer un descuento de 100 euros en
la compra de Opel Insignia. Es uno de los muchos que me han echado a la cara
multitud de indignados clientes cuando han comprobado que era el regalo por
hacer una compra de más de 150 euros en productos alimenticios.
Sin otro particular, se despide afectuosamente el JEFE DEL
DEPARTAMENTO DE ATENCIÓN AL CLIENTE de unos grandes almacenes de la Costa del
Sol
Fdo.:
Genuino
Zarracatín, rey de la alcabala
|
Para olvidar este escrito, y
mediada la semana, me fui a Cádiz acompañado por la Tatiqui, para pasar el día,
invitados por el Pisha. Nos llevó a probar las delicias que se encontraban con
facilidad en la zona de La Caleta, aunque entre las mareas, el poniente, y la
turbamulta de veraneantes, nos vimos obligados a practicar el ramadán, y
esperar a que se pusiera el sol. Para hacer tiempo, nos aposentamos en las
cercanías del deconstruido y reconstruido Parador de Turismo, en cuya parte
delantera, la que da al mar, habían diseñado una explanada que, por
desconocida, estaba solitaria y tranquila
PARADOR DE
TURISMO-ENTRADA
PARADOR DE
TURISMO-FACHADA AL MAR
Allí tuvimos la suerte de
comprobar que el Restaurante del Parador estaba situado con sus ventanales
dando a la explanada donde estábamos, por lo que nos llegaron algunas sobras de
los platos que degustaban los clientes y, al parecer, no los consideraban aptos
para sus delicados estómagos. El Pisha, muy galante, se hizo con una de ellas y
se la ofreció a la Tatiqui, cosa que nos extrañó pues nuestra conducta habitual
es engullir todo lo que se encuentra sin pensar en nadie ni en nada. En cuanto
vio que lo mirábamos asombrados y con gesto interrogante, nos lo empezó a
aclarar:
- Es que esta sobra que nos depara el destino que, por otra parte, en
nuestros años jóvenes tantas alegrías nos deparó…
- ¡Corta el rollo!, le interrumpí yo. Explícalo y no hagas un Cantar de Ciego sobre esa porquería que has
cogido.
- ¿Porquería?, me contestó indignado. ¿Llamas porquería a un ‘Tataki de atún rojo’, y además capturado
mediante la ancestral arte de la almadraba? ¡Ten en cuenta que hasta los
fenicios vinieron a estas costas a aprender estas artes de la pesca!
Intuyendo que iba a seguir
hablándonos de los fenicios, de los romanos, de Baleo Claudia, y hasta de los
almohades, le volví a interrumpir solicitándole de nuevo una escueta definición
de eso que llamaba ‘’Tataki’’ y que se abstuviese de hacernos un guión para un
programa de Master Chef. Al final se avino a mi requerimiento, frunció el
entrecejo y, como si escupiese, no soltó lo siguiente en plan telegráfico:
- Tataki, dos puntos, trozo mollar de atún rojo marinado adecuadamente
y que se engulle prácticamente crudo acompañado de verduritas o rebozado con
sésamo.
- Es palabra japonesa, ¿no?, indagó con voz dulce la Tatiqui para
eliminar tensiones.
- ¡Claro! Y significa apilado o distribuido en piezas. Por eso los
japoneses vienen aquí en la época de las almadrabas para hacerse con las piezas
mayores, contestó el Pisha sin acritud.
- Pues para mí la pinta que tenía era la de un trozo de pescado que se
les había olvidado una semana en un rincón de la nevera, y que se habían
inventado un plato para aprovecharlo, apostillé yo iniciando un vuelo de
reconocimiento por la orilla del mar, para evitar oír explicaciones farragosas.
Cuando volví, estaban hablando de
lo que es tema de conversación desde hace meses en Andalucía, sobre todo entre
gente madura y jubilados: EREs, cursos de formación, sindicatos y, para dar un
toque positivo, el aumento de ‘guiris’ y de turistas en general, fiestas
patronales y …¡del metro de Málaga!
Al atardecer, nos excusamos con
el Pisha por no podernos quedar a cenar en La Caleta, e iniciamos el vuelo de
vuelta a casa.
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