Del 30 de diciembre del 2018 al 19 de enero del 2019

Comienza el nuevo año con menos ganas de escribir que las habituales en el 2018. Y he decidido que cuando no tenga nada nuevo preparado, me dedicaré a recordar lo plasmado en fotos realizadas en el presente siglo.

Comienzo del año 2000 y, en consecuencia, del siglo XXI, en Vitoria. Y por lo que se ve, con las costumbres alimenticias de siempre, es decir, marisco y champán francés.

Aun recuerdo la intranquilidad con que retomamos el trabajo en nuestros puestos de funcionarios ante el temor de que el cambio de milenio hubiese afectado a nuestros programas informáticos.

Y de ese año 2000 no existen prácticamente testimonios fotográficos, a excepción de la fotografía que recuerda la despedida  de una compañera de trabajo que se jubilaba. Y no me trae recuerdos muy agradables aunque en ese momento dedicase una amplia sonrisa a los que me rodeaban, ya que también participaban en la comida dos me mis subordinados ‘’más queridos y apreciados’’. Uno despareció porque no podía hacer lo que le daba la gana, y el otro siguió haciendo lo que le daba la gana siempre que podía evitar mi control.