domingo, 25 de noviembre de 2018


Semana del 18 al  24 de noviembre del 2018

Hay semanas que no hay quien pueda escribir. Entre la lluvia, las tormentas y, sobre todo, los ataques (‘episodios’ los llaman ahora los galenos) de ciática y lumbago, no puedes ni estar cinco minutos sentado. Y solo te levantas para huir de las ¿sandeces?, ¿memeces?, o como quiera cada uno calificarlas, que ves y oyes en los telediarios. Así que,…¡hasta otra semana!

domingo, 18 de noviembre de 2018


Semana del 11 al  17 de noviembre del 2018

LA TELEVISIÓN Y YO
(‘’El burro/a por delante para que no se espante’’)

Hay un aspecto de la vida diaria en el que los jubilados llegan a ser críticos expertos de los programas ofrecidos por las distintas cadenas disponibles en cada autonomía. Y esto es porque constituyen uno de sus entretenimientos favoritos por distintas razones:

Es el entretenimiento que menos euros les resta de sus pensiones

Los esfuerzos físicos que requiere son siempre asumibles

Sus programas siempre pueden favorecer el ‘descanso’ con excepciones que se intentará poner de relieve

Están disponibles a cualquier hora del día y de la noche con solo pulsar un botón del mando a distancia

Lo mismo activa las neuronas hasta límites insospechados como te sumen en una somnolencia agradable y reparadora.

Lo malo es que las conclusiones que se pueden sacar o a las que se puede llegar a partir de los personajes que aparecen y de sus parloteos, o de las opiniones que se vierten con una voz en ‘off’ a raíz de hechos o situaciones reflejadas en imágenes, dependen en gran manera de los entretenimientos, aficiones o gustos que tenían los receptores de la información en su antigua vida laboral, ya que ésta última condicionaba sus tiempos libres y en qué emplearlos.  Y mejor no hablar de lo que ocurre cuando dichos receptores tienen un mínimo de capacidad analítica y de relación. Por lo tanto, lo que viene a continuación no creo que pueda generalizarse, aunque tal vez haya bastantes personas que estén de acuerdo con las opiniones que aparezcan a continuación.

Telediarios

Son los mejores programas de TV que puedes elegir si quieres experimentar una montaña rusa de emociones: asombro, curiosidad, indignación, estremecimiento, indiferencia, depresión, ansiedad,…, y ¡hasta aburrimiento!

Siempre comienzan con la actualidad nacional que, si los editores no tienen grandes accidentes o inundaciones o ninguna otra cosa, tratan de explicarnos con todo detalle las corruptelas, plagios y contradicciones de unos y otros, sean del color que sean. Pero lo peor es cuando ponen vídeos en los que algún miembro del Gobierno, tanto da que sea ‘bonito’, trata de convencer a la población de lo buenos que son y preocupados que están por su bienestar físico, económico y hasta psíquico.

En esos momentos, tienes dos opciones: o te carcajeas o lloras. Y eso porque, o son mentiras disfrazadas de verdades, o son deseos de quienes las expresan, pues en las fechas en las que datan sus proyectos estaremos, los de mi edad y muchos de los actuales fumadores (según las estadísticas), criando malvas.

‘’Aquí nadie que solicite una hipoteca va a pagar el impuesto de Actos Jurídicos Documentados’’

Esto solo ocurriría si las autonomías renunciasen a ese impuesto, y eso sería un milagro. Y, por otra parte, cualquiera que te preste dinero te va a cobrar  hasta el papel que emplee para redactar toda la documentación que precise para asegurar al máximo su devolución. Y si no lo hiciese, quien te presta el dinero seguro que es una ONG y no una entidad financiera. 

‘’La base de cotización de los autónomos aumentarán con la finalidad de mejorar sus prestaciones’’

Y la gente de a pie, a pagarlo. Porque ya me contará el ‘experto’ a quien se le haya ocurrido esta idea si, como dice mi frutera, no van a tener que subir los autónomos los precios de sus productos o servicios.

 ‘’Obedece a la lógica dar el título de bachiller con un suspenso’’

En palabras de la propia ministra de educación (las minúsculas están puestas a propósito), es mejor ser generosos desde la ley que bajar la autoestima de nuestros jóvenes. ¡Si de autoestima van ‘sobraos’! Tienen derecho a todo lo que se les pasa por la cabeza, se consideran ‘doctores’ por tres horas de trabajo de ‘corta y pega’ en el ordenador, ganan más con unos vídeos en youtube que sus progenitores como consejeros delegados de una mediana empresa y, además, sin los riesgos inherentes que conllevan tales cargos.

‘’En el 2050 no podrán venderse coches de gasolina ni de gasoil’’

¡Pues qué bonito! A mi edad, me deja frío y sigo sin entender cómo se atreven a proponer cualquier tipo de legislación para los que vengan. ¿O es que piensan estar son convocar elecciones hasta esos años?

‘’Entre el 2023 y el 2028 se cerrarán todas las centrales nucleares’’

Pues los que estén para jubilarse o ya jubilados en esas fechas, ya pueden hacer acopio de velas porque la electricidad va a ponerse por las nubes. A no ser que los mayores de 65 años tengan derecho a un molinillo autogenerador de electricidad para instalarlo en la terraza (si la tiene), a precio de Días de Oro del Corte Inglés.

Y no hablemos de otras cosas pues ya se sabe que un Gobierno no está para gobernar sino para MANTENERSE.

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La actualidad internacional tampoco da para muchas alegrías. Siempre aparecen los mismos mandatarios aunque en distinto orden según las cadenas: Merkel, Macron, Salvini, Putin y Trump. A veces nos divierten con las ‘rajadas’ de algún dirigente iberoamericano, pero sin exagerar. Y el mayor porcentaje de las noticias referentes a estos personajes son de índole negativa. Pierden elecciones, descalifican a la prensa, a otros mandatarios o quien se les ponga por delante. O sea, que te quitan las ganas de viajar al extranjero a no ser que regales a tus nietos un viaje a Disneyland París, o quieras echar una canita al aire y visitar alguna playa del Caribe.
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Y la parte seria de la primera sección del telediario acaba con ‘’El Caso’’. Y si alguien no entiende la metáfora que lo busque en la Wilkipedia. Se nos cuenta con todo detalle y hasta con enviados especiales las desgracias de todo tipo que han ocurrido en las últimas 24 horas, o nos amplían información de cualquiera sobre las que nos hayan informado en la última semana. Y no puede faltar algún suceso que pueda calificarse como violencia de género.
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Y después de esa media hora que nos han tenido en vilo, pues hasta nos anuncian que el fondo de pensiones tiene menos recursos que los pantanos después de diez años de sequía, y que la hucha de la SS está más exprimida que un limón, viene las secciones más inocuas y despreocupantes: los deportes y el tiempo. Lo peor es que cuando llegan, es fácil que ya estemos sesteando o siesteando (no tengo seguridad de cómo se dice), y lo mejor es que no nos enteramos de cuándo nos llega la gota fría ni de lo que le pasa al real Madrid o al Barcelona.

No puedo dejar de citar una sección deportiva que siempre me asombra: la del telediario de la noche de A3. De lunes a viernes casi todas las noticias que aparecen tienen como modelo a la película de ‘Pulp Fiction’. Avalanchas en campos de fútbol, peleas entre padres en partidos de alevines, accidentes que sufren jugadores al ir a entrenamientos o de fiesta, árbitros a los que descalabran los futbolistas durante o al final de los partidos, peleas entre aficionados ultra, caídas de futbolistas de la camilla cuando los sacan del campo,…

Y del resto de programas, ¿qué? Pues si me da tiempo, ya hablaremos

lunes, 12 de noviembre de 2018


Semana del 4 al  10 de noviembre del 2018



Fin de semana en Benahavís, si no de descanso, de relajación


AMANECER (fotos tomadas entre las 8 y las 9 a.m.)










GRAN HOTEL DE BENAHAVÍS


sábado, 3 de noviembre de 2018


Semana del 28 de octubre al  3 de noviembre del 2018


Y después de los 80, ¿qué?(II y último)


Es curioso, pero cuando te jubilas y emprendes uno de esos viajes en los que has estado soñando toda tu vida, parece que quieras acabarlo lo más rápido posible. Si vas en avión, llegas al aeropuerto con dos o tres horas de adelanto para poderte poner el primero en las colas de facturación. Y una vez que te olvidas del equipaje, te diriges lo más deprisa que te lo permiten tus fuerzas hacia la puerta de embarque correspondiente. Y si el recorrido previsto es en coche propio, madrugas e intentas llegar a tu destino lo antes posible. A partir de los 80 todo cambia. Procuras hacer el viaje de día, pues conducir de noche no te parece tan agradable y sugerente como cuando eras joven. Vas tranquilamente disfrutando de una conducción reposada, sin inmutarte cuando te sobrepasan camiones o autobuses. Y cuando te sobrepasa a más de 140 km/hora un R-5 con matrícula antigua, sonríes socarronamente e intentas no perderlo de vista por si se descuajeringa ante tus ojos.

Y hablando de coches.  Si uno tiene intención de cambiar de coche y hacerse con uno que tenga todas las comodidades y adelantos tecnológicos, hazlo antes de los 80. Y eso, porque a partir de esa edad hay un inconveniente muy serio, y es que las financieras te consideran un producto de caducidad inmediata y te exigen un aval  para cualquier préstamo, por pequeño que sea. Y esta situación concreta manifiesta claramente cómo te consideran los que no pertenecen a ese mundo particular que constituyen el grupo de jubilados.

Para los críos eres, en el mejor de los casos, alguien que puede contar historias que, por descabelladas e insólitas, les entretienen, disparan su imaginación y siempre les parecen distintas aunque solo se diferencien en pequeños detalles. Y en el peor de los casos, eres para ellos como un juguete al que pueden hacerle diabluras más o menos atrevidas en función de su aguante y de la proximidad de sus progenitores.

¿Y cómo te relacionas con los jóvenes con los que no tienes ningún vínculo directo de consanguinidad? Si por circunstancias casuales tienes alguna relación con ellos o sus progenitores que vaya más allá de lo ocasional o indirecto, esa relación se inicia casi siempre a raíz de problemas académicos o psicológicos. Pero si eso te hace ‘tilín’ cuando estás recién jubilado, a los 80 te ‘resbala’ y prefieres no complicarte la vida que ya te has montado, y en la que sortear con eficacia los achaques que te van surgiendo ya te da suficiente entretenimiento. Además, en estos tiempos, los jóvenes no saben relacionarse con el resto de los humanos a no ser por facebook, whatsapp o instagram.

Y en cuanto a los adultos que tienes próximos en tu nuevo entorno, y que la mayoría de las veces se reducen a tus vecinos de urbanización, has ‘quemado’, por una u otra razón, los puentes que inicialmente habías tendido. Los quince años que han pasado desde la lejana fecha de tu jubilación es tiempo más que suficiente para haberte hartado de discutir sobre problemas de la comunidad cuya solución nunca satisface a todos.

O sea, que te has convertido en una pareja ‘Robinson Crusoe’. Has ido conformando un islote en el que vives y disfrutas de todas aquellas cosas que antes considerabas ‘menudencias’ o entretenimientos de la vida ordinaria: ir de compras solo o acompañado por tu pareja, planificar y realizar viajes para mantener contactos familiares o para rememorar estancias pasadas y, sobre todo, ejecutar las rutinas  diarias de una manera que resulte llevadera y, a poder ser, divertida. Y siempre teniendo en cuenta una serie de consejos y/o sugerencias, entre otros muchos, que dicta la experiencia:

- Date los caprichos que te permitan tus ingresos, pues el ahorro, los planes de pensiones, las inversiones y demás zarandajas, ya no te prolongan la vida ni te protegen de los planes económicos de los políticos.

- No hagas esfuerzos que tu experiencia te dice que puedes poner en un compromiso a tu zona lumbar o el funcionamiento de tus esfínteres.

- No cruces los pasos cebra corriendo ni sin mirar antes a todos lados, pues hasta los coches autónomos están programados para cargarse antes a un ‘vejete’ que a un inconsciente, sobre todo si éste es joven.

- Celebra con los de tu generación el mayor número posible de reuniones en las que puedas contratar, compartir, relatar,…, los recuerdos que se te ocurran, sin que haya jovenzuelos que te interrumpan, te corten bruscamente, o te intimiden para que te calles.

- No te pongas en corrientes de aire aunque la temperatura ambiente alcance los 35ºC, ya que un catarro, a nuestras edades, se convierte en neumonía en menos de lo que canta un gallo.

- Piénsatelo mucho antes de ingresar e integrarte en un grupo con edad media menor de 45 años, pues te sentirás como un florero al que se le atiende cuando tiene las flores en tal estado que les induce a pensar que lo mejor es cambiarlas y olvidarse de paso del florero.

- Evita cenas ‘a calzón quitado’, por mucha hambre que tengas, pues te pueden provocar, como mínimo, una noche toledana y, como máximo, el tener que llamar al 112.

- No se te ocurra cortarte las uñas de los pies porque, si lo intentas, tendrás que llamar a un quiropráctico para poderte poner en pie en una posición normal y, en casos extremos al 112. ¡Búscate un buen podólogo!

-…

Y no sigo.