Semana del 24 al 30 de marzo del 2019
Puerto Banús visto desde
San Pedro
Paseo de San Pedro
FEMINISMO: Substantivo
MASCULINO singular
(Lo de MASCULINO es destacable,
irónico e, incluso, sarcástico. Menos mal que se compensa con lo del adjetivo
MACHISTA. Pero vayamos a lo nuestro)
Estamos del Levante hasta las
narices. No se sabe si por el cambio climático o porque las Borrascas y los
Anticiclones se colocan donde les da la gana
o donde les parece bien, el caso es que este año toca B entre Canarias y África, y A en el Atlántico, al suroeste de Inglaterra.
Consecuencia: nubes u vientos fuertes en las costas andaluzas, pero con poca
lluvia. Y menos mal que podemos hablar de la meteorología, pues entrar en otros
temas te lleva siempre al mismo terreno de arenas movedizas que, sobre ten
época pre-electoral, es el de elegir con cuidado y mimo el léxico apropiado
para no salirte de lo políticamente correcto. Y si no, vamos a hacer un pequeño
repaso de lo que puede ocurrir al hacer los ‘mandados’ habituales de todos los
días.
Entras en el estanco a comprar el
periódico, y ya se presenta la primera disyuntiva. Casi todos los periódicos
son ‘machistas’: EL País, EL Mundo, EL ABC, EL Marca,…Y si vas en plan
feminista no se te ocurre otra cosa que preguntar, en un susurro, por LA Razón,
pero antes de articular el nombre se te pasa por la cabeza es lo que van a
pensar las personas que te rodean (‘’¡Este es un ‘facha!’’) , y acabas
diciendo: ‘’Deme un periódico’’. Y ante la cara de interrogación que pone la
dependienta señalas con el dedo el que te apetece o coges el que tenías
previsto diciendo con displicencia: ‘’¡Este mismo!’’.
Cruzas de acera y vas a la
panadería, y tres cuartos de lo mismo. ¿Será machista pedir una ‘malagueña’ por
eso de ‘’ser fina y delgada como tu madré’’? ¿O será mejor solicitar un mollete
por eso de que acaba en ‘e’?
Pero la duda mayor surge en al
carnicería ya que lo de ‘solomillo de ternera’ tiene claras connotaciones
sexistas, pues supongo que los terneros también tienen solomillo y que los
ganaderos no los desecharán a la hora de llevarlos al matadero.
Menos mal que en la frutería las
cosas están más equilibradas: los mangos y los plátanos frente a las fresas y
las mandarinas; los arándanos contra las moras, aunque con éstas últimas, si la
petición la haces con un tono despectivo, pueden tacharte de racista.
Pero el peor momento de la compra
diaria lo pasas en la droguería. Tienes que andar con pies de plomo para evitar
que puedan intuir que estás escogiendo el suavizante con criterios ajenos. Tienes
que entrar pisando fuerte y con un esquema aprendido que te permita formular
cualquier petición: ‘’Dame….(aquí pones el nombre del producto) que es lo que
mejor me va cuando ….(completarlo con la faena casera de la que te encargas,
aunque sea solo teóricamente)’’. De esta manera, a tu interlocutor o
interlocutora siempre le quedará la duda de quién es el q ue se encarga de las labores caseras. Y cumple,
además, la siguiente norma: cuando compres un artículo incontestablemente masculino,
,por ejemplo gel de afeitar, adquiere también el correspondiente femenino que
en este caso sería la cera de depilación. Y no te olvides que la calidad de
esta última ha de ser un escalón o dos superior a la tuya, pero sin pasarte, ya
que si no darás una imagen de ‘proteccionismo machista’ inaceptable.
Y un consejo final: si la compra
diaria te crea problemas o complejos de la índole descrita, olvídate del
pequeño comercio local, y vete a un súper donde puedas comprar de todo sin preguntar
a nadie y sin que nadie te pregunte.
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