Periodo
comprendido entre el 21 de julio y el 8 de agosto del 2019
(Seguimos con el período de tiempo, ya citado
anteriormente, que va desde el 2 al 22 de junio, y que se inició en una de las anteriores
entradas)
Y el mismo sábado 14 de junio se inició una carrera de
obstáculos que, en ciertos días, se superpusieron unos con otros, haciendo
imposible el superarlos con el suficiente desparpajo y sin cabreos.
Primer obstáculo: MESA SALITA
La organización de la salita no ha variado en 15 años. Y
hasta había encontrado en aquellos tiempos un mueble de oficina diseñado
exprofeso para el ordenador y que, además, disponía de ruedas para poderlo
mover con facilidad. Tal que así,
Lo malo es que los materiales empleados para su manufactura
(tableros de conglomerado) no son los adecuados para resistir las ‘arremetidas’
tipo tsunami de brazos poderosos que, debido a los vaivenes a los que somete al
mueble, acaba descuajeringándolo.
Resultado: que te quedas con un mueble de oficina con
bases curvas, al estilo de las mecedoras, que provocan bamboleos incontrolados
y sorpresivos cada vez que pulsas las letras del teclado en el orden al que te
obliga el texto.
Consecuencia: búsqueda de una nueva mesa de oficina,
a poder ser sencilla (cuatro patas que soporten un tablero) y, sobre todo,
barata ya que las pensiones no están para bromas.
Esa búsqueda comenzó el 15 de junio, pero, en tiempos de
Ikeas y Leroy Merlin, se hace casi imposible. Hasta miramos en una tienda de
muebles antiguos donde no ofrecieron una mesita muy apropiada para lo que
queríamos. Lo que pasó fue que su precio, unos 700 euros, nos disuadió
repentina y bruscamente, dejando con la palabra en la boca a la sueca que
regentaba el local. Y no digo nada de los modelitos que había en el Corte
Inglés con diseño moderno a base de metal y cristal. Al final, todo se
solucionó yendo a un modesto comercio de San Pedro, donde me aconsejaron
comprar una mesa de oficina modulada en piezas que tendría que montar por mi
cuenta.
Del montaje, mejor no hablar o hablar poco. Me obligó a
estar tirado por el suelo más de cuatro horas, poniéndome en posturas
inverosímiles, y de las cuales lograba desembarazarme con ejercicios y
movimientos que los expertos de tai-chi querrían para sí mismos. Baste decir
que durante esos ejercicios ‘gimnásticos’ adelgacé más de dos kilos. Menos mal
que el resultado de tantos esfuerzos resultó más que aceptable
Como premio, cambiamos la torre del ordenador por algo menos
voluminoso y más efectivo, incluyendo un ratón inalámbrico
Segundo obstáculo (múltiple): CONSECUENCIAS DE SER
PROPIETARIO SUSTITUTO
Es en lo que te transformas de manera automática cuando te
prestas a guardar la llave del apartamento de un vecino, normalmente por
amistad y porque eres residente habitual. Y en esta ocasión ha tenido dos
consecuencias dispares, que podría calificarse, la primera, como una ventaja
para un jubilado desocupado; y la segunda, como un pequeño disgusto diario para
una pareja de jubilados somnolientos.
Y vamos con la primera, que ha supuesto estar ocupado un par
de mañanas, yendo de apartamento en apartamento acompañando a los operarios de
gas natural mientras cambiaban quemadores. Y eso, ¿por qué? Porque en este país
nadie te pregunta lo que quieres y, en cambio hay muchos que te dicen lo que
tienes que hacer y hasta cómo tienes que hacerlo. Eso sí, de una manera
sibilina y planteando las cosas sin escapatoria posible. Como en este caso, en
el que la secuencia de los hechos y/o intercambios de información ha sido la
que se expone a continuación.
*Instalan tuberías de gas natural
en todo San Pedro de Alcántara y alrededores.
*Dan el aviso de que van a
suprimir el depósito de propano que alimentaba los quemadores de las cocinas y
de los calentadores y calderas de la zona de Nueva Alcántara
*Te preguntan si quieres cambiar
de propano a gas natural
*Tú, a tu vez, preguntas si
puedes seguir con propano.
*Te contestan con una sonrisa
sardónica que…’’ ¡naturalmente!’’, y a renglón seguido añaden que siempre que
contrates e instales una bombona de propano en tu casa.
*Agachas la cabeza, y dices alegremente...’’
¡Entonces, encantado! Empalmen su tubería de gas natural donde crean
conveniente’’
*Y, al mismo tiempo, les das la
lista de los apartamentos de los que tienes llaves, y te pones a su disposición
para facilitarles el acceso a los mismos.
Y a partir de ahí, estate preparado para salir a cualquier
hora de la mañana o de la tarde para acompañar al técnico, darle conversación
mientras cambia quemadores, firmar hojas de control de trabajos realizados, …,
y vuelta a casa para descansar hasta la siguiente solicitud de entrada a un
nuevo apartamento.
La segunda consecuencia de ser propietario sustituto es la
relativa al control de entradas y salidas del apartamento correspondiente en
caso de obras o reparaciones mil. Lo que supone que tienes que estar en situación
de ‘perfecto estado de revista’ (como decían en la mili) a las 8 de la mañana,
para que puedan acceder los ‘currelas’ a los espacios donde van a desarrollar
sus trabajos. Y eso trastoca las rutinas de cualquier jubilado que se precie,
sobre todo en lo que se refiere a las horas de levantarse, que no de
despertarse. Porque todo el mundo sabe (y el que no lo sepa, que se entere
ahora) que a partir de una edad puedes estar desvelado desde las cuatro de la
madrugada hasta las siete y media y, justo a esa hora, volver a conciliar el
sueño. Cosa que no te preocupa, pues si el sueñecito te dura hasta las nueve y
media, ¡bienvenido sea! Pero con el despertador puesto a las ocho menos cuarto,
si te has despertado a las cuatro…¡olvídate de retomar el sueño! Te quedas con
los ojos como platos y mirando al reloj de vez en cuando para ver cuanto queda
hasta que suene la dichosa y malhadada musiquilla. En mi caso, la tortura duró
casi dos semanas incluidos los sábados.
Podría seguir lamentándome de otras incidencias que tuvieron
lugar en junio, pero mejor es dejar las cosas como están y cerrar aquí lo que
ha sido lo que ha dado de sí el sexto año de existencia de este Blog.
FIN DEL PERIODO 2018-2019